Los gaullistas contrarios al Tratado de Maastricht pierden otra batalla
Los enemigos franceses del Tratado de Maastricht, encabezados esta vez por el senador gaullista Charles Pasqua, acaban de perder otra batalla parlamentaria. El Senado franc¨¦s parec¨ªa ayer bien encaminado por la senda que conduce a la uni¨®n europea. Entretanto, Jacques Chirac, l¨ªder de la gaullista Asamblea para la Rep¨²blica (RPR), segu¨ªa siendo el ¨²nico pol¨ªtico qu¨¦ todav¨ªa no hab¨ªa dicho si votar¨¢ s¨ª o no en el refer¨¦ndum sobre Maastricht, que Francia celebrar¨¢ a finales del pr¨®ximo verano.
Los gaullistas est¨¢n aislados en el debate sobre Maastricht. Sus socios de la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), de, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, militan a favor del tratado. Y mientras Chirac tarda en pronunciarse, sus tropas, dirigidas por los eurofobos Pasqua y Philippe S¨¦guin, practican una dura y hasta ahora infructuosa guerra de guerrillas contra. la uni¨®n europea.El Senado, que debe pronunciarse el martes sobre la reforma de la Constituci¨®n necesaria para que Francia pueda ratificar en refer¨¦ndum, se inclina a favor de Maastricht. Una moci¨®n contra la reforma presentada por Pasqua fue rechazada por 196 votos contra 120. Esa votaci¨®n confirm¨® que en el Senado tambi¨¦n existe una mayor¨ªa europe¨ªsta compuesta por socialistas y liberales y centristas de la UDF, y una minor¨ªa eur¨®foba de neogaullistas y comunistas.
El debate sobre Maastricht se ya dramatizando. Los europe¨ªstas repiten que un rechazo franc¨¦s del tratado tendr¨ªa consecuencias sobre la uni¨®n europea mucho m¨¢s graves que la negativa danesa, consecuencias, dice Giscard, "irreversibles". Giscard apela al "sentido de responsabilidad nacional" de Chirac y le pide que se incline de una vez a favor del s¨ª.
Momento doloroso
Para el gaullismo ¨¦ste es uno de esos dolorosos momentos en que tiene que escoger entre su fundamento mismo, la defensa de la naci¨®n francesa, y una construcci¨®n europea a la que ha contribuido de modo importante. De Gaulle supo conciliar ambos principios con su defensa de la Europa de las patrias, pero sus sucesores no han encontrado laf¨®rmula m¨¢gica." En los ¨²ltimos 20 a?os, el gaullismo ha visto con recelos la adhesi¨®n del Reino Unido al Tratado de Roma, la elecci¨®n por sufragio universal del Parlamento Europeo y el Acta ¨²nica. Ahora, el car¨¢cter federalizante de Maastricht le pone la carne de gallina.
Chirac convierte en enfermizo el dilema de su movimiento. Como confiesa en voz baja, ¨¦l es m¨¢s bien favorable a Maastricht, y, en cualquier caso, sabe que tendr¨ªa poco futuro pol¨ªtico si se convirtiera en el enterrador de la construcci¨®n europea. Pero para mantener la unidad de fachada de su partido, donde es mayoritario el sentimiento eur¨®fobo, practica la pol¨ªtica del avestruz.
La ¨²nica declaraci¨®n de Chirac sobre Maastricht ha sido la amenaza proferida a la, UDF por su participaci¨®n en m¨ªtines con los socialistas.
[Por otra parte, seg¨²n France Presse, Florian Gerster, ministro de Europa del Gobierno regional de Renania-Palatinado, asegur¨® ayer que los 16 Estados de la Alemania unida no est¨¢n totalmente convencidos de ratificar el tratado de Maastricht a causa de la falta de claridad en cuanto a la subsidiariedad de atribuciones a nivel nacional e infranacional.]
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