Dos denuncias de malos tratos destapan una residencia ilegal de ancianos
Dos denuncias ante la Guardia Civil sobre presuntos malos tratos a ancianos han permitido destapar la existencia de una residencia de ancianos ilegal en La Ba?eza (Le¨®n). El centro, con 22 personas ingresadas, funcionaba desde hace aproximadamente un a?o sin los permisos pertinentes de la Consejer¨ªa de Sanidad y Bienestar Social del Gobierno aut¨®nomo y sin licencia municipal.
En la residencia de ancianos, regentada por Ramona Lobato, de 52 a?os, se encuentran 22 personas ingresadas, todas ellas "muy deterioradas". Algunas proceden de hospitales psiqui¨¢tricos, con trastornos ps¨ªquicos, y cuya situaci¨®n ha sido calificada por Manuel Castro Cid, m¨¦dico del centro de salud de la localidad, de "hacinamiento claro".La Junta orden¨® ayer la inspecci¨®n del local, dos pisos contiguos en una primera planta, de 180 metros cuadrados cada uno. Los ancianos pagan alrededor de 60.000 pesetas al mes. Tanto la propietaria de la residencia como Mar¨ªa Victoria Silva, de 24 a?os, una de las cuatro cuidadoras, han negado a este peri¨®dico las acusaciones de malos tratos: "Pegarles no les pegamos, pero hay mucha gente que se hace todo encima y un azote puede caer", se?ala Silva.
A juicio de Ramona Lobato, a los ancianos que ingresan en la residencia Ios entregan para morir". "Alguno s¨¦ me ha muerto en el portal y tres de camino, en la ambulancia", afirma con naturalidad.
Lobato relata algunos m¨¦todos empleados por ella para corregir ciertos vicios de los ancianos: "A una le quit¨¦ el alcoholismo con caf¨¦ y vinagre. A otra (llamada Jesusa Filomena), que est¨¢ mal de la cabeza, la tengo atada por la noche con unas abrazaderas que me mandaron los hijos para que no destape a las dem¨¢s. Todo por su bien".
Una de las denuncias fue formulada por la propia interesada, quien acudi¨® a la Guardia Civil acompa?ada' por un concejal del Ayuntamiento. La otra la realizaron familiares de la anciana Arminda ?mez, de 75 a?os. El m¨¦dico, Manuel Castro Cid, se?ala que en una ocasi¨®n, cuando fue a visitar a una anciana pudo observar un fuerte "morat¨®n" en su espalda, aunque no logr¨® saber el origen del mismo.
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