Una ciudad en manos de la iniciativa privada
La oposici¨®n municipal madrile?a, formada por el PSOE e IU, no encuentra ninguna raz¨®n para felicitar a Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, del PP, cuando el pr¨®ximo 5 de julio celebre su primer cumplea?os como alcalde de la capital. "Madrid se ha instalado en la rutina y en la mediocridad", critica el portavoz socialista Juan Barranco. "No hay que dar argumentos en contra. Basta con visitar Barcelona o Sevilla y comparar", apunta Francisco Herrera, portavoz de IU.Los socialistas han reprochado a ?lvarez del Manzano que haya dejado el dise?o de la ciudad en manos de la iniciativa privada. La situaci¨®n financiera del Ayuntamiento, que acumula una deuda de 122.000 millones de pesetas, oblig¨® al PP a buscar fuentes alternativas de financiaci¨®n para sus obras y abri¨® la espita a los promotores privados.
As¨ª, los pasos subterr¨¢neos -y hay proyectados media docena- los pagar¨¢n empresas a cambio de explotar luego los aparcamientos que se construyan junto a ellos. Los monumentos ser¨¢n rehabilitados por generosos patrocinadores a cambio de publicidad en el entorno. Los nuevos polideportivos ser¨¢n gestionados por empresas privadas.
El PP lo hab¨ªa avisado en septiembre cuando comprob¨® que el a?o electoral, en el que los populares gobernaron junto al CDS, dej¨® exhaustas las arcas: "Habr¨¢ que recurrir a la imaginaci¨®n para seguir haciendo cosas sin subir los impuestos".
?lvarez del Manzano dice que, en efecto, la presi¨®n fiscal se ha congelado, pero las cuentas no le salen a la oposici¨®n. Al PP se le escap¨® la mano al calcular los porcentajes de subida del Impuesto de, Bienes Inmuebles (IBI). Primero lo increment¨® un 18% y tras el consiguiente esc¨¢ndalo se dej¨® en un 12,5%. Subi¨® las tasas de los servicios funerarios y permiti¨® un incremento del 16% en las tarifas de los taxis.
Bando de la droga
Pero la decisi¨®n de ?lvarez del Manzano que m¨¢s eco tuvo fue el bando que penaliz¨® el consumo p¨²blico de droga que firm¨® en octubre anticip¨¢ndose unos meses a la Ley Corcuera, que prev¨¦ este aspecto. El alcalde confes¨® posterioremnente que el bando no persegu¨ªa sancionar a los drogadictos, aunque establec¨ªa fuertes multas, sino abrir un debate p¨²blico sobre la droga.
Barranco considera que el bando se redact¨® en la sede del PP y que es el mejor ejemplo para demostrar "que el alcalde no existe". El PSOE sostiene que la ciudad est¨¢ gobernada desde la calle de G¨¦nova (sede del PP), que "est¨¢ utilizando a Madrid como escaparate electoral". "El Ayuntamiento s¨®lo sirve para hacer operaciones de imagenes", coment¨® Barranco.
?lvarez del Manzano tambi¨¦n sufri¨® la huelga m¨¢s larga de Madrid. Durante 66 d¨ªas, los trabajadores de los autobuses, alentados por un sindicato gremial y mayoritario, mantuvieron un pulso con el Ayuntamiento que acab¨® con el despido -ratificado luego por el juez- de los l¨ªderes sindicales. El alcalde no cedi¨®, para demostrar, dijo, que no admite presiones de nadie.
Meses antes, el alcalde soport¨® otros largos conflictos laborales que dejaron sin asistencia domiciliaria a los ancianos y sin riego a los parques. Fue al comienzo de su mandato, y crey¨® adivinar una estrategia de CC OO y UGT para minar su labor.
Herrera cree que el alcalde est¨¢ "m¨¢s solo que la una". "Por una parte, la superestructura del partido le presiona desde G¨¦nova. Por otra, tiene un frente abertzale formado por varios concejales que le traen por la calle de la amargura. Si sigue as¨ª acabar¨¢ en un psiqui¨¢trico". Durante este a?o, el alcalde ha sufrido media docena de crisis internas de su grupo, alguna de las cuales tuvo que ser apaciguada desde G¨¦nova. Dos de ellas las protagoniz¨® su ind¨®mito concejal ?ngel Matanzo.
?Qu¨¦ ha cambiado en Madrid en este a?o? El Corte Ingl¨¦s restaur¨® la Puerta de Alcal¨¢, el importe de las multas baj¨® a la mitad, los aparcamientos para residentes se recargaron con un nuevo impuesto, se inici¨® el proceso para revisar el Plan General, aument¨® en 500 agentes la Polic¨ªa Municipal y se inauguraron un parque de dise?o moderno, una torre futurista y un nuevo ferial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.