Bryce Echenique publicar¨¢ un libro de antimemorias

Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939) pasea durante estos d¨ªas por Barcelona su humor te?ido de amargura y sus frases brillantes, con este aire de eterno exiliado de la realidad que le caracteriza. El autor de La vida exagerada de Mart¨ªn Roma?a explic¨® que nunca le ha gustado opinar de pol¨ªtica, pero que considera que la situaci¨®n de Per¨² es algo dram¨¢tico en la que se explica, aunque no se comprende, la actuaci¨®n de Sendero Luminoso. Dijo tambi¨¦n que no se siente capaz de regresar a su pa¨ªs, ya que all¨ª le es imposible escribir, y a?adi¨® que pronto publicar¨¢ un libro de antimemorias titulado Permiso para vivir."Empec¨¦ a escribir este libro en Barcelona", explic¨®, "cuando concluy¨® la etapa francesa de mi vida. Sin querer me encontr¨¦ escribiendo textos de recuerdos que surg¨ªan sin ninguna cronolog¨ªa. Poco a poco se convirti¨® en un libro que ya ten¨ªa m¨¢s de 600 p¨¢ginas, y vi entonces que hab¨ªa que publicarlo. La mayor parte de los textos son in¨¦ditos".

Uno de los cap¨ªtulos del libro se titula La corta vida feliz de Alfredo Bryce, en alusi¨®n a un texto de t¨ªtulo similar de Hemingway: The short happy life of Francis Macomber. "Sucede que cuando empec¨¦ a escribir", relat¨® Alfredo Bryce, "yo me sent¨ªa muy feliz, especialmente porque hab¨ªa tenido que salvar una fuerte oposici¨®n familiar. Escrib¨ªa mucho, pero no correg¨ªa mis textos. Un d¨ªa, los amigos enviaron uno de mis libros a un concurso literario y gan¨¦. Conoc¨ª despu¨¦s la depresi¨®n que acompa?a a ver la obra publicada, porque a m¨ª me gustaba escribir, pero no ejercer de escritor. Me vi de pronto convertido en alguien que deb¨ªa opinar de pol¨ªtica y yo no sab¨ªa nada de nada, s¨®lo de literatura. Fue terrible".

Bryce, que expres¨® su admiraci¨®n por Laurence Sterne y los juegos que realiza con el lenguaje, expres¨® su convencimiento, en alusi¨®n a Vargas Llosa, de que "los intelectuales hispanoamericanos han tomado un papel que no les corresponde, como portavoces a los que se atribuye una gran autoridad moral para juzgar".