Demasiado ruido para tan pocas nueces
Pocos reconocen que Don Juan naci¨® para la danza antes que para la ¨®pera, exactamente 26 a?os antes que Mozart estrenara Don Giovanni. El compositor Gluck y el core¨®grafo Gasparo Angiolini lo idearon en Viena en 1761, sobre la obra teatral de Moli¨¨re.Muchos core¨®grafos han entrado en el tema del seductor sevillano desde el siglo XVIII hasta hoy. Por s¨®lo citar algunos, Laban, Fokin, Massine, Ashton, Lifar y B¨¦jart. En Espa?a, Udaeta, Gades y Jos¨¦ Antonio han hecho sus versiones en clave de danza espa?ola.
Gallotta crea, por encargo de la Expo y con altos medios t¨¦cnicos, un Don Juan sobre la idea del teatro dentro del teatro, en este caso preciso de la danza dentro de la danza; pero de tal presupuesto poco se ve o se respira entre tanto guitarreo electr¨®nico y atronador.
Grupo Emile Dubois / Jean
Claude GallottaLa l¨¦gende de Don Juan. Argumento, puesta en escena, coreograf¨ªa y direcci¨®n art¨ªstica: Jean Claude Gallotta; di¨¢logos y dramaturgia: Claude Henri Buffard; m¨²sica: Henry Torgue, Serge Houppin y LOCAL group; escenograf¨ªa y vestuario: Yves Cassagne. Teatro Cental Hispano, Sevilla, 18 de junio.
Rockero
El Don Juan de Gallotta es un rockero atrabiliario que se cambia de ropa casi tanto como la Jurado en Azabache, y de vez en cuando sopla el saxo o soba a la desdichada de turno.El espect¨¢culo es una especie de revista musical neomoderna a ritmo de rock basura, con un esquema simpl¨®n que alterna mec¨¢nicamente solos con ensembles. Los cuadros son un desenfreno sin respiro entre la bragueta y la vena donde la transgresi¨®n es el modus aperandi y el caos sonoro la respuesta vital.
Los buenos bailarines hacen lo que pueden dentro de esa est¨¦tica de informalismo donde no hay nada especialmente interesante en cuanto a movimiento.
El vocabulario de Jean Claude Gallotta, que siempre ha carecido de identidad particular (de esto ha hecho estilo), aparece ahora reblandecido, fofo y soso, recurriendo a materiales pseudoacad¨¦micos sin riesgos, sin apuestas valientes.
Pero el core¨®grafo tiene talento de alquimista y da a todos la p¨®cima de bele?o. ?sa es su merecida fama y su papel dentro de la nueva danza francesa, de la que es un hist¨®rico pilar.Lo mejor de la pieza est¨¢ al principio (el carnaval) y al final (las furias). Por esas paradojas del destino art¨ªstico, cuando no se inventa nada y se recurre a la tradici¨®n, se consiguen los mejores efectos.
Hace 231 a?os Angiolini cre¨® ese impresionante colof¨®n donde las mujeres, convertidas en estantiguas vengadoras, arrastran al amante a la muerte. Si, como se dijo hace a?os, por Gallotta pasa el futuro de la danza, negro pinta el horizonte, y conforta pensar que se trata s¨®lo de un bache en la carretera.
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