El Atl¨¦tico de Madrid resuelve sin Problemas el tr¨¢mite de La Coru?a

El Atl¨¦tico de Madrid resolvi¨® sin problemas el tr¨¢mite de Riazor y mantiene viva la esperanza de salvar la temporada con un nuevo t¨ªtulo de Copa, el ¨²nico que ha conseguido hasta ahora bajo el mandato de Jes¨²s Gil. Pocas veces disfrutar¨¢n los rojiblancos de una semifinal tan c¨®moda. Su rival, el Deportivo de La Coru?a, ha tenido durante la ¨²ltima semana la mente puesta en la promoci¨®n y entreg¨® antes de disputarse los dos encuentros de la eliminatoria.

El conjunto de Arsenio Iglesias se hab¨ªa tomado el encuentro como un homenaje a si mismo y a su afici¨®n tras haber logrado la permanencia en Primera. Nadie se atrev¨ªa siquiera a so?ar con darle la vuelta a la eliminatoria, y que el partido de ayer fuese una semifinal de Copa, s¨®lo contribu¨ªa a a?adirle boato a la celebraci¨®n.

Liberados, pues, de toda responsabilidad, los coru?eses intentaron hacerlo bonito durante los primeros minutos, frente a un Atl¨¦tico confiado en su ventaja y dispuesto a tomarse el partido con la mayor comodidad.

La fogosidad de los jugadores blanquiazules anul¨® en los primeros minutos la capacidad organizativa de los madrile?os, muy desconcertados en el centro del campo. Schuster no acababa de encontrar el bal¨®n y hasta tuvo que soportar que Fran le pusiese en evidencia con un regate corto de los que tanto agradece el p¨²blico. Un floj¨ªsimo tiro de Manolo en el minuto 27 fue todo el balance ofensivo de los rojiblancos en esta fase.

De todos modos, la defensa madrile?a tampoco tuvo demasiados motivos para la inquietud porque todo el juego coru?¨¦s se desvanec¨ªa en las inmediaciones del ¨¢rea de Abel. A partir de la media hora de juego, el conjunto de Arsenio fue perdiendo el resuello mientras Schuster y Vizca¨ªno empezaban a centrarse en el partido. Lo agradecieron sobre todo Moya y Manolo.

El Deportivo pareci¨® agotar en la primera parte todos sus recursos creativos, y tras el descanso sali¨® al campo como si en el vestuario hubiese sacado la conclusi¨®n de que su suerte estaba echada. Sin necesidad de ning¨²n alarde, el Atl¨¦tico se hizo con el control del juego desde que se sac¨® de centro. Bastaron 15 minutos para que los rojiblancos resolviesen la eliminatoria. Una precisa combinaci¨®n entre Moya, Alfredo y Manolo fue aprovechada por el pichichi para confirmar su oportunismo.

Con el gol se acab¨® definitivamente el partido. Como si fuese un torneo veraniego, Arsenio hizo los dos cambios a la vez y Luis Aragon¨¦s tambi¨¦n firm¨® la tregua, decidiendo reservar a Manolo para la final.

Al p¨²blico ya no le importaba nada el resultado y se puso a hacer la fiesta por su cuenta para festejar una permanencia en Primera, que en La Coru?a ha sido como un t¨ªtulo. Hasta el ¨¢rbitro se sum¨® a la verbena y concedi¨® al Deportivo un dudoso penalti que permiti¨® a los coru?eses terminar el partido con dignidad. S¨®lo la absurda expulsi¨®n de M¨²gica alter¨® el final.