88 horas en el cuarto de m¨¢quinas de un ascensor

Viene de la primera p¨¢ginaEs la penosa historia de un comando que nunca lleg¨® a cometer un atentado, cuyos dirigentes huyeron en calzoncillos de la casa de un concejal de HB que los cobijaba y que, ante la falta de apoyos, tuvieron que convertir un cuarto de ascensores en su morada. Un comando que se rindi¨® sin disparar un tiro.

Goldaraz intent¨® recomponerlo present¨¢ndose a cara descubierta en las puertas de j¨®venes simpatizantes navarros de HB y proponi¨¦ndoles integrarse en ETA. Abogados de HB denunciaron estos intentos ante los jueces creyendo que el activista etarra era un "provocador" perteneciente a la polic¨ªa.

La falta de apoyo hacia el comando y su carencia de infraestructura fueron notas destacadas ayer por el delegado del Gobierno en Navarra, Jes¨²s Garc¨ªa Villoslada. Los dos terroristas pasaron tres d¨ªas escondidos en el cuarto del ascensor del portal n¨²mero 11 de la calle Mal¨®n de Echaide, del barrio pamplon¨¦s de Ermitaga?a, en unas condiciones penosas. La polic¨ªa contin¨²a investigando para identificar a los colaboradores que suministraron a Goldaraz, alias Javi Naparra, y a Santiago Diez, Stif, la ropa, mantas y alimentos hallados en el oscuro habit¨¢culo donde fueron detenidos sin necesidad de disparar un tiro.

Seg¨²n la informaci¨®n oficial, la polic¨ªa conoc¨ªa la presencia del comando desde el pasado enero, a trav¨¦s de las declaraciones efectuadas por los miembros de otro grupo de ETA detenidos por la Guardia Civil y que afirmaron haber pasado la frontera francesa junto a Goldaraz y a D¨ªez Uriarte, ambos hu¨ªdos de Espa?a desde hac¨ªa a?os.

Una llamada an¨®nima centr¨® las investigaciones en un piso de la calle San Blas, de Burlada, poblaci¨®n colindante con Pamplona, en el que reside un concejal de HB de la localidad, Carlos Ezcurra, ahora detenido junto a su novia, Esther Lacasta, y otros seis presuntos colaboradores.

A las 5.20 horas del martes la Guardia Civil entr¨® por error en el piso primero derecha del por tal 16 de la citada calle, ocupado por un humilde alba?il, su esposa y las cuatro hijas del matrimonio. El jaleo montado por los agentes, que utilizaron una maza y explosivos controlados para abrir la puerta blindada del piso equivocado, alert¨® a Goldaraz y D¨ªez. Desde el piso primero derecha, y justo con la ropa interior y la pistola en la mano, saltaron una ventana y a trav¨¦s de un patio lograron huir a la calle. Dejaban atr¨¢s una pistola, dos subfusiles, carn¨¦s de identidad falsos con sus fotograf¨ªas recientes y abundante munici¨®n.

Fuga de un control

La polic¨ªa pudo determinar que ambos robaron dos coches a punta de pistola antes de desaparecer. Pero a las 20.00 horas de ese mismo martes, seg¨²n dio a conocer ayer el delegado del Gobierno, un guardia apostado en uno de los controles de carretera montados en los accesos a Pamplona, en el alto del Perd¨®n, pudo anotar la matr¨ªcula de un veh¨ªculo que al percibir desde lejos la presencia del control dio media vuelta y regres¨® en direcci¨®n a Pamplona. Se trataba de un Renault 14 de color blanco matr¨ªcula NA-6602-K, adquirido con documentaci¨®n falsa. Esa misma noche fue localizado en la calle Mal¨®n de Echaide.

Se investig¨® una por una la identidad de los propietarios de pisos en los bloques cercanos. La Guardia Civil esper¨® 48 horas a que los terroristas salieran para utilizar el veh¨ªculo pero no lo hicieron y se decidi¨® actuar.

M¨¢s de 250 miembros de diversos cuerpos policiales, as¨ª como varios helic¨®pteros, participaron en uno de los m¨¢s impresionantes despliegues policiales conocidos en Pamplona. La Guardia Civil cerr¨® herm¨¦ticamente una amplia zona del barrio de Ermitaga?a y, contando con numerosos mandamientos judiciales, comenz¨® a registrar algunos domicilios de los inmuebles de la calle Mal¨®n de Echaide. "Muchos vecinos permitieron entrar a la polic¨ªa", indic¨® ayer Jes¨²s Garc¨ªa Villoslada, "a pesar de no contar con autorizaci¨®n judicial".

Los pormenores del momento en el que la Guardia Civil abri¨® la puerta de acceso al cuarto de m¨¢quinas del ascensor, una vez alcanzada la azotea, no fueron revelados, aunque el delegado del Gobierno resalt¨® que a pesar de portar ambos una pistola Browning, no la utilizaron. Eso s¨ª, opusieron resistencia y en el forcejeo resultaron heridos leves. Ambos se encuentran ya en dependencias de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil, en Madrid.

El cuadro que la Guardia Civil hall¨® era sorprendente. Durante 88 horas hab¨ªan vivido en un estrecho y deprimente cuarto de ascensores, con una puerta que permit¨ªa el acceso a la terraza del edificio. Ten¨ªan botellas de agua mineral, un transistor, mantas, ropas esparcidas, bolsas de fruta, ejemplares de un peri¨®dico local con la noticia de su identificaci¨®n y b¨²squeda, restos de bocadillos y las zapatillas deportivas de uno de ellos, que quedaron all¨ª, colocadas en un altillo tras la detenci¨®n.

"Alguien los conducir¨ªa hasta all¨ª", fue la respuesta del delegado del Gobierno al interrogante de c¨®mo y por qu¨¦ permanecieron en ese edificio. La operaci¨®n contin¨²a abierta. La Guardia Civil detuvo a mediod¨ªa de ayer en Arraloz a Sotero Echandi, seg¨²n informaron las Gestoras Pro Amnist¨ªa. Seg¨²n este organismo, la Guardia Civil entr¨® tambi¨¦n en un domicilio de Berriozar, en el cintur¨®n industrial de Pamplona, buscando al joven de 19 a?os Jaime Iribarren.

Por otro lado, de loa ocho detenidos por presunta colaboraci¨®n con el comando, s¨®lo dos han ingresado de momento en prisi¨®n. Se trata del concejal de HB Carlos Ezcurra y de su novia. Aurkene Ort¨ªz, Kike Gar¨ªn, Koldo Flores y Jos¨¦ Manuel Ara?a, quedaron en libertad mientras Patxi Arce, responsable publicitario del diario Egin en Navarra, y Miguel ?ngel Ber¨¢stegui, est¨¢n a¨²n detenidos.