Los cambios
ESTA VEZ, los pron¨®sticos no iban descaminados: el nombramiento de Javier Solana como sustituto de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨¦?ez en la cartera de Exteriores pod¨ªa considerarse dentro de lo previsible, aunque no por ello carezca de significaci¨®n pol¨ªtica. Pero si era previsible, no acaban de entenderse del todo los motivos de haber dilatado el desenlace en m¨¢s de tres semanas. La prioridad otorgada al ¨¢rea exterior en la actual pol¨ªtica gubernamental y el delicado momento por el que atraviesa el proyecto de construcci¨®n europea, que habr¨¢ de discutirse este pr¨®ximo fin de semana en la cumbre de Lisboa, aconsejaban acortar los plazos todo lo posible. Si no ha sido as¨ª, pese a que desde el primer momento se consider¨® a Solana el principal candidato -el otro habr¨ªa sido el ministro de Agricultura, Pedro Solbes-, se debe posiblemente a los movimientos producidos en el seno del PSOE.Solana es, con Solchaga y Serra, uno de los tres ministros que han permanecido ininterrumpidamente en el Gabinete desde 1982. Tambi¨¦n es, de los tres, el ¨²nico que no estaba situado al frente de una de las grandes ¨¢reas del Gobierno, aunque Educaci¨®n sea un departamento paradigm¨¢tico para cualquier Ejecutivo. Con su nombramiento, Felipe Gonz¨¢lez ha elegido sin duda a un colaborador leal para un ¨¢rea controlada directamente por la Presidencia del Ejecutivo. Pero ha lanzado a la vez una se?al pol¨ªtica hacia su partido, colocando en la v¨ªa de salida a uno de los candidatos obvios a.la sucesi¨®n del actual secretario general.
Miembro del partido socialista desde mediados de los a?os sesenta, Javier Solana ha figurado como n¨²mero dos en las candidaturas al Congreso de los Diputados por Madrid, inmediatamente detr¨¢s de Felipe Gonz¨¢lez, en todas las elecciones celebradas desde la restauraci¨®n de la democracia. Buen negociador y con clara vocaci¨®n de componedor, ha pacificado los sectores en que ha intervenido, dentro o fuera del PSOE, y ha demostrado un talante poco sectario a la hora de llegar a acuerdos con la oposici¨®n. Ahora mismo se le atribuye un intento de recomponer las relaciones entre el Ejecutivo y los sindicatos. A ello habr¨ªa que a?adir el m¨¦rito de haber sabido concitar la inquina, nunca argumentada, de los sectores de la derecha cavern¨ªcola m¨¢s aficionados a la caza de brujas: su consideraci¨®n por esos sectores como un izquierdista doctrinario tiene poco que ver con el car¨¢cter pragm¨¢tico de su gesti¨®n en los dos ministerios que ha encabezado.
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, su sucesor en Educaci¨®n, ser¨¢ sin duda un continuador de la labor de Solana y de la de Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall; perteneciente tambi¨¦n al sector m¨¢s renovador del PSOE, la suma d¨¦ las dos biograf¨ªas traza sin duda un punto y aparte en los antiguos equilibrios del Gabinete y representa una apuesta a favor de la apertura de los socialistas a la sociedad, imprescindible en estos momentos.
Los nombramientos de Exteriores y Educaci¨®n podr¨ªan tal vez iluminar retrospectivamente algunos episodios recientes de la familia socialista, como esa desconcertante retirada a ¨²ltima hora del documento presentado por los llamados renovadores al Comit¨¦ Federal del PSOE celebrado el pasado fin de semana. No resulta aventurado suponer que las reticencias de algunos de los principales representantes de ese sector a responsabilizarse del escrito pudieran tener que ver con el conocimiento gen¨¦rico de una voluntad presidencial que podr¨ªa verse alterada si hab¨ªa bronca en el sanedr¨ªn del PSOE. Pero ello refleja a su vez las contradicciones del debate socialista, caracterizado por el hecho de que la principal unidad de medida del ¨¦xito de las ideas renovadoras sea el eco que encuentren en el coraz¨®n y la mente del n¨²mero uno. Lo cual, a su vez, determina los l¨ªmites de esa renovaci¨®n de cara a la evoluci¨®n del llamado proyecto socialista.
Sea como sea, el talante dialogante de Solana supone una garant¨ªa de continuidad respecto al estilo abierto de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez; en cuanto a la l¨ªnea, no habr¨¢ modificaciones: seguir¨¢ siendo la marcada por Felipe Gonz¨¢lez, la misma que sigui¨® con lealtad, eficacia y brillantez el ministro saliente. Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez ha sido un excepcional ministro de Asuntos Exteriores, pero mucho antes fue un inteligente servidor del Estado, algo especialmente digno en momentos como los actuales; fue un t¨¦cnico eficiente en el INI, inici¨® la reforma fiscal desde la cartera de Hacienda en el periodo de UCD, y abri¨®, desde la de Justicia, algunas de las ventanas que se empe?aban en mantener cerradas algunos de esos cazadores de brujas que le calumniaron tanto como ahora le elogian. En resumen, ha conseguido lo impensable en el mundo de la pol¨ªtica: el aprecio un¨¢nime de sus compa?eros de Gabinete, de sus adversarios, de la prensa y del hombre de la calle. Hay en Espa?a -y en Europa- un solo Paco, y a nadie estorba que sea ¨¦l.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- MEC
- Alfredo P¨¦rez Rubalcaba
- Opini¨®n
- Felipe Gonz¨¢lez M¨¢rquez
- Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez
- Remodelaci¨®n Gobierno
- Javier Solana Madariaga
- IV Legislatura Espa?a
- Gobierno de Espa?a
- MAE
- Presidencia Gobierno
- PSOE
- Ministerios
- Legislaturas pol¨ªticas
- Gobierno
- Conflictos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica