Cobarde agresi¨®n

UNOS POCOS energ¨²menos han puesto de manifiesto en Fraga (Huesca) lo f¨¢cil que es prender la mecha del racismo y la xenofobia poniendo en peligro la convivencia pac¨ªfica de una poblaci¨®n entera. Los hechos acaecidos en la madrugada del s¨¢bado en esta localidad oscense son, adem¨¢s de odiosos, especialmente cobardes. No de otro modo merece ser calificada la actuaci¨®n de la veintena de individuos ultraderechistas que, con nocturnidad y alevos¨ªa y ocultando su rostro, propinaron una paliza con palos, porras y otros objetos contundentes a un grupo de emigrantes magreb¨ªes mientras dorm¨ªan.El suceso, adem¨¢s de v¨ªctimas f¨ªsicas, ha provocado una v¨ªctima pol¨ªtica: la del alcalde socialista de la localidad, que, "desolado y deshecho" por lo ocurrido, ha presentado su dimisi¨®n junto con los concejales de su grupo. No conviene obviar la advertencia lanzada por el edil tras su dimisi¨®n: el brote de racismo habido es un p¨¢lido anticipo de lo que puede suceder en Espa?a si no se toman las medidas adecuadas. En este sentido, su denuncia de que las autoridades estatales no son totalmente conscientes de los problemas que entra?a el fen¨®meno migratorio puede ser admonitoria. Sin duda, la eclosi¨®n de los sentimientos xen¨®fobos y racistas en relaci¨®n con la emigraci¨®n es una de las cuestiones m¨¢s preocupantes que se proyectan en el horizonte espa?ol de los pr¨®ximos a?os.

En los sucesos de Fraga se dan todos los ingredientes con los que algunos, previa la manipulaci¨®n correspondiente, fabrican el temible c¨®ctel de la xenofobia. La necesidad de mano de obra temporera para la recolecci¨®n de la fruta provoca la l¨®gica llegada de trabajadores emigrantes a la localidad, pero ello es arteramente utilizado por algunos como una amenaza al derecho al trabajo de los lugare?os. A ello se a?ade la existencia de hechos delictivos reales, pero que son atribuidos sin m¨¢s comprobaci¨®n a los que llegan de fuera, al extranjero, en suma. De ah¨ª a la creaci¨®n de un aut¨¦ntico clima de rechazo al emigrante hay un paso: la sensaci¨®n de inseguridad y el recelo ante lo desconocido son explotados sin verg¨¹enza, creando, las condiciones en las que son posibles hechos como la cobarde agresi¨®n a los trabajadores emigrantes en Fraga.

Las autoridades, como es su obligaci¨®n, ya han tomado medidas contra los autores del brutal apaleamiento. Es indispensable una reacci¨®n inmediata de su parte, siempre que se produzcan hechos de este jaez, si se quiere poner coto a la proliferaci¨®n de actitudes que se contagian con facilidad y que son una seria amenaza a la convivencia.