"S¨®lo ser¨¦ niarioneta de la democracia"

El millonario empresario Milan Panic, de 62 a?os, nacionalizado norteamericano, ha sido nombrado primer ministro de la Federaci¨®n Yugoslava -que comprende Serbia y Montenegro- por el presidente Dobrica Cosic. Panic luch¨® con Tito contra los nazis y en 1956 emigr¨® a Estados Unidos. Es presidente de una empresa farmace¨²tica en California. Esta entrevista se desarroll¨® en Washington el 30 de junio antes de la salida de Panic hacia Belgrado.

Pregunta. ?D¨®nde se sit¨²a usted en el espectro pol¨ªtico? ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con Slobodan Milosevic [presidente de Serbia]?

Respuesta. Yo no estoy contra nadie. Estoy a favor de la paz y, por encima de todo, no soy marioneta de nadie. Mi promesa al presidente Dobrica Cosic y a m¨ª mismo es que yo s¨®lo ser¨¦ una marioneta de la democracia y de la empresa privada, tal y como yo he tomado estos conceptos de mi experiencia norteamericana de inmigrante y de ciudadano nacionalizado. Quiero llevar el democr¨¢tico estilo de vida norteamericano y la econom¨ªa de mercado a mi pa¨ªs de nacimiento. Voy a llegar a Yugoslavia con una visi¨®n completamente nueva. En mi caso es una visi¨®n norteamericana, con todo lo que ello comporta. Resumiendo, voy a presionar para que se produzcan cambios fundamentales en la sociedad y en el sistema. Mi tarea es enorme. La democracia se va a construir a partir de cero. Ese comienzo tiene que iniciarse desde la base: respetar las opiniones de los dem¨¢s, respetar la propiedad ajena, y que no se produzcan muertes por disparidad de criterios pol¨ªticos o encarcelamientos.

P. ?Cu¨¢l va a ser su m¨¢xima prioridad como primer ministro yugoslavo?

R. Detener la matanza. No creo en el derramamiento de sangre. Tampoco creo en la pena de muerte. Tengo estas convicciones desde la II Guerra Mundial, en la que luch¨¦ cuando era joven. No existe ninguna idea por la que merezca la pena matar en el siglo XX. Matar por un ideal es una costumbre de la Revoluci¨®n Francesa. Hoy, la vida es un valor supremo. Hoy debatimos las ideas, no nos matamos por ellas.

P. Mija¨ªl Gorbachov ha dicho recientemente que es ingenuo que el mundo culpe ¨²nicamente a los serbios. ?Est¨¢ de acuerdo?.

R. Completamente de acuerdo. Los musulmanes no son las ¨²nicas v¨ªctimas, tambi¨¦n los serbios son v¨ªctimas. Condenar ¨²nicamente a un grupo es tomar partido. Y cuando uno toma partido, como lo ha hecho la comunidad internacional, hay m¨¢s matanzas. Con esto se ha creado una situaci¨®n mucho peor. Voy a hacer que Serbia cumpla todas las exigencias de la ONU.

P. Se dice que Milosevic ha animado a las fuerzas serbias en Bosnia. ?Estaba Belgrado detr¨¢s de las acciones de los serbios en Bosnia?

R. Yo veo todo esto como un conflicto entre familias. Y resulta que yo pertenezco a una de ellas, a la serbia. Hay serbios que viven al otro lado del r¨ªo, en Bosnia. Ellos son parte de mi familia, son serbios. Pedir a unos que no ayuden a los otros es injusto. Pero no voy a mandar al Ej¨¦rcito.

P. ?Qui¨¦n tiene la culpa del conflicto de Bosnia?

R. Ambas partes. Pero lo m¨¢s importante es que todos dejen de disparar. Aquellos extremistas que contin¨²en con la violencia deber¨¢n ser encarcelados, sin reparar en que sean serbios, musulmanes o croatas.

P. ?C¨®mo va a convencer usted al mundo de que Serbia no es la culpable?

R. No quiero tomar una postura que se interprete como que todo el mundo est¨¢ totalmente equivocado. Pero en parte, s¨ª. No puedo culpar al mundo por la violencia yugoslava, aunque el reconocimiento de los Estados que se han autoproclamado independientes ha contribuido al estallido de la guerra. No hay raz¨®n que me lleve a enfrentarme con todo el mundo. Intentar¨¦ convocar elecciones libres, nacionales y municipales, en Serbia y Montenegro, en los pr¨®ximos seis meses. Tambi¨¦n espero que se produzcan elecciones libres en Croacia y las dem¨¢s rep¨²blicas, porque los Estados democr¨¢ticos son mucho menos belicosos.

P. ?C¨®mo convencer¨¢ a las Naciones Unidas para llevar a Yugoslavia de vuelta al redil?

R. No luchar¨¦ contra las sanciones, sino que las levantar¨¦. Como primer ministro me asegurar¨¦ de que Serbia cumpla las exigencias de las Naciones Unidas, y de esta manera se levantar¨¢n las sanciones. Si es necesario llevar¨¦ los ca?ones serbios a los pies de las Naciones Unidas y dir¨¦: "Aqu¨ª los teneis, ya no disparan".

P. ?Cu¨¢l es su programa econ¨®mico?

R. En primer lugar, privatizaci¨®n. En segundo lugar, eliminaci¨®n de la deuda externa com¨²n yugoslava como v¨ªa para traer a Croacia de vuelta a la uni¨®n, en alguna forma de cooperaci¨®n econ¨®mica institucionalizada. Primero pagaremos la deuda de Serbia y de Montenegro, y despu¨¦s trataremos de ayudar a las otras rep¨²blicas a pagar la suya.