Belgrado decreta una severa econonom¨ªa de guerra

MIRJANA TOMIC, El Gobierno serbio introdujo el jueves las primeras medidas econ¨®micas dise?adas para afrontar el embargo econ¨®mico internacional. ?stas significan, seg¨²n la oposici¨®n, "el regreso al comunismo de guerra al estilo leninista". El Parlamento aprob¨®, en ausencia de los diputados de la oposici¨®n, las propuestas gubernamentales que introducen restricciones en el comercio y los servicios. Este mismo Parlamento deber¨¢ ratificar, al reci¨¦n designado primer ministro de Yugoslavia, el estadounidense de origen serbio Milan Panic, que ha prometido aplicar un capitalismo a ultranza.

Seg¨²n lo aprobado, el Gobierno serbio puede restringir la circulaci¨®n de bienes y servicios, prohibir el uso de algunos bienes, obligar a las empresas a vac¨ªar sus almacenes y vender los productos y prohibir la importaci¨®n. Los campesinos temen que el Estado, el ¨²nico comprador de cereales, utilice estas medidas para obligarles a vender sus productos a cualquier precio. Protestan porque la distribuci¨®n racionada de la gasolina -consecuencia del embargo- necesaria para el uso de maquinaria agr¨ªcola, est¨¢ condicionada a la venta anticipada de los cereales al Gobierno.La imprecisi¨®n de la nueva ley, calificada de anticonstitucional por la oposici¨®n, se presta a interpretaciones arbitrar¨ªas, a extorsiones y a la tiran¨ªa de las necesidades pol¨ªticas sobre las leyes econ¨®micas. Tres a?os de c¨¢rcel aguardan a aqu¨¦llos que no cumplan las medidas decretadas.

Por otra parte, el Gobierno limit¨® los salarios con el objetivo de distribuir el coste. social del embargo. El sueldo m¨¢ximo para los trabajos simples es ahora de unas 6.400 pesetas y para el trabajo cualificado de unas 19.200 pesetas por mes.

Lejos, tal vez, de la realidad de Belgrado, Milan Panic, el primer ministro designado de la nueva rep¨²blica de Yugoslavia (integrada por Serbia y Montenegro), de nacionalidad norteamericana y origen serbio, promete parar la guerra, conseguir la abolici¨®n del embargo internacional a Yugoslavia y revitalizar la econom¨ªa seg¨²n los par¨¢metros occidentales. El mismo Parlamento que ayer aprob¨® las mencionadas medidas econ¨®micas tiene que dar el pr¨®ximo d¨ªa 14 su voto de confianza a Panic.

"No soportar¨¦ ninguna presi¨®n", asegura el millonario estadounidense, al defender a ultranza una econom¨ªa de mercado para Yugoslavia. Panic envi¨® una carta al Fondo Monetario Internacional solicitando la cooperaci¨®n financiera para las reformas econ¨®micas. "Para m¨ª existe s¨®lo la propiedad privada", afirm¨® d¨ªas atr¨¢s en una reuni¨®n con empresarios. Y precis¨®: "Sepultaremos la autogesti¨®n". Panic se mostr¨® decidido a aplicar su experiencia del capitalismo norteamericano en los Balcanes.

Mientras tanto, en Sarajevo, un convoy de las Fuerzas de Protecci¨®n de las Naciones Unidas (Unprofor) fue revisado por primera vez ayer en un control de las fuerzas bosnias y se descubri¨® que en uno de sus veh¨ªculos viajaba un responsable de las fuerzas serbias que asedian la ciudad. El convoy proced¨ªa de Lukavica, cuartel general serbio, y el sorprendido viajero hab¨ªa subido a bordo del convoy en la localidad de Kula, tras mostrar un documento del puesto de mando serbio, informa el enviado especial, .

El Gobierno de Bosnia-Herzegovina ha acusado repetidamente a las Unprofor de desempe?ar parcialmente, en favor de la parte serbia, su misi¨®n de fuerza de paz. Ninguna unidad de estas fuerzas est¨¢ autorizada a trasladar a civiles y menos a individuos directamente vinculados con uno de los dos bandos contendientes.