Ch¨¦v¨¦nement ataca Maastricht en el congreso socialista franc¨¦s

"Maastricht representa el triunfo de la Europa de los bancos frente a la de los trabajadores, y los que voten a favor del tratado ser¨¢n culpables de que sus criterios monetaristas y deflacionistas incrementen a¨²n m¨¢s el desempleo", dijo ayer Jean-Pierre Ch¨¦v¨¦nement en el congreso del Partido Socialista franc¨¦s (PS). El ex ministro de Defensa cosech¨® un abucheo de la mayor¨ªa de la asistencia, que aclam¨® las intervenciones europe¨ªstas de Michel Rocard y Jacques Delors.El debate sobre Europa espabil¨® a los 3.000 socialistas reunidos en el Parque de Exposiciones de Burdeos. Ch¨¦v¨¦nement abri¨® el fuego ante una asamblea hostil a sus tesis. Proclam¨® que Maastricht significa la "conversi¨®n definitiva" del PS al "liberalismo". Luego profetiz¨®: "Los restos del PS se preparan a aliarse con la derecha".

Ch¨¦v¨¦nement dej¨® abierta la puerta a su posible abandono del partido y afirm¨® que Francia necesita "una verdadera izquierda formada por los verdaderos socialistas unidos con los sectores m¨¢s sanos del ecologismo y el comunismo".

Michel Rocard le sigui¨® en la tribuna. "La fuerza de la idea europea es tal", dijo, "que hasta los enemigos de Maastricht (alusi¨®n a Ch¨¦v¨¦nement) se presentan como los mejores europe¨ªstas". El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, reforz¨® la propaganda a favor de Maastricht al decir: "Una mayor¨ªa del no en el refer¨¦ndum [el que Francia celebrar¨¢ el pr¨®ximo 20 de septiembre] significar¨ªa el fin de la construcci¨®n europea". Horas antes, la jacquerie o revuelta campesina hab¨ªa llegado a las puertas del congreso socialista y abuche¨® a los asistentes.

Once a?os despu¨¦s de la llegada a la jefatura del Estado de su fundador, Fran?ois Mitterrand, y tras constituir cinco gobiernos, el programa electoral del PS reconoce sin ambages que hay un mill¨®n m¨¢s de parados y que la opini¨®n p¨²blica est¨¢ escandalizada por las pr¨¢cticas de dudosa legalidad para financiar a los partidos pol¨ªticos.

Hoy, los socialistas han perdido la mitad de sus militantes y de sus votantes, y buscan alianzas.