En barco, avi¨®n y cami¨®n
Termina el siglo y no se apaga a¨²n la pol¨¦mica creada, hace poco m¨¢s de medio, por un artista de nacionalidad mestiza que quiso reflejar el desastre de la guerra moderna y para ello busc¨® un estudio especialmente alto del viejo Par¨ªs en el que cupiera el testimonio de su inmenso horror.
Tard¨® dos meses, que document¨® su compa?era, la fot¨®grafa Dora Maar, y para ello acudi¨® a algunos de sus personajes, en particular los de la suite Vollard -m¨¢xima expresi¨®n del arte gr¨¢fico del siglo-, la Minotauromaquia, y los extraordinarios tres grabados de la ni?a llevando de la mano al Minotauro ciego. Los personajes que aparecen en Guernica son los mismos de la suite: el toro, el caballo, la mujer, incluso la luz... pero distorsionados, enloquecidos. Y sin embargo, Picasso siempre neg¨® cualquier simbolismo. Tan s¨®lo una vez dijo que expresaba claramente su "odio por la casta militar que ha sumergido a Espa?a en un mar de dolor y muerte".
La inauguraci¨®n del Guernica en el Cas¨®n del Buen Retiro de Madrid, el 24 de octubre de 198 1, precedi¨® en un d¨ªa el 100 aniversario del nacimiento, en M¨¢laga, de un reconocido genio. Conclu¨ªan los 44 a?os de viaje de un cuadro pintado en Par¨ªs, para la Exposici¨®n Universal, tras 63 bocetos preparatorios y posteriores.
El Guernica de Picasso lleg¨® a Nueva York, a bordo del Normandie, el 1 de mayo de 1939, procedente de Le Havre, dos a?os exactos despu¨¦s de que Picasso comenzara a pintar su cuadro m¨¢s famoso, no tanto por sus valores est¨¦ticos -que los tiene-, como por su capacidad para transmitir el horror.
De guardia
En Nueva York, un grupo de estudiantes hab¨ªa permanecido de guardia toda la noche. Picasso dijo que su objetivo era conseguir fondos para los refugiados espa?oles, a quienes luego enviar¨ªa 700 d¨®lares (70.000 pesetas de hoy). Algunos de los intelectuales norteamericanos que apoyaron esta campa?a de ayuda a los republicanos se encontraron luego en las listas de la caza de brujas del macarthystmo.
Picasso hab¨ªa accedido a prestar su cuadro para la antol¨®gica que se iba a celebrar en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 1939, y entonces pensaba recuperar el cuadro. El estallido de la II Guerra Mundial hizo que el cuadro adquiriese una nueva resonancia.
La Segunda Guerra Mundial determinar¨ªa que el cuadro se quedara en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y en 1955 hizo una amplia gira por Europa.
Poco a poco el lado pol¨ªtico del cuadro se fue disolviendo, y se fue olvidando el drama del que hab¨ªa partido. Hubo incluso quien neg¨® la existencia misma del bombardeo. Hoy existen numerosas pruebas. Guernica es una de ellas.
Babelia
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