Bush y Salinas discuten en California el futuro del tratado de libre comercio

Los presidentes de Estados Unidos y M¨¦xico, George Bush y Carlos Salinas de Gortari, iniciaron ayer en San Diego (California) una reuni¨®n de trabajo que la Casa Blanca calific¨® de informal. Se espera que ambos mandatarios fijen una fecha para que el futuro tratado de libre comercio entre ambos pa¨ªses y Canad¨¢ sea remitido y ratificado por el Congreso norteamericano antes del cambio de Administraci¨®n, lo que evitar¨¢ que resulte salpicado por las elecciones del 3 de noviembre.

Salinas viaj¨® a San Diego despu¨¦s de haber logrado evitar que la oposici¨®n en bloque cuestione las elecciones a gobernadores celebradas el do mingo, que dieron la victoria al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de Michoac¨¢n y al Partido de Acci¨®n Nacional (PAN) en el de Chihuahua. La oposici¨®n, con estos resultados, ha quedado dividida, y el Partido de la Re voluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), perdedor de estos comicios, se ha quedado solo en su cacerolada contra algo que no dej¨® de calificar, incluso antes de las elecciones, como fraude.Cuatro horas ten¨ªan previsto pasar juntos ayer Bush y Salinas en esta ciudad californiana, con el tratado de libre comercio de por medio y la b¨²squeda por parte de M¨¦xico de un tratamiento m¨¢s justo y acorde con su soberan¨ªa en la .lucha contra el narcotr¨¢fico.

Medios diplom¨¢ticos indicaron que Bush, que necesita la presencia de Salinas a su lado para captar el voto hispano en su carrera hacia la reelecci¨®n, estaba dispuesto a satisfacer p¨²blicamente las principales reivindicaciones de M¨¦xico, probablemente mediante buenas palabras hacia el tratado y el espinoso caso ?lvarez-Machain, el m¨¦dico secuestrado en territorio mexicano por agentes de la DEA norteamericana.

Aparte de la reuni¨®n de trabajo, la octava desde que ambos mandatarios se encontraran en Houston en 1988, Bush ten¨ªa previsto participar con Salinas en un acto deportivo de gran popularidad, que competir¨¢ ma?ana en las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos norteamericanos con las fotograf¨ªas de la convenci¨®n dem¨®crata: el encuentro de b¨¦isbol entre las figuras de las dos grandes ligas estadounidenses.

Este montaje con tintes publicitarios era interpretado por los observadores no s¨®lo como un intento del presidente Bush de presentarse acompa?ado por un mandatario extranjero con gran popularidad entre la colonia de habla hispana, sino tambi¨¦n como una demostraci¨®n de fuerza en otro Estado fronterizo ante la influencia que tiene su oponente, Ross Perot, en Tejas.