Falta de elegancia en la Expo

Fui visitante de la Expo los d¨ªas 2 y 3 del actual, y, por tanto, coincid¨ª con el d¨ªa de Baleares. Fui residente muchos a?os en Mallorca y me siento muy vinculado a aquella hermosa tierra. Con la mayor ilusi¨®n intent¨¦ visitar el pabell¨®n de esta comunidad.Los palos del sombrajo se me

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cayeron cuando, inesperada y sorprendentemente, el atento guardi¨¢n de la puerta me pregunt¨® si yo era de Baleares. Al decirlo que no, me dijo que sinti¨¦ndolo mucho no pod¨ªa pasar, pues en ese d¨ªa s¨®lo podr¨ªan hacerlo los de all¨ª.

Puedo entender que el presupuesto de la comunidad, por razones de econom¨ªa, no permita la alegr¨ªa de obsequiar con sobrasada a todo el que llegue, cosa, por otra parte, bastante comprensible. Puedo entender tambi¨¦n que por razones m¨¢s o menos pol¨ªticas o m¨¢s o menos personales, la autoridad responsable se sienta obligada a servir el tradicional y t¨ªpico yantar a los profesionales de tales festines gratuitos, estorbando los ajenos; puedo entender muchas cosas, pero nunca la falta de elegancia y la desconsideraci¨®n hacia el ciudadano de la calle.

Yo les pedir¨ªa que fuesen ustedes m¨¢s elegantes. Creo que es una obligaci¨®n de todo aquel que ostenta un cargo o responsabilidad de car¨¢cter p¨²blico, sea el que sea. No se puede decir: "Los de casa s¨ª y los de fuera no". Entramos todos, con o sin sobrasada, que es lo correcto, o no entra nadie, que no es correcto, pero al menos salvar¨ªan ustedes su-caballerosidad. Lo sucedido es fruto de una filosof¨ªa mezquina e infantil, entre otras cosas, pero sobre todo improcedente. Debo decirles con toda sinceridad que siento bochorno y verg¨¹enza ajena por ustedes y que lamento lo sucedido, no tanto por m¨ª como por ustedes mismos.- Francisco Smith Jim¨¦nez.