Los espa?oles no quieren vivir en pareja sin pasar por el matrimonio

A los espa?oles les sigue gustando el matrimonio, aunque se casan cada vez m¨¢s tarde y lo hacen en un 80% "por la Iglesia". En la d¨¦cada de los setenta las mujeres contra¨ªan nupcias a poco m¨¢s de los 23 a?os, mientras que los hombres lo hac¨ªan a los 26. En la d¨¦cada de los ochenta se han casado las mujeres pr¨¢cticamente a los 25, y los varones, pasados los 27 a?os. Por otra parte, en Espa?a, contrariamente a lo que sucede en casi toda Europa, s¨®lo un 2% de los mayores de 18 a?os que viven en pareja no est¨¢n casados. Adem¨¢s, al retrasarse el matrimonio, disminuye la natalidad.

Algunos de estos datos est¨¢n recogidos y explicados en el estudio que acaba de publicar el Instituto de Demograf¨ªa, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, con el t¨ªtulo Las pautas de nupcialidad en Espa?a y sus diferencias territoriales, que se ha basado en datos anteriores al ¨²ltimo censo de poblaci¨®n de 1991 y encuestas sociodemogr¨¢ficas colaterales.La dem¨®grafa Margarita Delgado, autora del estudio, ha dicho a EL PA?S que una de las primeras consecuencias que pueden extraerse de este an¨¢lisis de comportamientos sociales es que las parejas espa?olas se van acercan do al "modelo europeo de matrimonio", caracterizado por la tard¨ªa edad en contraer nupcias y por la alta proporci¨®n de c¨¦libes definitivos. "No obstante, Espa?a no sigue la pauta europea en una cosa: en el escaso n¨²mero de parejas que viven sin estar casados", ha a?adido.

Parejas no casadas

Seg¨²n estudios recientes, todav¨ªa no publicados, del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas, en el que trabaja Margarita Delgado, aproximadamente un 2% de la poblaci¨®n mayor de 18 a?os que vive en pareja en Espa?a no est¨¢n casados, lo que contrasta con la pr¨¢ctica seguida, por ejemplo, en los pa¨ªses n¨®rdicos, en los que un 60% de los menores de 30 a?os que se deciden a vivir en pareja lo hacen inicialmente sin pasar por cualquiera de las formalidades de matrimonio vigentes.

En similares proporciones se registra el porcentaje de hijos que se tienen fuera del matrimonio. Mientras que en Espa?a apenas se alcanza un 9% de hijos que se tienen en parejas no casadas, en los pa¨ªses del norte de Europa este porcentaje se eleva al 55%-50%_y en Francia y en el Reino Unido asciende al 25%. La proporci¨®n de hijos habidos fuera del matrimonio ha ido en aumento en Espa?a desde aproximadamente un 2% de todos los nacimientos en 1975 hasta casi el 9% de final de los a?os ochenta. Esta cifra es m¨¢s reducida en Grecia (1,82%) e Italia (un 5,77%).

Respecto a la precocidad en contraer las primeras nupcias, Espa?a mantiene pr¨¢cticamente las mismas tendencias que el resto de los pa¨ªses de Europa, aunque con peque?as variaciones. En los pa¨ªses del Sur (Portugal, ltalia, Grecia y Espa?a) la gente elige todav¨ªa de forma mayoritaria la forma del matrimonio establecido para vivir en pareja y por ello contraen matrimonio algo antes que en los pa¨ªses del Norte.

"Est¨¢ claro", a?ade Delgado, "que en los pa¨ªses del sur de Europa parece que el matrimonio contin¨²a siendo el paso previo para la procreaci¨®n en la mayor parte de los casos". Seg¨²n algunos estudios demogr¨¢ficos en curso, esta tendencia parece que va a mantenerse por muchos a?os. "En este sentido, la juventud del Sur es bastante conservadora", a?ade.

Emancipaci¨®n de la mujer

?Por qu¨¦ retrasan los espa?oles, y especialmente las espa?olas, el matrimonio? La autora del estudio se?ala que no es achacable a un solo factor: el de la crisis o necesidades econ¨®micas. "Se debe", dice, "a un conjunto de variables relacionadas, entre las que destacan el precio de la vivienda en los grandes n¨²cleos urbanos, la prolongaci¨®n del periodo de formaci¨®n de los j¨®venes, la incorporaci¨®n cada vez mayor de las mujeres al mercado laboral y las altas tasas de desempleo en las edades juveniles". "Resulta f¨¢cil entender que este retraso en el matrimonio produzca una disminuci¨®n en las tasas de natalidad", explica. Delgado.

La proporci¨®n de las mujeres casadas en edades fecundas resulta de suma importancia en el nivel alcanzado por la fecundidad en Espa?a, "aunque no es igual el papel que cabe atribuirle en todas las ¨¢reas del pa¨ªs, pues mientras que en algunas comunidades el descenso de la fecundidad. se debe en su mayor parte a la reducci¨®n de la fecundidad matrimonial, en otras, entre las que se encuentra el interior castellano, los bajos ¨ªndices de reproducci¨®n se deben en buena medida a la tard¨ªa edad del matrimonio y a los bajos porcentajes de casadas en las edades m¨¢s j¨®venes".