El horror se llama Linda
Dos chicas de 17 a?os, procesadas en EE UU por sodomizar y quemar viva a una ni?a de 12
El procesamiento de dos chicas por el asesinato de una ni?a de 12 a?os recuerda las escenas m¨¢s siniestras de las pel¨ªculas de terror que llenan de sangre las pantallas de los televisores norteamericanos. Dos adolescentes de un peque?o pueblo de Indiana, Mary Laurine Tackett y Melinda Loveless, de 17 a?os, pueden acabar siendo condenadas a muerte por sodomizar y quemar viva a su ex compa?era de colegio Shanda Ren¨¦e Sharer el pasado enero.
Los cargos de asesinato presentados recientemente contra ellas est¨¢n fundamentados en la confesi¨®n de una tercera chica de 15 a?os, Hope Ripley, y en los de su amigo Toni Lawrence, que supuestamente presenciaron parte de la tortura a la que fue sometida la ni?a. La fiscal¨ªa no ha presentado cargos contra Hope, demasiado joven como para poder ser propuesta. para la pena de muerte, y tan s¨®lo cargos menores contra Toni, a cambio de su declaraci¨®n inculpatoria contra las otras dos j¨®venes.El espeluznante relato centra la escena a la salida de un concierto de rock el viernes 11 de enero pasado en la localidad de Louisville. Despu¨¦s de varias horas de m¨²sica y diversi¨®n, la joven Melinda Loveless manifiesta sus intenciones de venganza hacia Shanda Ren¨¦e Sharer. Loveless (sin amor, en ingl¨¦s) explica a sus amigos que va a matar a Shanda Ren¨¦e porque ha intentado quitarle una amiga. Como si de otro aliciente de noche de viernes se tratara, el grupo de los cuatro adolescentes se dirige con su coche hacia la puerta de la casa de la chica de 12 a?os. Sharon Ren¨¦e se sube al coche para dar un paseo sin sospechar las intenciones de sus amigos.
Durante la primera parte del viaje, Melinda Loveless, que parece ser el cerebro del asesinato, permanece oculta bajo una s¨¢bana en la parte de atr¨¢s del veh¨ªculo. Cuando el coche se desv¨ªa de la autopista 421 para llegar a un paraje conocido como Lemon Tree Road, sale de su escondite y amenaza con su navaja a la ni?a por la que siente celos. Shanda R¨¦n¨¦e Sharer es sodomizada con un objeto met¨¢lico y sus piernas son atravesadas con una navaja. Por razones que todav¨ªa parecen confusas para los investigadores, Tackett y Loveless interrumpen la ceremonia, cargan a la ni?a en el maletero y se van a dejar a sus dos amigos al pueblo.
Refrescos y gasolina
Minutos despu¨¦s, Loveless y Tackett paran en una gasolinera para llenar con gasolina una de las botellas de refresco que se hab¨ªan llevado al concierto y desaparecen por la carretera.
Seg¨²n la declaraci¨®n de Hope Ripley, sus dos amigas no regresaron a casa hasta las diez de la ma?ana del d¨ªa siguiente, unas horas antes de que la polic¨ªa encontrara la botella del refresco derretida junto con el cuerpo de la v¨ªctima, que ten¨ªa alrededor de su cintura restos de una tela que coincide con el material de una manta hallada en el coche de Tackett.
Poco despu¨¦s de que el cuerpo abandonado apareciera, la polic¨ªa detuvo a las dos j¨®venes que ahora se enfrentan a las acusaciones en un juicio en el que son consideradas como adultas, y, por tanto, pueden ser condenadas a pena de muerte.
The Tribune de New Albany, el peque?o peri¨®dico de esta localidad de 37.000 habitantes, ha seguido dando detalles sobre el asesinato que ha conmocionado a los lugare?os de esta aburrida localidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.