Dos hechiceras para Medea
Irene Papas y Nuria Espert presentan el jueves pr¨®ximo la tragedia de Eur¨ªpides en el Teatre Grec de Barcelona
La noche del pr¨®ximo jueves, d¨ªa ;, la c¨¦lebre actriz griega Irene PaLs, convertida en una leyenda viva llena de energ¨ªa del teatro y el cine tropeos, ser¨¢ una vez m¨¢s Medea,esta vez en castellano y encima de la escena del Teatre Grec de Montju??c, en Barcelona. La tragedia de Eur¨ªpides ser¨¢ dirigida por otra gran mujer del teatro mediterr¨¢neo,Nuria Espert. Dar vida a un mito de la complejidad de Medea combina los ingredientes de belleza y nesgo que caracterizan siempre a las grandes empresas art¨ªsticas. EstaMedea funde las experiencias hist¨®ricas de dos actrices que, en momentos respectivos de su carrera, han ganado con todos los m¨¦ritos el blas¨®n de tr¨¢gicas eminentes.
sic-hall al estilo ateniense, para ser m¨¢s concretos...Irene. ?Ah, no! Siempre hubo un equ¨ªvoco en esta cuesti¨®n. Yo empec¨¦ como alumna en la Escuela Real de Arte Dram¨¢tico y me dedicaba a hacer cosas muy serias, como Espectros, de lbsen, o los dramas de Shakespeare. Un buen d¨ªa me propusieron trabajar en una revista musical sobre textos de Arist¨®fanes, adornados con melod¨ªas, muy populares... (tararea una en el m¨¢s puro estilo revisteril). El director del Teatro Nacional, que tambi¨¦n era mi profesor, me dijo: "?Quieres suicidarte art¨ªsticamente haciendo este tipo de obras? ?No ves que tu lugar est¨¢ aqu¨ª, en el drama y la tragedia ... ?" Pero yo dije que quer¨ªa saber m¨¢s cosas sobre el teatro, aprender todas sus facetas, y as¨ª repart¨ª mi actividad haciendo dramas durante la temporada de invierno y, cada verano, una obra estilo music-hall.
?Qu¨¦ ser¨ªa esta Medea en otros predios? ?C¨®mo era trabajando en el engranaje hollywoodiense, junto a James Cagney en una pel¨ªcula del Oeste de Robert Wise -La ley de la horca-, o en una superproducci¨®n b¨¦lica tipo Los ca?ones de Navarone?
Poema sobre Nuria
Irene. Nunca me sent¨ª extra?a en ning¨²n lugar. Creo que hay un lenguaje universal para el artista. Si pienso que estoy diciendo las mismas cosas que en griego, no me planteo que estoy hablando en otro idioma. Trabajo a trav¨¦s de emociones: los sonidos contribuyen, pero la emoci¨®n es la misma. Algunos sonidos del castellano son muy parecidos al griego. Decid¨ª aprender castellano por placer de leer vuestros grandes autores...
No s¨¦ yo si, adem¨¢s del idioma, habr¨¢ encontrado K¨ªria a Irene algunas diferencias notables respecto a sus anteriores disciplinas tr¨¢gicas.
Irene. Hice mis mejores espect¨¢culos con Cacoyannis, que es tiene mucho talento y un gran amor por la obra de Eur¨ªpides. Empezamos buscando el aspecto realista de sus tragedias. Creo que Nuria ha aspirado sobretodo a clarificar el texto: est¨¢ dispuesta a convertirlo en algo trasparente para el espectador moderno. Y pienso que es la manera natural de entrar en una tragedia, de convertir el alma del poeta en cuerpo viviente sobre escena. Al ser una gran actriz, sabe c¨®mo transmitir las emociones justas, la frase y el tono exactos. Cacoyannis es un gran director que busca la realidad de las cosas, pero Nuria va muy adentro en la verdad del personaje, la verdad del texto y lo que cada palabra significa, psicol¨®gicamente e intelectualmente, y esto no suele darse mucho en el teatro actual. Hace poco vimos juntas una obra que jugaba continuamente con trucos divinamente hechos pero sin el menor asomo de verdad. Cuando la invenci¨®n es arbitraria s¨®lo sirve para demostrar las habilidades del director. Esto es lo que ha rehuido Nuria. No es exhibicionista con sus hallazgos.
Nuiria. No es menos importante el hecho de que yo haya interpretado tantas veces Medea. Tampoco la elecci¨®n es casual. Yo estaba en Londres dirigiendo Madame Butterfly en el Covent Garden, y apareci¨® Irene con un amigo com¨²n y simpatizamos enseguida. Pensamos en la posibilidad de trabajar juntas alg¨²n d¨ªa. Quedamos en vernos m¨¢s tarde, pero ya hab¨ªa nacido la idea de hacer esa obra que ambas hab¨ªamos interpretado y que, por tanto, nos permit¨ªa aportar nuevos datos a elementos ya conocidos. Mi primera decisi¨®n fue que, al dirigir a Irene, no se interfieran las Medeas que he ido haciendo a lo largo de los a?os. Cuando dirijo ¨®pera o cuando dirig¨ª La casa de Bernarda Alba actu¨¦ para los actores todo el tiempo. Pero insisto en que nunca recurriendo a mis soluciones, las que yo aplicar¨ªa para m¨ª.
Terenci. Pero ¨¦sta es una Medea tan distinta de las que sol¨ªas hacer...
Nuria. Es l¨®gico que as¨ª sea, porque yo misma soy distinta al cabo de los a?os. Yo ten¨ªa 24, entonces...
Terenci. Esta es m¨¢s sutil, m¨¢s fluctuante. Desde la traducci¨®n de Irigoyen a los cambios permanentes de Irene, la sensaci¨®n de juego perverso que se establece entre ella y sus enemigos, todo aparece explicado de una manera tan l¨®gica, tan di¨¢fana...
Irene. Yo estoy escribiendo un poema inspirado en la claridad, la transparencia de Nuria. Esta claridad del montaje es ella misma. Yo tengo una imagen de Nuria muy transparente, muy precisa, que descubr¨ª en su casa de Alcocebre. Ella con un vestido como de mu?eca, que se abandona en una silla, con la mirada errante, con una extra?a melancol¨ªa, no de una tristeza que duele, sino una tristeza perdida en el tiempo.
Do?a Nuria
Cuando la Espert prefer¨ªa la interpretaci¨®n a la direcci¨®n, corr¨ªa la leyenda de que los t¨¦cnicos, entre bastidores, guardaban una actitud casi reverente: "?Silencio! ?Sale Nuria!". Y sal¨ªa y dominaba el escenario, despertando la atenci¨®n de admiradores y detractores, sin dejar nunca indiferente. Cuando hace a?os Enrique Llovet escrib¨ªa en EL PA?S que Espert era una actriz "monumental" significar¨ªa sin duda lo que intent¨® expresar: ni peor ni mejor que otras, sino absolutamente fuera de las medidas normalmente aceptadas. Tit¨¢nica o monumental quiere decir, sencillamente, que no es comparable.Si de Irene Papas se hablaba del seren¨ªsimo Apolo de Olimpia o la siempre rigurosa Atenea, do?a Nuria pasea por su vida privada la sonrisa de las esfinges. Es esa sonrisa a medio pronunciar, que tambi¨¦n encontramos en los kour¨®s y kor¨¦s m¨¢s primitivos y que se conoce como "sonrisa arcaica". Tiene la inquietud de las duplicidades y el valor de una ambig¨¹edad que sabe trasladar en todo momento la ficci¨®n a la vida.
Aunque ahora ejerce como directora, sus cr¨¦ditos como actriz son muy altos desde su fulgurante revelaci¨®n como tr¨¢gica en 1954. Vi¨¦ndola en Fuenteovejuna exclam¨® un cr¨ªtico: "?Si Laurencia es as¨ª, c¨®mo ser¨ªa Medea!". El mism¨ªsimo Eugeni d'Ors se abri¨® sin dificultades ante aquel descubrimiento y encontr¨® en Espert la huella del genio. A ella no le bast¨®. Cuando hab¨ªa demostrado lo que pod¨ªa dar en el terreno cl¨¢sico se apunt¨® decididamente a la modernidad: Sartre, O'Neill, Brecht, Genet, Lorca, Valle, Arrabal fueron jalones de una carrera extremadamente distinguida en tiempos dif¨ªciles para serlo. Tras verla en Yerma el cr¨ªtico del Times la clasific¨® como una de las cinco mejores actrices de Europa. Trabaj¨¦ intensamente con ella cuando interpret¨® mis traducciones de Salom¨¦, La dama de las camelias y La tempestad. Una experiencia ¨²nica.
Cuando hace a?os, en M¨¦xico, acompa?¨¦ a Manuel Puig a una representaci¨®n de Yerma en el Bellas Artes, el autor de Boquitas pintadas sinti¨®se inmediatamente fascinado. En la inevitable visita al camerino pronunci¨® unas palabras que parecen el final perfecto para cualquier elogio:
-?Ay, Nuria! ?Gracias por tanta belleza!
K¨ªria Irene
Lola Flores asegur¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n que, si la hubiesen dejado, ella podr¨ªa haber sido la Irene Papas espa?ola.Ignoro c¨®mo estar¨ªa la Faraona bajo los rasgos de Clitemnestra, de Helena o de la Cleopatra de Shakespeare, pero la decana de la cr¨ªtica cinematogr¨¢fica inglesa, Dilys Powell, escribi¨® a ra¨ªz del estreno de la Electra de Irene Papas, realizada por Cacoyannis: "Nunca cre¨ª que llegar¨ªa a ver al Apolo del friso de Olimpia tomando vida y movi¨¦ndose
Hoy puedo decir que se parece a una cierta estatuilla de Atenea que se conserva en alg¨²n museo. Su excepcional vivacidad estropea el parecido para hacer vivo lo que m¨¢s amamos en el alma griega: algo tel¨²rico y celeste a la vez, pat¨¦tico pero tambi¨¦n desenfrenado, algo que combina la inspiraci¨®n festiva y el rigor religioso. El altercado entre lo apol¨ªneo y lo dionis¨ªaco, como quer¨ªa Nietzsche, se produce entre la imagen propuesta sobre el escenario y la pantalla y la conversadora que bromea y r¨ªe en torno a la mesa, con una sencillez que arrebata. No es la que el p¨²blico conoce, seguramente.
El cr¨ªtico Phillip Kemp be lamentaba de que, debido a la majestad de su f¨ªsico, el cine de Hollywood encasill¨® a Irene Papas en papeles "del tipo Madre Tierra, que requieren poco m¨¢s que sufrimiento estoico o furia elemental... Su papel de posadera en la Cristo si e fermato a Eboli, donde ayuda a ba?arse a Gian Maria Volont¨¦ y hace agudos comentarios sobre su f¨ªsico, sugiere una vena para la comedia ligera que ser¨ªa conveniente ver desarrollada... ".
Talento y generosidad
Acaba de hacerlo en una nueva pel¨ªcula de Cacoyannis, esta vez comedia moderna, donde Irene es una madre sofisticada y un poco extravagante. Le ha encantado. Las opiniones m¨¢s recientes pertenecen a su actual directora y ex Medea, do?a Nuria: "Su excepcional talento dram¨¢tico es de sobras conocido y respetado. Lo que resulta m¨¢s conmovedor es la generosidad con que este talento se manifiesta, el entusiasmo con que puede convertir un simple ensayo en una experiencia espiritual. Su generosidad no se manifiesta s¨®lo en su entrega, ese fervor con que valoriza cada segundo de los ensayos, sino en la ayuda que ofrece a todos sus compa?eros y en la atm¨®sfera que crea a su entorno, haciendo que cada uno de nosotros acabe dando lo mejor de s¨ª mismo. Todos ten¨ªan miedo antes de que llegase; ahora, todos la adoran. Cuando fui a Atenas para trabajar con ella a solas, sab¨ªa ya todo su texto en castellano: trabaj¨® con un profesor meses y meses, como si fuese el primer papel de su vida. A cada momento nos demuestra que es una gran maestra con la discreci¨®n, la modestia y la voluntad de una disc¨ªpula. Es asombroso, en una actriz que cuenta con un curr¨ªculo cimentado siempre en el prestigio".
Yo a?adir¨ªa acerca de K¨ªria Papas que, sin hacer de viuda cretense ni de ad¨²ltera mic¨¦nica proclive al magnificio, es definitiva y sencillamente una maravillosa mujer.
Babelia
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