Gil-Robles cree que es inconstitucional la 'retenci¨®n" de extranjeros en las fronteras
La imposibilidad de que los extranjeros retenidos en los puestos fronterizos abandonen el recinto, las dificultades para contactar con sus familiares o abogados y las malas condiciones de vida en que permanecen durante d¨ªas hasta ser expulsados "podr¨ªan configurar una situaci¨®n real de detenci¨®n no permitida por el art¨ªculo 17 del texto constitucional", seg¨²n un duro informe enviado el pasado d¨ªa 16 al ministro del Interior por el Defensor del Pueblo, Alvaro Gil-Robles. ?ste vuelve ahora a la carga a la vista de que "las quejas se multiplican".
El Defensor del Pueblo apunta la sospecha de que la actuaci¨®n de la polic¨ªa est¨¦ vulnerando derechos constitucionales. "La afirmaci¨®n, desde un punto de vista meramente administrativo, de que una persona no re¨²ne los requisitos de entrada en Espa?a y, por tanto, no ha penetrado a¨²n en territorio nacional, no puede dar lugar a crear zonas exentas de control y, en definitiva, lugares para la detenci¨®n incomunicada carentes de las m¨ªnimas garant¨ªas constitucionales".Gil-Robles le recuerda al ministro del Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera, la sentencia del Constitucional que fija que "debe considerarse como detenci¨®n cualquier situaci¨®n en que la persona se vea impedida u obstaculizada para autodeterminar, por obra de su voluntad, una conducta l¨ªcita ( ... ), sin que puedan encontrarse zonas intermedias entre detenci¨®n y libertad".
La polic¨ªa argumenta que los extranjeros no est¨¢n detenidos, sino retenidos en espera de volver a su pa¨ªs. Gil-Robles replica que "la transformaci¨®n de lo que deber¨ªa ser una situaci¨®n de preembarque de estas personas en posible detenci¨®n" es algo que ya ha sido apreciado por los jueces "en los casos en que ¨¦stos han estimado los recursos del habeas corpus [derecho del detenido a ser o¨ªdo por el juez] formulados por ciudadanos retenidos".
Un requisito inventado
Gil-Robles ha descubierto que la polic¨ªa se ha sacado de la manga un nuevo requisito, que aplica "con car¨¢cter general", aunque no Figura en la legislaci¨®n: los agentes exigen que las embajadas o al propio Defensor del Pueblo act¨²en como avalistas de los extranjeros para entrar en Espa?a.
Las directrices de Interior facultan a los funcionarios para que utilicen "cualquier medio que consideren suficiente" para asegurarse de la buena fe del visitante, pero esto "en ning¨²n caso entra?a una autorizaci¨®n para que se articule un nuevo requisito no establecido" en la normativa de Extranjer¨ªa, seg¨²n el escrito.
El aeropuerto de Barajas (Madrid) y otros puntos donde, se retiene a los extranjeros "no re¨²nen los requisitos exigibles" para que ¨¦stos pasen varios d¨ªas. "Las personas afectadas", sugiere, "deben ser tratadas dignamente y permit¨ªrseles al menos dormir en un hotel cerca del aeropuerto o puesto fronterizo".
Proposiciones deshonestas
El pasado 2 de julio, el defensor hizo una inspecci¨®n en Barajas, comprobando que dos ecuatorianos llevaban retenidos seis d¨ªas en una sala usada para la recepci¨®n de equipajes, carente de camas y duchas. En otra habitaci¨®n hab¨ªa 130 camas que el comisario del aeropuerto dijo que se iban a instalar esa misma noche. Aunque en la sala existe un tel¨¦fono y m¨¢quinas de caf¨¦ y tabaco, los extranjeros no pueden utilizarlas por carecer de moneda fraccionar¨ªa espa?ola, que los polic¨ªas tampoco les facilitan.
El Defensor del Pueblo pide a Corcuera que investigue la denuncia formulada por el embajador de Colombia en Madrid, Ernesto Samper, dando cuenta de las proposiciones sexuales sufridas por mujer que lleg¨® a Espa?a para averiguar la situaci¨®n de su hermana y de su cu?ado, detenidos el 2 de marzo de 1991.
"Fui tratada d¨¦ manera inhumana. Me privaron de todos mis derechos, encerr¨¢ndome en una habitaci¨®n tres d¨ªas. Un oficial de la aduana me pidi¨® que durmiera con ¨¦l y a cambio me ayudar¨ªa. Como no acept¨¦, me despojaron de mis pertenencias, de la maleta, documentos y 1.500 d¨®lares", relata la v¨ªctima.
"Hay un extra?o concepto de extraterritorialidad en Barajas, que para nosotros es un territorio espa?ol, en el que deben respetarse los derechos fundamentales", afirma el embajador Samper. Y, al referirse a la commemoraci¨®n del V Centenario del Descubrimiento, se queja: "Me da la impresi¨®n de que hay dos quintos centenarios muy diferentes: el de Sevilla y el de Barajas".
Ante las arbitrariedades policiales, Gil-Robles "aconseja" que en las comisar¨ªas haya un libro-registro donde figuren el nombre del retenido y el del funcionario que decidi¨® su expulsi¨®n. Los extranjeros padecen "una situaci¨®n de incomunicaci¨®n constitucionalmente inaceptable", dice Gil-Robles, que ha tenido que "advertir" a la polic¨ªa de "la obligaci¨®n de permitir entrar a los abogados y cursar la petici¨®n de habeas corpus".
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