Rabin frena la construcci¨®n de colonias jud¨ªas el d¨ªa que llega Baker a Jerusal¨¦n
El Gobierno israel¨ª ha impuesto nuevas restricciones a la construcci¨®n de asentamientos jud¨ªos en los territorios ocupados justo el mismo d¨ªa que el secretario de Estado norteamericano, James Baker, llegaba a Jerusal¨¦n para intentar desbloquear el proceso de paz con el Gobierno recientemente constituido por el laborista Isaac Rabin.
El primer ministro anunci¨® que ha ordenado que se revisen todas las anteriores decisiones gubernamentales para establecer nuevas colonias. Una actitud que avalaba las palabras de Baker desde el avi¨®n que le trasladaba a Israel: "Rabin ha creado una nueva posibilidad de transformaciones de las negociaciones de paz".Baker fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Exteriores, Sim¨®n Peres, y 45 minutos m¨¢s tarde ya estaba reunido con Rabin. En la agenda de las conversaciones destacan los siguientes puntos: Lograr un acuerdo sobre las grandes l¨ªneas de la autonom¨ªa palestina, que posteriormente habr¨¢n de negociarse entre Israel y los palestinos. Buscar, en com¨²n, lo que podr¨ªa servir de base para abrirse paso en las futuras negociaciones bilaterales israelo-sirias. Y examinar cual es la forma m¨¢s apropiada para que Tel Aviv obtenga las garant¨ªas que le permitan acceder a cr¨¦ditos de la banca estadounidense por valor de 10.000 millones de d¨®lares.
En Israel reina un cierto optimismo. La decisi¨®n de congelar toda construcci¨®n en los territorios ocupados mientras que el Gobierno estudia los planes anteriores y la declaraci¨®n del ministro de la Vivienda Benjam¨ªn Ben Eliezer de que a su Gabinete "no le interesa ver instalarse a¨²n cien mil jud¨ªos en los territorios" reflejan una nueva pol¨ªtica israel¨ª, que tanto ¨¢rabes como palestinos no pueden ignorar.
Adem¨¢s, el compromiso alcanzado entre las autoridades militares israel¨ªes y los l¨ªderes palestinos en Nablus, en la Cisjordania ocupada, para resolver la crisis de la universidad de esa ciudad, refleja una nueva actitud de unos y otros, que prefirieron la b¨²squeda de una soluci¨®n negociada al eventual ba?o de sangre. Todo esto contribuye a crear un clima favorable a las conversaciones con Baker.
Sin embargo, no hay tampoco motivo de euforia. Est¨¢ por ver si Baker aceptar¨¢ la distinci¨®n que hace Rabin de frenar el desarrollo de colonias pol¨ªticas, en zonas densamente pobladas por palestinos, y favorecer la implantaci¨®n de jud¨ªos en zonas de seguridad, como el Gol¨¢n, el valle del Jord¨¢n y los alrededores de Jerusal¨¦n.
Rabin no esconde que, en. sus cuatro a?os de mandato, no pretende hacer concesiones territoriales a los ¨¢rabes que, por otra parte, habr¨ªan de aprobarse por refer¨¦ndum. Ello es debido a que el primer ministro considera que la seguridad sin la paz es una ilusi¨®n y que la paz sin seguridad es un concepto muy peligroso.
Rabin quiere avanzar po "acuerdos provisionales". En este sentido, la insistencia de los palestinos de considerar el r¨¦gimen de autonom¨ªa ¨²nicamente como un arreglo provisional, se le ajusta perfectamente.
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