La Mafia asesina en Palermo al 'delf¨ªn' del juez Falcone
PERU EGURBIDE Palermo, la capital de la Sicilia occidental, parec¨ªa ayer el Beirut de los peores tiempos de la guerra. La tremenda explosi¨®n de un coche bomba que destroz¨® la fachada de un edificio de apartamentos puso fin, al filo de las seis de la tarde, a la vida de Paolo Borsellino, de 54 a?os, magistrado decisivo en la lucha anti-Mafia, que se esperaba que sucediera al superjuez Giovanni Falcone. Este ¨²ltimo hab¨ªa corrido ya la misma suerte el 23 de mayo en un atentado de caracter¨ªsticas similares al que ha costado la vida a Borsellino.
Los cinco guardaespaldas de Borsellino -uno de los cuales era una mujer- fallecieron en el mismo atentado, que produjo, adem¨¢s, 15 heridos, seg¨²n las primeras estimaciones.Tres grandes columnas de humo que pod¨ªan verse a gran distancia se?alaban el lugar del crimen. Cristales, ventanas, incluso trozos de fachada y de balcones del edificio m¨¢s afectado se desperdigaban por los alrededores. Una gran mancha de aceite quemado, numerosos autom¨®viles convertidos en un amasijo de hierros retorcidos y despojos de carne humana, que, seg¨²n testigos presenciales, dejaron en el aire un olor a chamuscado, compon¨ªan un paisaje que parec¨ªa el de una tierra devastada por un bombardeo a¨¦reo.
Pero la explosi¨®n no la caus¨® un B-52, sino un coche bomba como los que la Mafia ha utilizado ya en tres atentados, incluido el de Falcone. Las autoridades sospechan que esta tecnolog¨ªa implica una colaboraci¨®n con grupos criminales del otro lado del Atl¨¢ntico, o sea, las mafias de Colombia o Estados Unidos.
La carga era, seg¨²n las primeras estimaciones, m¨¢s potente incluso que la que hizo volar casi 100 metros de carretera para segar la vida del que fue pionero de los magistrados s1cIlianos anti-Mafia. Tres Fiat Croma blindados fueron los m¨¢s directamente alcanzados por la explosi¨®n de ayer.
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Manifestaciones en Italia contra la Mafia
Viene de la primera p¨¢gina El coche con los explosivos estaba aparcado ante la casa de la madre de Borsellino, enfrente de una escuela donde, por fortuna, no hab¨ªa ni?os por ser d¨ªa festivo. En el momento en que se produjo la detonaci¨®n, el magistrado, acompa?ado por sus escoltas, se dirig¨ªa hacia su veh¨ªculo. Borsellino acababa de visitar a su familia en una calurosa tarde de domingo. Palermo estaba desierta. Sus habitantes, en la playa. Pero, como ocurri¨® en el caso de Falcone, los criminales hab¨ªan logrado saber cu¨¢l ser¨ªa el programa, siempre imprevisible, del magistrado. A ¨¦ste, la bomba le cogi¨® de lleno, antes de que hubiera llegado al coche. Cost¨® mucho trabajo identificarle.
Sobre las medidas de seguridad en torno a este magistrado, hay pocas dudas, ya que, tras la muerte de su amigo Falcone, hab¨ªa sido propuesto por el ministro de Justicia, el socialista Claudio Martelli, como candidato a superfiscal, la direcci¨®n de una especie de nuevo FBI italiano. Falcone era, a su vez, el candidato oficial a ese cargo, a¨²n no cubierto, cuando fue asesinado.
Jueces anti-Mafia
Siciliano como ¨¦l, casado y con tres hijos, el propio Borsellino hab¨ªa contado en un reciente programa de televisi¨®n c¨®mo las organizaciones de jueces anti-Mafia -los llamados pool- nacieron precisamente de una conversaci¨®n suya con Falcone: "Empezamos a hablar y nos dimos cuenta de que est¨¢bamos persiguiendo a las mismas personas y a veces incluso por los mismos delitos. Ah¨ª vimos la importancia de que todos los magistrados empe?ados en la lucha contra la Mafia nos comunic¨¢ramos nuestras investigaciones".
Tambi¨¦n la zona donde se produjo el atentado de ayer deber¨ªa de haber estado bien vigilada, ya que en ella, a unos 50 metros del lugar de la explosi¨®n, se encuentra el domicilio de otro c¨¦lebre juez anti-Mafia, Giuseppe Ayala, que hoy es diputado republicano. Por esa circunstancia, Ayala, que se encontraba en su casa, fue uno de los primeros en llegar a la calle Autonom¨ªa, convertida ya en escena de horror. Preguntado por el sentido de esta nueva tragedia, un Ayala visiblemente confuso responder¨ªa poco despu¨¦s a la televisi¨®n estatal italiana: "No lo s¨¦. Confieso que tengo dificultad para lograr una explicaci¨®n de estas manifestaciones de prepotencia y de un desaf¨ªo mafioso como hasta ahora no hab¨ªamos visto".
Para la misma hora, algunos palermitanos hab¨ªan comenzado ya a congregarse ante la que fue la casa de Falcone, en la v¨ªa Notarbartolo, que se ha convertido en un punto habitual de protesta contra la Mafia, y centro de manifestaci¨®n de cuantos viven con indignaci¨®n que el poder de la delincuencia haya llegado a expandirse hasta este punto.
No fue ¨¦sta la ¨²nica concentraci¨®n. En Catania, m¨¢s de un millar de personas se manifestaron espont¨¢neamente ante el Palacio de Justicia para protestar contra el atentado. En la ciudad de Verona, al norte del pa¨ªs, los 17.000 asistentes a una representaci¨®n de ¨®pera guardaron compungidos un minuto de silencio por las v¨ªctimas. Al mismo tiempo, la Confederaci¨®n de Sindicatos Italianos convocaba a una jornada de huelga general en Sicilia para ma?ana, d¨ªa en que se celebrar¨¢n los funerales por el magistrado Borsellino.
"Sujeto en peligro"
El ex alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, expres¨® su consternaci¨®n a trav¨¦s de algunos medios de comunicaci¨®n. El mismo, en estos d¨ªas, ha pasado a ser clasificado como "sujeto en peligro" por el Ministerio del Interior. Hasta ahora, Orlando hab¨ªa sido simplemente "sujeto de riesgo". Su situaci¨®n actual implica que, en opini¨®n de las autoridades, no s¨®lo es alguien que podr¨ªa ser asesinado, sino alguien al que la Mafia ha decidido ya asesinar y ahora mismo estar¨ªa tratando de hacerlo. Por ello, los polic¨ªas que protegen a Orlando han pasado de cinco a 12.
"Si me mataran, no lo har¨ªa s¨®lo la Mafia, aunque sin duda ¨¦sta ser¨ªa utilizada. El delito nacer¨ªa del cruce entre Mafia y pol¨ªtica", manifestaba ayer Orlando a un diario italiano. En la misma entrevista, Orlando comentaba su situaci¨®n con su esposa, Milly. A las siete de la tarde de ayer, la esposa de Borsellino segu¨ªa preguntando por el estado de su marido. Nadie se hab¨ªa atrevido a decirle todav¨ªa que hab¨ªa muerto.
Que Paolo Borsellino estaba amenazado, se sab¨ªa desde hace tiempo. Un arrepentido, Vicenzo Calcara, hab¨ªa incluso declarado a la justicia que ¨¦l estuvo encargado de asesinar al magistrado muerto ayer y que la orden le hab¨ªa llegado de la Mafia de Trapani, pero que luego se desisti¨® de ejecutarlo.
Aldo Rizzo, actual alcalde de Palermo, manifestaba ayer: "Aqu¨ª no gobierna la democracia, sino el terror y la muerte".
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