Maragall y Samaranch pedir¨¢n una tregua en Yugoslavia durante la inauguraci¨®n de los Juegos

El alcalde de Barcelona y presidente del Comit¨¦ Organizador Ol¨ªmpico Barcelona 92 (COOB), Pasqual Maragall, y el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, har¨¢n un llamamiento durante la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos para pedir una tregua en el conflicto b¨¦lico que enfrenta a las antiguas rep¨²blicas de Yugoslavia. Este gesto ha sido solicitado personalmente por el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Ghali, en una carta que ha remitido a Maragall.

Pasqual Maragall explic¨® ayer en una conferencia de prensa que el llamamiento pedido por el secretario general de la ONU se referir¨¢ al cumplimiento del alto el fuego acordado el pasado 17 de julio en Londres. Tanto Samaranch como Maragall manifestaron su satisfacci¨®n por la resoluci¨®n de la ONU que permite participar en los JJOO, a t¨ªtulo individual, a los atletas de las dos ¨²nicas rep¨²blicas que forman hoy Yugoslavia -Serbia y Montenegro-, en la medida en que garantiza la universalidad de los Juegos de Barcelona. Samaranch inform¨® que el COI ha organizado dos vuelos charter para desplazar a Barcelona a los deportistas de Serbia y Montenegro y de Bosnia-Herzegovina.[Diez atletas de Bosnia-Herzegovina junto a su equipo t¨¦cnico y directivos, despegaron ayer, a las seis de la tarde, hora espa?ola, de la pista del aeropuerto de Sarajevo rumbo a Lulajbna. Desde la capital eslovena, el vuelo continu¨® hacia Barcelona. Los francotiradores que pueblan la carretera que lleva desde Sarajevo hasta el aeropuerto, respetaron la columna escoltada por carros blindados de las Naciones Unidas y al presidente de la rep¨²blica balc¨¢nica, Ilja Izebegovic, informa Adri¨¢n Sotro.]

Maragall ha invitado a acudir a la ceremonia inaugural a los alcaldes de Belgrado (Serbia), Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), Zagreb y Dubrovnik (Croacia). Los dos ¨²ltimos ya han confirmado su asistencia.

Samaranch y Maragall comparecieron ayer ante una nutrida representaci¨®n de la prensa internacional para, a pocas horas de la inauguraci¨®n, dar cuenta del estado de la organizaci¨®n. Samaranch asegur¨® ayer, rotundo, sentirse "muy orgulloso" de lo que ha visto hasta ahora, como presidente del COI y como barcelon¨¦s. "Todo est¨¢ dispuesto para que el 9 de agosto podamos anunciar que ¨¦stos han sido unos grandes JJOO", a?adi¨®.

El alcalde de Barcelona se?al¨® que "Barcelona est¨¢ preparada para este acontecimiento en todos los aspecto? y que se ha hecho todo lo posible para garantizar el ¨¦xito de los Juegos. Maragall resalt¨® el amplio consenso, institucional y ciudadano que ha rodeado a esta cuesti¨®n, e insisti¨® en que ¨¦stos ser¨¢n finalmente "los Juegos de la paz y la fraternidad".

Una parte significativa de las preguntas de los periodistas extranjeros se refiri¨® a la catalanizaci¨®n de los Juegos: algunos preguntaron por las lenguas a usar en la ceremonia de inauguraci¨®n, otros mostraron su extra?eza por la ausencia de banderas espa?olas en la ciudad y hubo quienes inquirieron sobre la posibilidad de que se produzcan reivindicaciones. nacionalistas. Maragall afirm¨® que "no habr¨¢ ninguna manifestaci¨®n que perturbe el desarrollo de los Juegos y que, en cualquier caso, Catalu?a tendr¨¢ la oportunidad de darse a conocer como un pa¨ªs "diferente y plural".

Samaranch explic¨® que la catalanizaci¨®n de los Juegos era algo asumido desde momento en que Barcelona fue designada como ciudad organizadora de los JJOO de 1992, record¨® que el catal¨¢n es lengua oficial de Catalu?a y que la presencia de los s¨ªmbolos catalanes ha sido fruto de un acuerdo entre todas las instituciones -el Gobierno espa?ol incluido-, que el COI respeta.

Samaranch explic¨® que el patrocinio al deporte lo ha salvado de un posible colapso y que la intervenci¨®n de las firmas comerciales han hecho posible una competici¨®n "mayor y mejor". Tambi¨¦n expres¨® su preocupaci¨®n por la injerencia pol¨ªtica y judicial en los Juegos, aspecto que, dijo, deber¨¢ ser abordado de inmediato.