Convivir con el sida
12.000 congresistas intercambian experiencias sobre una enfermedad que nadie sabe curar
La ciudad de Amsterdam se ha llenado esta semana de personas con un bolsa de colores chillones -azul y naranja- y la inscripci¨®n: AIDS-SIDA, VIII Conferencia Internacional. Los 12.000 participantes, medio millar de los cuales tienen el virus VIH en sus cuerpos, no se han ocultado. Al contrario, han demostrado que se puede convivir con la enfermedad. En las 165 sesiones y m¨¢s de mil debates han insistido en la gravedad de esta epidemia que ya ha invadido a m¨¢s de diez millones de personas en el mundo y que nadie sabe curar.
"Ha sido la conferencia de la esperanza", dijo en la clausura Jonathan Mann, cient¨ªfico de la Universidad de Harvard y presidente del comit¨¦ organizador. Sin embargo, nadie, ni las autoridades de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), ni los cient¨ªficos, ni los afectados, han dejado de aportar datos sobre la gravedad de la epidemia.Lo que han demostrado todos es que se puede convivir con el sida, que nadie debe eludir a los afectados y que ¨¦stos, hasta que la enfermedad est¨¦ en fase terminal, pueden tener una sexualidad y una vida normal. Camisetas con la inscripci¨®n "No Borders" (Sin fronteras, en ingl¨¦s), o "l am seropositiv" (Soy ser¨®positivo) compaginaban bien con la permanente camisa blanca y pajarita de Mann o las cabezas rapadas de muchos homosexuales y sus efusivas muestras de afecto.
Al recinto ferial de la ciudad holandesa, donde se ha celebrado la reuni¨®n, acud¨ªan cada d¨ªa 12.000 personas con las bolsas azul y naranja. En los descansos de las sesiones visitaban la muestra de empresas farmac¨¦uticas y la exposici¨®n de las organizaciones no lucrativas: la de defensa de las prostitutas brit¨¢nicas; el colectivo gay y lesbianas de Holanda -decorado con tules y videos divulgativos-; los grupos de informaci¨®n sobre el sexo seguro o a la distribuci¨®n gratuita de jeringuillas entre drogadictos.
Casi 4.000 participantes llegados de EE UU reforzaron con su presencia la necesidad de luchar contra la discriminaci¨®n, despu¨¦s de que la conferencia no pudiera celebrarse en su pa¨ªs por las restricciones de entrada a quienes han contra¨ªdo la infecci¨®n. Durante una semana, en las calles, hoteles y restaurantes de Amsterdam ha habido muchos visitantes afectados por el virus.
Remover conciencias
El lema contra la discriminaci¨®n ha sido defendido tambi¨¦n por mil participantes venidos de 95 pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Para la OMS, la "demograf¨ªa" de la conferencia demostr¨® que la crisis mundial provocada por el sida puede servir tambi¨¦n para remover conciencias y modificar decisiones pol¨ªticas.
Hombres y mujeres de los cinco continentes que se presentaban como afectados por el sida han hecho hincapi¨¦ en su derecho a vivir dignamente. Muchos hablaron en nombre de personas pobres de todas las razas; de mujeres enfermas de sida y de sus ni?os contagiados; de ancianos que deben cuidar de sus nietos porque la epidemia se ha llevado a sus hijos. En conjunto, seres humanos que rechazan ser olvidados en los llamados grupos de riesgo (indigentes, adictos a las drogas y homosexuales, ante todo), "porque el sida nos afecta a todos y todos podemos contraerlo", seg¨²n la OMS.
La universidad de Harvard, co-organizadora de la conferencia, ha insistido en que el sida es tambi¨¦n un problema social y econ¨®mico: "Una situaci¨®n explosiva que, como el medio ambiente, nos obliga a preocuparnos del futuro del mundo en que vivimos", dijo Harvey Fineburg, de dicha universidad.
La ciencia ya no es la protagonista principal de, la lucha contra el sida. Se ha hablado en Amsterdam de experimentos de vacunas del sida, que tardar¨¢n a?os en lograrse, y de avances en los medicamentos. En la d¨¦cada de los 80 se dio un gran salto en el conocimiento de este virus que infecta a la persona, destroza su sistema inmunol¨®gico y la lleva a la muerte casi segura. Ahora la ciencia avanza m¨¢s despacio.
Ciencia espa?ola contra el VIH
Casi doscientos espa?oles han participado en la conferencia y varios de ellos han tenido un papel relevante. As¨ª, en un estudio realizado durante tres a?os en Europa y Australia sobre un millar de infectados por el virus de la inmunodefiencia humana (VIH), causante del sida, a los que se administr¨® el antiviral AZT antes de que mostrasen s¨ªntomas de sida, 300 pacientes eran espa?oles."La evoluci¨®n hacia el sida de quienes tomaron el medicamento es un 50% inferior que entre quienes se les ha suministrado un placebo", explic¨® Juan Gonz¨¢lez Lahoz, del Instituto de Salud Carlos III. "Es la primera vez que se ha descrito esto a nivel mundial. La resistencia del cuerpo al f¨¢rmaco es la contrapartida de la eficacia". Los espa?oles han participado en un trabajo europeo sobre el tratamiento de la tuberculosis asociada al VIH.
Sobre las part¨ªculas de retrovirus detectadas en algunas personas sin VIH en EE UU, Rafael N¨¢jera, director del Carlos III, ha explicado: "Han aparecido unos casos con cuadros similares a los del sida que no tienen VIH; adem¨¢s se han presentado algunas muestras (muy pocas) de observaci¨®n de unas part¨ªculas. La conexi¨®n entre enfermedad y part¨ªculas no est¨¢ demostrada". La inmunodeficiencia puede darse por agotamiento del sistema inmune, seg¨²n Gonz¨¢lez y part¨ªculas de este tipo han sido ya descritas sin que se haya visto relaci¨®n con enfermedades. "En Espa?a hay cuatro pacientes como los de EE UU: uno con sarcoma de Kaposi (raro tumor asociado al sida) y tres con inmunodeficiencias similares al s¨ªndrome pero sin VIH. Hay que vigilarles pero no son motivo de alarma".
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