?Poca monta?a? Pregunte a los protagonistas
Los diez primeros del Tour 92: Indur¨¢in, Chiappucci, Bugno, Hampsten, Lino, Delgado, Breukink, Perini, Roche y Heppner. Los del Tour 91: Indur¨¢in, Bugno, Chiappucci, Mottet, Leblanc, Fignon, LeMond, Hampsten, Delgado y Ru¨¦. Maastricht se impuso este a?o a los Pirineos. "Falta monta?a", dec¨ªan los entendidos. Ru¨¦, el d¨¦cimo en 1991, cedi¨® 20 minutos al espa?ol. Heppner, su hom¨®logo en 1992, 25. Una edici¨®n monta?osa y otra criticada por no serlo tanto: el mismo resultado.Claudio Chiappucci ha clamado por una cronoescalada para acabar con el imperio Indur¨¢in. Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, el director del Banesto, le ha respondido: "Igual se lleva una sorpresa y Miguel le gana tambi¨¦n".
El Tour es el Tour, distribuya la monta?a en dos tandas o la concentre en dos jornadas brutales. Los mejores corredores del mundo se juegan siempre el pellejo d¨ªa a d¨ªa. Esta vez se han agotado en el llano -la media del ganador ha sido la m¨¢s r¨¢pida de la historia- y han llegado a los Alpes sin resuello: diferencias abismales en las cumbres y desfallecimientos -LeMond, Leblanc- hist¨®ricos. La m¨¢s rid¨ªculas cotas de cuarta categor¨ªa originaron la p¨¦rdida de muchos minutos.
Greg LeMond, la cara de la derrota pat¨¦tica, y Luc Leblanc declararon: "Necesitamos los Pirineos para superar los posibles agotamientos en los Alpes". No habr¨ªan tenido la oportunidad. Quedaron eliminados. El norteamericano, incapaz de resistir, abandon¨®. El franc¨¦s, d¨¦bil, lleg¨® fuera de control. Los dos sucumbieron en la misma etapa, la de L'Alpe d'Huez.
El 13 de julio
Una explicaci¨®n la dio Gianni Bugno, el m¨¢s derrotado: "Imposible superar el golpe psicol¨®gico de la contrarreloj de Luxemburgo".Aquel 13 de julio se acab¨® el Tour quedara o no quedara monta?a. Indur¨¢in sac¨® minutos a todos. Habr¨ªa doblado a todos los competidores. Nadie se repuso del mazazo. En las cumbres, desanimados y sin fuerzas, s¨®lo hablaron por la boca, no desde los pedales: ataques artificiales y amagos de aceleraciones en las cuestas. Hasta Delgado se sum¨® al festival de efectismos.
Chiappucci quiso dar, desde su optimismo, la imagen de la rebeld¨ªa. Lo consigui¨® con una escapada a lo Coppi. Muchos kil¨®metros, muchos puertos, pero pocos segundos. Fue el momento m¨¢s dif¨ªcil de Indur¨¢in, a quien enga?¨® el coraz¨®n en la subida a Sestrieres: una p¨¢jara de 20 segundos, lo m¨¢s que cedi¨®.
Adem¨¢s, el italiano se colg¨® la medalla: "Ha ganado Indur¨¢in, pero yo he sido su ¨²nica amenaza. Por tanto, soy el vencedor moral".
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