"No podemos perder esta batalla"

Abri¨® la mesa redonda Estefan¨ªa. "S¨®lo estoy aqu¨ª para manifestar la solidaridad de todos los periodistas espa?oles dem¨®cratas que luchamos por la libertad de expresi¨®n". EL PA?S es el ¨²nico diario espa?ol que forma parte hasta ahora del Comit¨¦ Internacional para la Defensa de Salman Rushdie y de sus Editores, que integra a los mejores peri¨®dicos de todo el mundo, entre ellos The Financial Times, The Guardian, The Independent, Le Monde, La Repubblica y The Indian Post, entre otros muchos. Estefan¨ªa ley¨® un comunicado hecho p¨²blico en marzo de 1989, pocos d¨ªas despu¨¦s de que el ayatol¨¢ Jomeini condenara. a muerte a Salman Rushdie por su libro Los versos sat¨¢nicos.

"El 14 de febrero, Jomeini hizo un llamamiento a todos los musulmanes para que persigan y ejecuten a Salman Ruslidie, autor de Los versos sat¨¢nicos", ley¨® el director de EL PA?S. "Nosotros, los abajo firmantes, como defensores del derecho a la libertad de opini¨®n y de expresi¨®n, hacemos un llamamiento a la opini¨®n p¨²blica para que apoye los derechos de todos los pueblos a expresar sus ideas y creencias y a exponerlas de forma cr¨ªtica en base a una mutua tolerancia, libres de censuras o posibles intimidaciones. Hacemos un llamamiento a todos los gobernantes para que contin¨²en repudiando la condena hecha contra Salman Rushdie".

"Desgraciadamente, este comunicado sigue siendo v¨¢lido tres a?os y medio despu¨¦s", concluy¨® Estefan¨ªa.

Rushdie agradeci¨® vivamente la campa?a a su favor que mantiene EL PA?S y el Comit¨¦ Internacional de Defensa. Agradecimiento al que se sum¨® tambi¨¦n Gustavo Villapalos.

La sala donde se celebr¨® la mesa redonda era un hervidero de periodistas, escritores y asistentes a los cursos de El Escorial La entrada de Rushdie, por una puerta lateral y fuertemente custodiado, provoc¨® los m¨¢s encendidos aplausos, pero quiz¨¢ el momento m¨¢s emotivo fue la llegada de Rosa Chacel, que interrumpi¨® el discurso de Rushdie. La escritora, a sus 94 a?os, quiso desplazarse a El Escorial para brindar al escritor perseguido su apoyo y el de todos cuantos luchan por la libertad.

Si Salman Rushdie pidi¨® casi permiso a sus anfitriones para solicitar ayuda a Espa?a, Vargas Llosa fue contundente: "Si hay alg¨²n pa¨ªs en el mundo que puede tomar la iniciativa en Occidente para ayudar a Rushdie, es Espa?a. Es pa¨ªs que tiene tan buenas credenciales, como se vio recientemente cuando pa¨ªses enfrentados aceptaron la mediaci¨®n de Espa?a para reunirse en Madrid [la Cumbre de Madrid, celebrada el pasado octubre], y tiene adem¨¢s un protagonismo muy justificado porque ha sido, capaz de democratizarse, no s¨®lo de forma r¨¢pida, sino tambi¨¦n pac¨ªfica. ?Qu¨¦ mejor marco que el de ahora, cuando se celebran la Expo y los Juegos Ol¨ªmpicos, para que de este pa¨ªs surja una iniciativa p¨²blica y privada para mediar ante aquella gente que quiere silenciar la voz de la libertad?".

"La presencia valiente y generosa de Rushdie merece una iniciativa espa?ola que ponga punto final a su pesadilla", a?adi¨®.

El caso Rushdie, dijo Vargas, "ha movilizado a muchos intelectuales de los cinco continentes, y debemos asumir la responsabilidad de defender a Salman Rushdie a trav¨¦s de los Gobiernos, de los medios de comunicaci¨®n, para que se levante esa condena a muerte y pueda llevar una vida civilizada. Porque mientras siga viviendo en las catacumbas, mientras siga prisionero, ning¨²n escritor del mundo puede sentirse libre". Y a?adi¨®: "Los ayatol¨¢s, los imames, no s¨®lo han condenado el libro, sino el derecho a la fantas¨ªa, el ejercicio cr¨ªtico, la posibilidad de disentir". "Y lo peor", a?adi¨®, "no es que lo ejecuten los fan¨¢ticos, sino que el mundo civilizado se resigne a ello. Por ello tenemos la obligaci¨®n de impedir que ocurra. Debemos recordar que lo que le ocurra a Salman es una espada de Damocles que pende sobre todos nosotros".

Vargas se?al¨® que el caso Rushdie pone de manifiesto "lo fr¨¢gil, lo vulnerable que es la civilizaci¨®n. Rushdie es de origen indio, pero escritor y ciudadano brit¨¢nico, y lo persiguen no en pa¨ªses b¨¢rbaros, que viven fuera de la ley, sino en pa¨ªses democr¨¢ticos".