Croacia, sin cambio
LAS ELECCIONES del domingo pasado en Croacia se han realizado en condiciones completamente anormales: casi un tercio del pa¨ªs est¨¢ ocupado por los cascos azules de la ONU, despu¨¦s de su conquista por Serbia; no hay censo oficial de las personas con derecho a voto, y en el extranjero lo ten¨ªa todo aquel que acreditase una ascendencia croata. En realidad, esas elecciones se deben a una iniciativa del presidente Tudjman, deseoso de ser confirmado en su puesto para un periodo de cinco a?os antes de que se manifiesten, en el plano. econ¨®mico, las peores consecuencias de las hostilidades sufridas durante el ¨²ltimo a?o.En un pa¨ªs movilizado para la guerra, con tropas combatiendo en zonas de Bosnia-Herzegovina, no existen las condiciones necesarias para una consulta democr¨¢tica. Adem¨¢s, el presidente, con sus m¨¦todos autoritarios, ha sacado ventaja de su control del aparato estatal y de muchos medios de comunicaci¨®n. TudJinan se ha presentado como el fundador de la nueva Croacia independiente, ha hecho campa?a con el lema la guerra ha sido ganada y parece haber alcanzado su objetivo. Seg¨²n resultados a¨²n no definitivos, pero ya significativos, ha logrado ser elegido por mayor¨ªa absoluta en la primera vuelta. En segundo lugar se coloca el partido social-liberal, partidario de una democracia m¨¢s efectiva que la de Tudjman, pero en cambio m¨¢s militarista y favorable a la reconquista por las armas de las zonas controladas por los cascos azules. El dato m¨¢s importante que sale de las urnas es el escasisimo apoyo a las actitudes m¨¢s belicistas de los grupos ultranacionalistas y una predisposici¨®n favorable a la pol¨ªtica actual. de negociar en el marco de la ONU.
En Bosnia-Herzegovina, la situaci¨®n ha llegado mientras tanto a un extremo tan dram¨¢tico que exige un reforzamiento de las medidas de la comunidad internacional. Por un lado, una mayor ayuda a la masa de los refugiados, en lo que Espa?a deber¨ªa hacer un esfuerzo superior al muy escaso que ha hecho hasta ahora. Pero el problema de fondo es que esa rep¨²blica est¨¢ pr¨¢cticamente ocupada por bandas armadas que quieren imponer la pureza ¨¦tnica. Los serbios (un 31% de la poblaci¨®n) han conquistado el 65% del territorio. Los croatas ocupan el 20% de ¨¦ste. Los musulmanes (el 44% del censo) est¨¢n siendo expulsados de sus casas y aldeas con m¨¦todos criminales, principalmente por las bandas serbias. Seg¨²n denuncias s¨®lidas, hay campos de concentraci¨®n en los que se encierra a los musulmanes. Por otra parte, los permanentes ataques a Sarajevo -que interrumpen cada d¨ªa la llegada de la ayuda internacional y causan bajas entre civiles, incluso ni?os, y soldados de las unidades de la ONU- tienden a paralizar al Gobierno de Bosnia y a imponer el reparto del pa¨ªs.
Parece llegado el momento de que el Consejo de
Seguridad estudie la adopci¨®n de medidas militares que permitan neutralizar a los atacantes serbios. ?stos se hab¨ªan comprometido a entregar su armamento pesado, pero no lo han hecho. No se trata del Ej¨¦rcito de un Estado: son bandas ilegales armadas, culpables de muchos cr¨ªmenes, que se aprovechan de las ayudas de Belgrado y de la pasividad internacional.
Una operaci¨®n puntual podr¨ªa dar a las bandas que asedian Sarajevo un golpe serio y abrir unos pasillos efectivos para socorrer a la poblaci¨®n. Una actitud firme en Sarajevo tendr¨ªa consecuencias positivas en los medios pol¨ªticos de Belgrado, donde se oyen voces discrepantes con la pol¨ªtica de guerra de Milosevic. De otro lado, tal iniciativa no supondr¨ªa la modificaci¨®n de la l¨ªnea fundamental seguida por la ONU y la -CE de concentrar los m¨¢ximos esfuerzos en lograr una negociaci¨®n, una soluci¨®n pol¨ªtica.
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