Otro golpe a ETA
LA DETENCI?N en Francia de Faustino Estanislao Villanueva, Taxpu, presunto superviviente de la c¨²pula de ETA, ha coincidido con un periodo de inactividad criminal por parte de la organizaci¨®n terrorista, interpretado por algunos como una tregua de hecho, y con movimientos. en el seno del nacionalismo vasco a la b¨²squeda de una -imprecisa, por el momento- salida dialogada a los problemas dejados tras de s¨ª por la violencia.En estas circunstancias, la detenci¨®n en Burdeos por la polic¨ªa francesa de un hombre que pod¨ªa reconstruir la jefatura militar de ETA adquiere un especial significado. De ah¨ª las interpretaciones que inmediatamente se han producido. Las emanadas de los c¨ªrculos civiles de la banda terrorista son las esperadas. Seg¨²n Herri Batasuna y la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) -tanto da-, la captura policial de Villanueva muestra la arrogancia y cerraz¨®n del Gobierno ante la propuesta de tregua realizada por la organizaci¨®n terrorista en su comunicado del pasado 10 de julio. Con esta reacci¨®n, perfectamente acorde con la estrategia de forzar una negociaci¨®n pol¨ªtica, el aparato pol¨ªtico de ETA busca la implicaci¨®n del Gobierno en una situaci¨®n de la que, sin embargo, s¨®lo la organizaci¨®n terrorista es responsable.
Menos comprensibles son reacciones como la del portavoz de Eusko Alkartasuna (EA) en el Congreso, Joseba Azkarraga, para quien la detenci¨®n de Villanueva es, nada menos, que una provocaci¨®n. Como poco es una incongruencia que un dirigente de un partido firmante del acuerdo vasco contra la violencia -el llamado Pacto de Ajuria Enea- ponga en cuesti¨®n la vigencia de aspectos esenciales del mismo, como la necesidad e importancia de la acci¨®n policial para la erradicaci¨®n del terrorismo, la prevenci¨®n de atentados y la persecuci¨®n de sus autores, unido todo ello a la colaboraci¨®n internacional antiterrorista entre los Gobiernos. No existe en estos momentos ninguna circunstancia que aconseje alterar en lo m¨¢s m¨ªnimo el acuerdo b¨¢sico contra la violencia alcanzado hace cinco a?os por los partidos democr¨¢ticos del Pa¨ªs Vasco.
Aun pensando en el d¨ªa despu¨¦s de la violencia desde la perspectiva del di¨¢logo, la detenci¨®n de quienes intentan recomponer las redes terroristas -la de Villanueva, por ejemplo- sigue siendo la m¨¢s eficaz de las medidas pol¨ªticas imaginables. Adem¨¢s de un efecto pr¨¢ctico inmediato, en la medida que dificulta la acci¨®n criminal de los terroristas, la actuaci¨®n policial tiene un efecto pol¨ªtico de desmoralizaci¨®n del entorno de ETA, sin cuyo apoyo el terrorismo que practica habr¨ªa dejado de existir hace tiempo. Es en este contexto, que muestra la inutilidad de la v¨ªa del enfrentamiento armado y de su correlato ut¨®pico de negociaci¨®n pol¨ªtica, donde pueden fortalecerse las posturas que en el interior del nacionalismo vasco radical plantean t¨ªmidamente el sinsentido de la prolongaci¨®n de la violencia como un fin en s¨ª misma y sin perspectivas de hacer avanzar un mil¨ªmetro otra causa que no sea la de la muerte misma. De ah¨ª que actuaciones policiales como la detenci¨®n de Villanueva en Francia no s¨®lo no cerrar¨ªan ninguna posibilidad realmente existente de di¨¢logo para resolver los problemas de la violencia -en el seno del nacionalisno y en el de las instituciones con capacidad de buscar salidas personales a los m¨¢s de 500 presos de ETA y a los activistas que dejen las armas-, sino que la facilitar¨ªan.
En todo caso, el chantaje de ETA, consistente en condicionar el cese del fuego, es decir, del terrorismo, a la aceptaci¨®n por el Estado de su programa pol¨ªtico, se est¨¢ revelando cada vez m¨¢s como un obst¨¢culo en el nuevo escenario nacionalista radical, nucleado en tomo a la idea de la autodeterminaci¨®n. En cualquier caso, este posible frente nacionalista de car¨¢cter independentista tendr¨¢ que someterse al libre juego democr¨¢tico y convencer de que la suya es una f¨®rmula mejor que la del Estatuto de Gernika para resolver los problemas de la sociedad vasca. Pero ¨¦sa es otra historia.
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