El 'esc¨¢ndalo Collor'
EL PRESIDENTE de Brasil, Fernando Collor de Mello, ha sufrido una de las ca¨ªdas de prestigio m¨¢s r¨¢pidas que se han conocido en la historia. Como jefe de Estado anfitri¨®n de la Cumbre de R¨ªo tuvo un gran protagonismo en todas las negociaciones para encontrar puntos de acuerdo fundamentales para defender la naturaleza. Pero desde el momento mismo de su clausura, Collor se encontr¨® acosado por una serie de acusaciones de corrupci¨®n que afectan directamente a ¨¦l y a su familia. Ha intentado defenderse con un discurso ante la televisi¨®n, pero no ha convencido a nadie. Los datos acusatorios son tan graves y concretos que prevalece la opini¨®n de que ser¨¢ sometido a un juicio pol¨ªtico.Todo empez¨®, en mayo, con unas acusaciones de un hermano del presidente contra el millonario Paulo C¨¦sar Farias, tesorero de la campa?a electoral de Collor. Ello provoc¨® I.a apertura de una investigaci¨®n por una comisi¨®n especial del Congreso. Las labores de esta comisi¨®n, parte de las cuales han sido hechas p¨²blicas, presentan a un Farias -¨ªntimo del presidente- culpable de extorsi¨®n de empresas, tr¨¢fico de influencias, evasi¨®n de impuestos y fuga de capitales. Al mismo tiempo, la comisi¨®n ha descubierto elocuentes indicios de un flujocuantioso de recursos desde las empresas de Farias hacia las cuentas particulares del presidente brasile?o y de su esposa, Rosane.
En cuanto a las declaraciones del ex secretario particular de Collor de Mello, Claudio Vieyra, seg¨²n las cuales ¨¦l hab¨ªa gestionado un pr¨¦stamo de cinco millones de d¨®lares en Uruguay para sufragar los gastos personales del presidente, su efecto ha sido contrario al que se pretend¨ªa. Varias secretarias han afirmado que esa operaci¨®n de pr¨¦stamo hab¨ªa sido montada para intentar proteger la maltrecha honorabilidad de Collor de Mello.
En resumen, la suerte de ¨¦ste depende ahora del informe que debe presentar la comisi¨®n parlamentaria a finales de mes. Una de sus conclusiones podr¨ªa ser abrir un proceso pol¨ªtico al presidente, para lo cual ser¨ªa preciso el voto favorable de dos tercios de los diputados. Teniendo en cuenta que el sistema de partidos tiene muy poca tradici¨®n en Brasil, la respuesta del Parlamento depende mucho del clima pol¨ªtico general que reine en el pa¨ªs. Con todo, el presidente tiene posibilidades serias de influir sobre los diputados, y su prop¨®sito es hacer fuertes inversiones en ciertos Estados para contrarrestar as¨ª el desprestigio que le sumerge.
?Hasta qu¨¦ punto podr¨¢ salvarse Collor? No se puede olvidar que en su victoriosa campa?a electoral de 1989 la denuncia de la corrupci¨®n y la promesa de que su presidencia ser¨ªa implacable para extirpar ese c¨¢ncer que gangrena el Brasil desempe?¨® un papel esencial. Por ello, es tanto mayor el efecto en la opini¨®n p¨²blica del actual esc¨¢ndalo, con el presidente metido hasta el cuello. Un clima de desbandada ha empezado a calar en c¨ªrculos pr¨®ximos a la presidencia, incluido el propio Gobierno, El ministro de Educaci¨®n, antiguo rector de la Universidad de S?o Paulo, acaba de presentar su dimisi¨®n. Tambi¨¦n han dimitido el portavoz de la Presidencia, Pedro Luis Rodr¨ªguez, y ocho de los funcionarios de este servicio.
El deseo de que dimita un presidente cogido con las manos en la masa est¨¢ muy generalizado en un Brasil empobrecido y. sometido a un brutal programa de ajuste econ¨®mico. Pero existe tambi¨¦n un cierto temor a que un proceso pol¨ªtico de estas caracter¨ªsticas al presidente de la naci¨®n abra una profunda crisis en un sistema democr¨¢tico reci¨¦n estrenado y sin mecanismos consolidados de autodefensa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.