"No quiero liberarme de la vida, quiero vivir"
Jorge Amado, escritor brasile?o, cumple hoy 80 a?os. Bah¨ªa, su tierra, a la que ha dedicado miles de p¨¢ginas que son famosas en todo el mundo, le cubre estos d¨ªas de homenajes y de honores, para los que ¨¦l se prepar¨® con reticencia y resignaci¨®n, junto a su esposa Zelia Gattai, tambien escritora, en su casa de Par¨ªs. El autor de Do?a Flora y sus dos maridos y de Gabriela cree que la vejez es la vejez y que no hay que pregonarla tanto. Aun as¨ª, ¨¦l mismo la ha conmemorado publicando un libro, Navegaci¨®n de cabotaje, un conjunto de recuerdos que terminan con una reflexi¨®n sobre la edad, como esta misma entrevista.
Pregunta. ?Qu¨¦ cuenta en este libro?Respuesta. El subt¨ªtulo de Navegaci¨®n de cabotaje -Anotaciones para un libro de memorias que yo no escribir¨¦- explica que es justamente eso, un diario de navegaci¨®n, pero no un libro de recuerdos. En ¨¦l cuento cosas que viv¨ª, pero no las grandes cosas. Por supuesto, no lo he contado todo. En la introducci¨®n, que llamo Los desmemoriados, hablo de un amigo, el poeta sovi¨¦tico llya Ehrenburg. Yo estaba en Mosc¨² en el a?o 52 y hab¨ªa ido con ¨¦l a ver a una persona importante del partido para un asunto. A la vuelta, llya me dijo: "Jorge, somos escritores que nunca podremos escribir memorias, sabemos demasiado". Durante mi trayectoria de ciudadano he vivido muchas cosas como consecuencia de mi militancia en un partido como el comunista, que se propon¨ªa cambiar la faz de la sociedad en la clandestinidad, realizando incluso acciones subversivas. Despu¨¦s dej¨¦ de ser comunista, pero no me siento con derecho a alardear de lo que me fue revelado en confianza. Por eso no lo cuento todo.
P. ?Cu¨¢l ha sido la edad m¨¢s intensa que usted ha vivido?
R. He tenido una vida muy intensa. S¨ª, he vivido. Desde muy joven empec¨¦ a trabajar como periodista. A los catorce a?os trabajaba en un peri¨®dico de Bah¨ªa y en la redacci¨®n diariamente hac¨ªa la siguiente tarea: iba a la necr¨®polis, donde estaban los cad¨¢veres del d¨ªa, y tomaba notas de las circunstancias de aquellos cad¨¢veres que sal¨ªan despu¨¦s en el diario. La m¨ªa era la tarea m¨¢s baja. Despu¨¦s continu¨¦ durante muchos a?os trabajando de periodista. En 1932 empec¨¦ a militar en la juventud comunista y despu¨¦s en el partido y comenc¨¦ a tener una actividad pol¨ªtica mayor. Tambi¨¦n empec¨¦ a publicar novelas que son un reflejo de la ¨¦poca. Empec¨¦ a escribir sobre la realidad brasile?a. Y no he parado.
P. A usted no le hacen s¨®lo el homenaje por escritor, sino por bahiano.
R. Yo soy un bahiano, responsable delante de la gente, por la ciudad y por las cosas. Le voy a dar un ejemplo: hay una peque?a iglesia que no tiene importancia arquitect¨®nica siquiera, que est¨¢ en una peque?a plaza y que dificulta un poco la circulaci¨®n. Lo m¨¢s f¨¢cil es tirarla abajo. Pero la gente se moviliza, viene a verme y me dice que no es posible porque es una cosa que est¨¢ ligada a la vida del pueblo y entonces salgo, como los otros intelectuales, con el resto de la gente a jugar la batalla para salvar el edificio. Recurren a m¨ª para todo, porque yo soy un bahiano como ellos, y les ayudo: mi casa no tiene puertas. Y porque estoy con ellos me han hecho Oba [sacerdote] del Candombl¨¦, que impone obligaciones religiosas que en mi caso resultan curiosas porque yo no soy religioso ni tengo sentimientos religiosos, pero recib¨ª este honor de la gente de Bah¨ªa y cumplo escrupulosamente con ello.
P. ?Y c¨®mo le ha afectado a su obra literaria que tiene tanta personalidad brasile?a esta adscripci¨®n al Candombl¨¦, a la mitolog¨ªa religiosa de origen africano?
R. Desde muy joven participo, porque si quiero escribir sobre la realidad de Bah¨ªa, de la vida brasile?a, de la cultura popular del Brasil, tengo que conocer esto desde dentro. No s¨¦ escribir sobre las cosas de que me hablan o que leo en un libro. Yo escribo solamente sobre las cosas que conozco por haberlas vivido. Soy un escritor muy limitado en cuanto a los temas. S¨®lo tengo dos: una explotaci¨®n de cacao del sur de Bah¨ªa o la ciudad de Bah¨ªa. Conozco las dos cosas. ?C¨®mo voy a escribir sobre Bah¨ªa y su vida sin conocerlas profundarnente?. Tengo muchos amigos escritores, artistas, m¨²sicos, etc¨¦tera, pero tengo una cantidad inmensa de amigos que son gente del pueblo que no son ricos, ni famosos, ni importantes. Simple gente del pueblo que tienen una delicadeza inmensa. La gente es algo que me toca mucho. Las cosas de mucha importancia no me tocan.
P. ?No se siente un poco abrumado por tanto homenaje?
R. Preferir¨ªa no tenerlos. Navegaci¨®n de cabotaje termina con unas l¨ªneas sobre esto de los 80 a?os: ?Porqu¨¦ se considera tan corto tiempo de vida motivo de celebraci¨®n? Escribir discursos, pronunciarlos, agradecer a los presentes, participar en actos, seminarios, forums para un mozo de 80 a?os. ?Cu¨¢nta cosa se inventa para proclamar que uno est¨¢ caduqu¨ªsimo!
P. Otros dos testigos del siglo, Isaiah Berlin y Octavio Paz, han dicho en EL PA?S que este ha sido un siglo terrible, sobre todo para Am¨¦rica Latina, seg¨²n el poeta mexicano. ?Qu¨¦ impresi¨®n saca usted de lo que el hombre ha hecho en este siglo?
R. Si se dice que este siglo ha sido terrible, se est¨¢ diciendo la verdad, ya sea para el hombre en particular, ya sea para nuestros pa¨ªses de Latinoam¨¦rica. Desde luego, ha habido en Am¨¦rica Latina una explosi¨®n bastante limitada y falsa. En general, ha sido un siglo en el que el hombre so?¨® el sue?o del socialismo, el de la aplicaci¨®n de las teor¨ªas que debieron conducir al socialismo en una gran parte del mundo. Lleg¨® la decepci¨®n cuando este mundo se ven¨ªa abajo. Ese mundo s¨ª, pero no el sue?o del socialismo, pero no la lucha por el socialismo, que podr¨¢ materializarse en una etapa futura en el camino del hombre. No ha sido un combate entre la lucha hist¨®rica del capitalismo y el socialismo, sino una lucha entre democracia y dictadura: el fracaso de la creaci¨®n y aplicaci¨®n del socialismo en estos pa¨ªses viene de que se basaron en teor¨ªas e ideolog¨ªas estrechas y ya inadecuadas para nuestro tiempo. La dictadura del proletariado no puede llevar al socialismo. El socialismo no puede llegar a trav¨¦s de la dictadura. Esto explica que el socialismo se viniera abajo, de una forma terrible.
P.?C¨®mo se tom¨® su militancia comunista y qu¨¦ supuso para usted dejarla?
R. Yo fui un buen militante comunista, porque cre¨ªa. Cuando fui militante del partido comunista cre¨ªa que pod¨ªa servir mejor a mi pueblo en su lucha por cambiar una sociedad injusta por una sociedad m¨¢s fuerte en libertad. Despu¨¦s entend¨ª que no era as¨ª, que el Partido Comunista no era esta entidad ideal que hab¨ªa imaginado y que la sociedad comunista no era esta sociedad perfecta que yo cre¨ªa que era. Que Stalin no era el hombre m¨¢s grande de todos los tiempos de la humanidad, el padre de todos nosotros, mi padre. Cuando empec¨¦ a entender esto, escog¨ª un camino muy duro y dif¨ªcil.
Me forc¨¦ a encontrar mi propio camino y poder empezar a pensar con mi cabeza, por lo que se paga un precio muy alto. Porque todas las sectas, todas las ideolog¨ªas estrictas y sectarias se vuelven contra usted cuando se cuestionan. Pero por muy alto que sea el precio es barato, por que lo que vale es pensar con tu propia cabeza. Hay un camino m¨¢s f¨¢cil, ciertamente. Hoy no soy un hombre ni vencido, ni triste, ni pesimista. Creo en el pueblo, creo en el futuro, creo en el hombre.
P. ?Cree usted que el comunismo est¨¢ definitivamente muerto?
R. Si usted quiere decir la experiencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, yo pienso que s¨ª. Creo que fue una ideolog¨ªa que fracas¨®, que se vino abajo, porque fue aplicada incorrectamente. El poder es la cosa m¨¢s terrible del mundo, el poder corrompe al ser humano, lo degrada. Los hombres que estaban en el poder, s¨®lo pensaban en ellos y no en los intereses del pueblo, de la gente. Adem¨¢s se cre¨® una gran confusi¨®n con el sistema de clases, un sistema de clases ser¨¢ siempre un sistema dictatorial. Yo creo que esta experiencia s¨ª fracas¨®, pero no la posibilidad de que exista un nuevo camino democr¨¢tico hacia el socialismo. No soy profeta, no soy adivino, no soy pensador pol¨ªtico, soy novelista, un creador de vida. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto la palabra comunismo est¨¢ comprometida, ?hasta d¨®nde est¨¢ comprometida la palabra marxismo? Creo que la meta del marxismo es una sociedad sin estado, sin leyes. Este es el ideal. ?Llegaremos a ello?. Creo que apenas estamos comenzando la marcha del hombre, estamos en el inicio. ?C¨®mo ser¨¢ el ma?ana? No s¨¦. Pero creo que ser¨¢ bello.
P. Para ilustrar su optimismo y su reflexi¨®n acerca de lo que ha sido este siglo para Iberoam¨¦rica, ?pod¨ªamos conocer su opini¨®n sobre dos casos concretos, Brasil y Cuba?
R. Hace un a?o un amigo m¨ªo italiano me vino con un libro de conversaciones de ¨¦l con Fidel Castro. Ya hab¨ªa publicado uno hac¨ªa unos seis a?os, en un momento en que Fidel estaba muy optimista y ten¨ªa toda la plata que ven¨ªa del eurosocialismo para el apoyo de Cuba dentro del cuadro de la Guerra Fr¨ªa, de la disputa entre las dos grandes superpotencias. Y ahora el libro que me ense?aba ven¨ªa en un momento en que Fidel estaba solo, con su revoluci¨®n en su isla, abandonado y dejado por todos los apoyos que ven¨ªan del mundo socialista. Si yo soy un ciudadano latinoamericano y un escritor de un pa¨ªs latinoamericano, tengo que tener una posici¨®n de respeto y de amistad por lo mucho de bueno que la revoluci¨®n trajo para el pueblo cubano. No puede de ninguna manera comparar la vida de los ni?os en Cuba, de los viejos en Cuba con la miserable vida de los ni?os en los otros pa¨ªses: en Brasil se matan ni?os todos los d¨ªas. Hay doce millones de ni?os, m¨¢s que la poblaci¨®n de Cuba, que trabajan en el crimen. Porque se haya derrumbado el mundo del socialismo, no hay que negar las conquistas reales de la revoluci¨®n cubana, pero tampoco se puede negar la evidencia de que no hay libertad en Cuba.
Sobre Brasil le dir¨ªa que es muy triste: se matan ni?os cada d¨ªa. La corrupci¨®n a que se ha llegado es imposible. Sin embargo, no creo que estemos ni perdidos ni vencidos; vamos a conseguir acabar con todas nuestras miserias e iremos adelante. Recuperaremos la capacidad de hacer la fiesta, venceremos la violencia y volveremos a ser el pueblo m¨¢s cordial del mundo, m¨¢s fraterno.
P. Cumple 80 a?os. ?Qu¨¦ edad tiene en el sentimiento?
R. Yo tengo 80 a?os. La vejez es la vejez. No tienes la juventud. Tienes la experiencia. Yo s¨¦ un poco m¨¢s de la vida de lo que sab¨ªa, pero vivo menos de lo que viv¨ªa. No me gusta la vejez y no me gusta la idea de la muerte. Yo amo demasiado la vida como para pensar que la muerte puede ser buena. Yo no quiero liberarme de la vida. Yo quiero vivir.
Babelia
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