Se?al invisible

Conduc¨ªa por la calle de Cervantes, de direcci¨®n ¨²nica, hacia la plaza de Neptuno. No vi ninguna se?al que prohibiera cruzar el paseo de la Castellana, pero me escam¨® ver a dos polic¨ªas municipales, en actitud expectante, unos metros m¨¢s all¨¢. Efectivamente, cuando comenc¨¦ a cruzar, los polic¨ªas me multaron por no haber respetado una se?al de giro obligatorio a la derecha.Al d¨ªa siguiente realic¨¦ el mismo recorrido y comprob¨¦ que no hab¨ªa visto dicha se?al porque: a) est¨¢ justo en medio de la curva; b) est¨¢ en una calle en pendiente, con lo que el techo del autom¨®vil r¨¢pidamente la oculta a la vista; c) est¨¢ en el lado derecho de la calzada, mientras que los que pretenden cruzar se ponen del lado izquierdo. Todas estas circunstancias hacen que la se?al s¨®lo sea visible durante un par de segundos, y pr¨¢cticamente s¨®lo para aquel que la busca y sabe d¨®nde est¨¢.

Mientras me pon¨ªan la multa, tres ciudadanos m¨¢s cayeron en la trampa, aunque los polic¨ªas, en actitud inequ¨ªvoca de multar a un servidor, eran perfectamente visibles desde lejos. Como la gente, incluso el cern¨ªbero y el celtiburro (variedades del celt¨ªbero que, por desgracia, lejos de encontrarse en peligro de extinci¨®n, parecen proliferar cada vez m¨¢s), puede ser an¨¢rquica, pero no tonta, es razonable concluir que, simplemente, los conductores no hab¨ªan visto la se?al de tr¨¢fico.

Quiero protestar aqu¨ª no solamente por la mala colocaci¨®n de esa se?al, que deber¨ªa estar en el lado izquierdo de la calzada, justo antes del cruce, sino porque pasa mucho tiempo hasta que se acaba poniendo la se?al en el sitio l¨®gico, y a veces s¨®lo despu¨¦s de que ha ocurrido un accidente mortal.-