Bloqueo al S¨¢hara
LOS BANDAZOS de Marruecos en relaci¨®n con el refer¨¦ndum que la ONU acord¨® llevar a cabo para que el pueblo saharaui decida su propio destino son muy preocupantes. En 1988 acept¨® que el censo realizado por Espa?a sirviese de base para efectuar la consulta. Pero en 1991 se produjo un cambio radical en su actitud. La expresi¨®n m¨¢s clara de ello fue la carta del rey Hassan II al secretario general de la ONU en la que anunciaba el env¨ªo de 170.000 presuntos "ex saharauis" para que, una vez establecidos en el territorio en disputa, fuesen incluidos en el censo: en cierto modo, una nueva marcha verde. Esta demanda, no ya de completar el cens¨®, sino de hacer uno nuevo con mayor¨ªa de personas llegadas de Marruecos, ha sido la causa principal del bloqueo de las operaciones de preparaci¨®n del refer¨¦ndum. Adem¨¢s, las autoridades marroqu¨ªes han creado toda clase de obst¨¢culos al personal de la ONU que est¨¢ sobre el terreno, arrinconado en sus locales, con escasas posibilidades de movimiento.?A qu¨¦ se debe este giro de Marruecos, que equivale en la pr¨¢ctica a sabotear la celebraci¨®n del refer¨¦ndum? Todo indica que Rabat contaba inicialmente con un resultado favorable, pero que perdi¨® esa confianza y decidi¨® no correr el riesgo de salir derrotado, lo que coloca a la organizaci¨®n internacional en una situaci¨®n desairada si se tiene en cuenta el car¨¢cter taxativo que ten¨ªa el refer¨¦ndum en la resoluci¨®n adoptada. Esto puede agravarse a¨²n m¨¢s si el rey Hassan II decide celebrar tambi¨¦n en territorio saharaui el refer¨¦ndum que se dispone a convocar en Marruecos para ratificar una reforma de la Constituci¨®n a la que seguir¨ªan elecciones parlamentarias y municipales. Lo que puede ser sin duda un avance para los ciudadanos marroqu¨ªes podr¨ªa significar en el caso del S¨¢hara que el monarca da por resuelto un pleito sobre su soberan¨ªa que est¨¢ a¨²n pendiente, y en cuya soluci¨®n la ONU tiene una responsabilidad irrenunciable. Espa?a, en los Acuerdos de Madrid de 1975, cedi¨® a Marruecos la administraci¨®n del territorio, no la soberan¨ªa. Sobre ¨¦sta debe pronunciarse el pueblo interesado bajo el control de las Naciones Unidas.
En esta situaci¨®n compleja, el secretario general de la ONU -seg¨²n noticias que llegan de Nueva York en v¨ªsperas de un viaje suyo a Espa?a- est¨¢ preparando nuevas propuestas para deshacer el actual bloqueo. Se tratar¨ªa de buscar un "nuevo enfoque", tendente a sentar en una mesa a las dos partes para negociar una soluci¨®n aceptable para ambas. La idea es sensata. No es original, ya que se han producido anteriormente reuniones bilaterales. La novedad consistir¨ªa quiz¨¢ en que la ONU se comprometer¨ªa m¨¢s directamente en la negociaci¨®n misma, mientras hasta ahora se ha dedicado b¨¢sicamente a preparar el refer¨¦ndum. No parece que una negociaci¨®n directa da?e necesariamente los intereses del Polisario, cuya posici¨®n ha sido insistir en un refer¨¦ndum basado en el censo espa?ol, con correcciones que no superen el 10% de su totalidad.
En todo caso, esa negociaci¨®n ser¨ªa la etapa previa de un refer¨¦ndum que -en caso de acuerdo entre las partes- tendr¨ªa obviamente un, car¨¢cter plebiscitario. No se puede olvidar que, si Francia est¨¢ dispuesta a aceptar cualquier soluci¨®n deseada por Marruecos, otros pa¨ªses integrantes del Consejo de Seguridad desean que la soluci¨®n se haga dentro de los compromisos que la ONU tiene ya contra¨ªdos en esta materia. Las C¨¢maras de EE UU se han expresado claramente a favor de un refer¨¦ndum que garantice el respeto a la voluntad de los votantes.
?Puede una negociaci¨®n bilateral dar un resultado positivo? Para ello es necesario que Marruecos sepa que el tema est¨¢ a¨²n por resolver en el plano internacional, y que ello le conduzca a hacer concesiones, serias. Del lado saharaui tambi¨¦n ser¨ªa precisa una gran flexibilidad, partiendo de que en el mundo de hoy, y a pesar del auge de los nacionalismos, se avanza hacia f¨®rmulas que combinan el respeto de las autonom¨ªas o soberan¨ªas de los pueblos con formas de integraci¨®n supra o interestatales.
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