"Puede que hablemos de un mill¨®n de soldados"
El ex jefe de las fuerzas de la ONU en Yugoslavia, el general canadiense Lewis Mackenzie, cree que la ¨²nica manera de resolver la situaci¨®n en Bosnia-Herzegovina es sentar a negociar a los l¨ªderes de las facciones en conflicto. Pero teme que los odios . desatados por las acusaciones mUtuas impidan esa remota posibilidad. Y anuncia que una fuerza de pacificaci¨®n eficaz deber¨ªa estar intergrada por un mill¨®n de hombres.
Pregunta: El aeropuerto de Sarajevo ha vuelto a cerrarse esta semana. ?Ha perdido la ONU su autoridad en Sarajevo?
Respuesta. Siempre he dicho que el acuerdo para proteger el aeropuerto de los ataques terrestres estaba pendiente de un hilo. Antes ¨¦ramos capaces de justificar nuestra presencia en la boca del lobo aunque las batallas se desarrollaban cerca del aeropuerto. La lucha a una cierta distancia puede ser racionalizada, pero no cuando se ataca directamente el aeropuerto.
P. ?C¨®mo se puede imponer la paz en Sarajevo?
R. Desde el punto de vista t¨¢ctico, hay que ocupar y dominar los alrededores y el centro de Sarajevo. No he hecho un an¨¢lisis detallado, pero una ci.fra de 75.000 hombres ser¨ªa modesta si encontramos resistencia.
P. ?No cree que desplegar una gran fuerza militar podr¨ªa tener un importante impacto psicol¨®gico?
R. S¨ª. Tambi¨¦n se presupone que las fuerzas de paz pueden permanecer durante mucho tiempo. Pero ?qu¨¦ ocurre cuando se van? Todo vuelve a ser igual que antes porque se ha generado mucho odio.
P. ?Cu¨¢l es la diferencia entre una operaci¨®n en Bosnia y la guerra del Golfo?
R. La misma caracter¨ªstica que don¨²na toda operaci¨®n: el terreno. En la operaci¨®n Tormenta del Desierto hab¨ªa una infraestructura relativamente sofisticada para el despliegue de las fuerzas. Hab¨ªa inmensas ¨¢reas donde se pod¨ªan desplegar y preparar sin problemas, y eso llev¨® cuatro meses. ?Podr¨ªa usted hacer lo mismo en Bosnia?
P. ?Cree que es posible utilizar carros de combate?
R. No, predominar¨ªan las operaciones de infanter¨ªa, la guerra de guerrillas cl¨¢sica.
P. ?Cree que los serbios, croatas y musulmanes de Bosnia luchar¨ªan en presencia de un gran ej¨¦rcito?
R. Si me pongo en su lugar, no tienen otra opci¨®n. Estamos hablando de arrinconar a los serbios. Si atendemos a la historia no se trata de una buena estrategia. Adem¨¢s, la zona de Serbia y Montenegro debe ser ahora una de las m¨¢s militarizadas del mundo.
P. ?Qu¨¦ tipo de operaci¨®n militar ser¨ªa necesaria para pacificar la totalidad de BosniaHerzegovina?
R. Los alemanes lo intentaron con 30 divisiones y no lo lograron. Si hubiese resistencia en Bosnia-Herzegovina y tuvi¨¦ramos que ocupar la zona, puede que hablemos de un mill¨®n de soldados.
P. ?Por qu¨¦ no bombardear las posiciones de la artiller¨ªa?
R. No se podr¨ªa localizar todas las posiciones militares que est¨¢n causando da?os. Los morteros son las armas preferidas en Bosnia, porque se pueden ocultar f¨¢cilmente y ser transportados por cualquier medio. Lo que importa es que si se hace esto, las fuerzas de pacif¨ªcaci¨®n de la ONU, nos guste o no, se estar¨ªan aliando con el bando que est¨¢ siendo atacado.
P. ?Hay algo que pudiese aliviar la situaci¨®n en Bosnia?
R. S¨ª, aunque a la presidencia (de Bosnia) no le gustar¨¢ o¨ªrme decir esto: negociar con los serbios de Bosnia. La presidencia no hablar¨¢ con el otro bando, porque dice que se trata de una guerra de agresi¨®n controlada por Belgrado. Si no se quiere dialogar, s¨®lo existe una soluci¨®n: un bando gana y el otro pierde, y entretanto habr¨¢n sido asesinadas muchas personas. De modo que, en mi opini¨®n, la presi¨®n debe llevarlos a sentarse a negociar.
P. ?Hay alg¨²n dirigente que est¨¦ llamando a las armas o la mayor¨ªa de los combates surgen porque las unidades han decidido disparar sus morteros?
R. Hay un gran n¨²mero de unidades que est¨¢n fuera de control. Pero est¨¢n descontrolados dentro de un cadena de mando definida. Se tiene absoluta constancia de que hay unidades que act¨²an seg¨²n sus propios planes. Quiz¨¢s en adelante act¨²en de acuerdo a un plan com¨²n. Hay organizaciones peque?as en Sarajevo que reciben dinero por matar. Los periodistas son uno de los objetivos preferidos. Como en Sarajevo no hay v¨ªdeojuegos, lo mejor es disparar a los equipos de televisi¨®n.
P. ?Es adecuada la palabra genocidio para Yugoslavia?
R. No puedo dar una opini¨®n fundamentada, porque mi misi¨®n se limita a Sarajevo. Sin embargo, le aseguro que tengo montones de papeles de ambas partes que acusan al contrario de tener campos de detenci¨®n, de concentraci¨®n y de prisioneros de guerra.
P. ?No culpa de ello s¨®lo a los serbios?
R. Cuando me preguntan a qui¨¦n acuso, yo respondo que me digan en qu¨¦ d¨ªa y en qu¨¦ mes, y entonces les contestar¨¦. A la presidencia de Bosnia le interesa conseguir que los serbios se venguen, para convencer a la comunidad internacional de que la intervenci¨®n es una buena idea. De modo que acuso a ambas partes.
P. Usted ha participado ya en nueve misiones de paz en Gaza, Nicaragua o Chipre. ?Qu¨¦ tienen en com¨²n con ¨¦sta?
R. Considere usted todo el odio de esas misiones precedentes y multipl¨ªquelo por diez. Nunca he visto nada parecido a esto. Incluso si s¨®lo la d¨¦cima parte de las acusaciones que uno de los bandos hace al otro fuese cierta, en las mentes de la gente el odio ha crecido hasta alcanzar enormes proporciones. Si los dirigentes dijesen "est¨¢ bien, sent¨¦monos y arreglemos esta situaci¨®n", no estoy seguro de que la gente lo aceptase. Hay mucho odio hacia el contrario. Un odio realmente acendrado, profundo.
P. ?De qu¨¦ manera influye esto en su trabajo?
R. En cualquiera de mis misiones anteriores, cuando se negociaba un pacto, se cumpl¨ªa. Y si alguien no lo hac¨ªa, se le pon¨ªa en su siti¨®. Es relativamente f¨¢cil negociar un acuerdo en Bosnia. Lo que es imposible es que se cumpla.
P. Despu¨¦s de su experiencia en Sarajevo, ?cree usted que hay una diferencia clara entre mantener la paz y lograrla?
R. S¨ª, la hay. Imponer la paz supone luchar, la guerra. Se trata de ir, coger a alguien y golpearlo. Para que una fuerza de pacificaci¨®n sea eficaz, hay que conseguir un alto el fuego. Pero nosotros nos metimos en este aprieto porque hab¨ªa estallado una guerra a nuestro alrededor.
P. ?Es usted pesimista?
R. Sol¨ªa utilizar la expresi¨®n cauto optimismo, pero la he suprimido de mi vocabulario. Todav¨ªa tengo esperanzas. Pero no ser¨¦ optimista hasta que se sienten a negociar.
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