Detener el desastre ecol¨®gico

Este pa¨ªs sufre un continuado y progresivo proceso de desertizaci¨®n debido en gran medida a todos los desprop¨®sitos pasados y presentes en pol¨ªtica medioambiental.Es evidente para cualquiera con m¨ªnimo sentido com¨²n que tan s¨®lo una acci¨®n global y decidida puede detener el desastre ecol¨®gico que estamos padeciendo.

Se impone, como medidas b¨¢sicas, una repoblaci¨®n masiva con ¨¢rboles aut¨®ctonos, eliminando la barbarie pasada de los eucaliptos; un sistema obligatorio de limpieza y cuidado de los montes que permita su expropiaci¨®n en caso de abandono por sus propietarios; una depuraci¨®n total de las aguas residuales, permitiendo su utilizaci¨®n para riego; el ajardinamiento con plantas propias de zonas de escasa pluviosidad, evitando las praderas inglesas; un incremento de la superficie dedicada a parques naturales, que deber¨ªa ser de, al menos, un 15% de la superficie total del pa¨ªs; un control exhaustivo de las industrias contaminantes y sus vertidos; una aplicaci¨®n real de la Ley de Costas y un control estricto de la pesca, evitando la destrucci¨®n de los fondos marinos y potenciando zonas de recr¨ªa, persiguiendo los pesqueros piratas extranjeros y nacionales que faenan a su antojo. ?sta ser¨ªa una actuaci¨®n global que permitir¨ªa evitar la desertizaci¨®n y deterioro actual. Lo dem¨¢s, como las absurdas medidas que obligan a dejar secar los ¨¢rboles y jardines de nuestras ciudades, no son m¨¢s que milongas de pol¨ªticos ignorantes.-