30 cintas recogen di¨¢logos telef¨®nicos entre Ollero, Llach y Roa en el 'caso Ocisa'

Las cerca de 30 cintas magnetof¨®nicas que recogen conversaciones entre Jorge Ollero, hermano del ex director general de Carreteras de la Junta de Andaluc¨ªa, el industrial e intermediario Pedro Llach y el presidente de la constructora Ocisa, Jes¨²s Roa, entre otros, constituyen una de las bases de la investigaci¨®n judicial del caso Ollero. Tras el auto del Tribunal Supremo que anul¨® las escuchas telef¨®nicas del caso Naseiro, que trajo consigo la absoluci¨®n de los acusados, todas las partes afectadas por este nuevo esc¨¢ndalo prestan una atenci¨®n primordial a la forma en que se hicieron los pinchazos.La juez Pilar Llorente, que instruye las diligencias del caso Ollero, se encontraba de permiso cuando la Polic¨ªa Judicial de Sevilla solicit¨® la preceptiva autorizaci¨®n para intervenir los tel¨¦fonos de los presuntos implicados en el cobro ilegal de comisiones. En su ausencia, la autorizaci¨®n fue concedida por la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 9, Elo¨ªsa Guti¨¦rrez, quien recientemente cobr¨® cierta popularidad al citar a declarar al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunci¨®n, en relaci¨®n con supuestos malos tratos a reclusos en la prisi¨®n Sevilla 2.

En medios judiciales de Sevilla se considera que la ausencia de Pilar Llorente, que recientemente ha sido madre, no obstaculiz¨® en absoluto la investigaci¨®n, ya que "de los 20 jueces de instrucci¨®n que hay aqu¨ª, al menos 16 estar¨ªan dispuestos a ir adelante con este caso".

Escrupuloso rigor

Fuentes pr¨®ximas al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17, encargado de la investigaci¨®n, aseguran sentirse "muy tranquilas" a este respecto, ya que "se han cumplido escrupulosamente todos los requisitos legales". Aunque evitan criticar al juez Manglano en el caso Naseiro recuerdan que ¨¦ste mantuvo unas intervenciones telef¨®nicas autorizadas para investigar un caso de drogas cuando se puso a perseguir una presunta corrupci¨®n. "Nada de eso ha ocurrido ahora", agregan.El secreto de las diligencias impide conocer los primeros pasos de la investigaci¨®n, que tuvo su origen en la remisi¨®n al juez M¨¢rquez, el del caso Guerra, de un an¨®nimo. No obstante, en c¨ªrculos pr¨®ximos al PSOE se arrojan dudas sobre la legalidad de las escuchas. "?C¨®mo pueden pincharse tel¨¦fonos durante seis meses sin m¨¢s base que un an¨®nimo?", preguntan.

La actitud del PSOE ante este nuevo esc¨¢ndalo ha sido, cuanto menos, contradictoria. "Est¨¢n muertos de miedo". La frase, pronunciada por un abogado pr¨®ximo a las tesis socialistas, da una idea de la zozobra con que en el PSOE regional y en la propia Junta de Andaluc¨ªa se vive el d¨ªa a d¨ªa del caso Ollero. Dice el citado abogado: "En un principio se crey¨® que eran tres chorizos al servicio de sus exclusivos intereses; luego entr¨® el miedo al valorar que esos- granujas pudieron un d¨ªa trabajar para el partido".