'Europudding'
Desde hace unos pocos a?os el Fondo Eurimage, bajo los auspicios del Consejo de Europa, ofrece financiaci¨®n para la producci¨®n y distribuci¨®n de pel¨ªculas coproducidas por al menos tres pa¨ªses miembros de dicho organismo. Cada coproductor debe participar con un m¨ªnimo del 10% del presupuesto total y una aportaci¨®n t¨¦cnica y art¨ªstica. El Fondo Eurimage concede, generalmente en forma de pr¨¦stamo, una ayuda de hasta cinco millones de francos franceses, que no debe superar el 20% del presupue stototal.El problema de las pel¨ªculas realizadas con la ayuda de Eurimage, de las que recientemente se han estrenado en Espa?a Entre el cielo y la tierra, de la belga Marion H¨¢nsel, Adi¨®s princesa, del portugu¨¦s Jorge Paix¨¢o da Costa, y esta Krapatchouk, del argentino Enrique Gabriel-Lipschutz, es que deben tratar temas europeos, es decir, que interesen tanto a los tres pa¨ªses coproductores, como a los restantes miembros de la comunidad. Por si esto no fuese poco, adem¨¢s suelen tener equipos multinacionales, presupuestos demasiado ajustados, rodajes un tanto r¨¢pidos y sus directores demuestran poca o nula experiencia.
Krapatchouk (Al este del desd¨¦n)
Director y guionista: Enrique Gabriel Lipschutz. Fotografia: Ra¨²l P¨¦rez Cubero. Francia-B¨¦lgica-Espa?a, 1992. Int¨¦rpretes: Guy Pion, P¨ªotr Zaitchenko, ?ngela Molina, ¨®scar Ladoire, Mary Santpere. Estreno en Madrid: Rialto, Aluche, Albufera, Vaguada, Renoir (versi¨®n original).
En Krapatchouk aparecen todos estos problemas con mayor virulencia que en las otras dos producciones citadas. El pretendido car¨¢cter europeo de su historia hace que ¨¦sta pr¨¢cticamente desaparezca al ser un producto protagonizado por un belga, un eslavo y una espa?ola, dirigido en Par¨ªs por un argentino que lleva muchos a?os viviendo en Espaila. De forma que el resultado es lo que se ha dado en llamar Europudding, una extra?a mezcolanza que de puro diluida, de no querer tener ninguna nacionalidad, de intentar ser europea a cualquier precio, al final resulta ap¨¢trida.
La historia de Polpi y Tchelovek, dos obreros agr¨ªcolas provenientes de un imaginario pa¨ªs del Este denominado Prajevitza, perdidos en Par¨ªs y que no pueden volver a su patria porque ha desaparecido, intenta ser kafkiana, divertida, ins¨®lita, pol¨ªtica, pero sobre todo europea, y al final es muy poco, casi nada, y no se sabe muy bien qu¨¦ pintan all¨ª en medio Angela Molina, ?scar Ladoire y Ra¨²l Fraire, s¨®lo est¨¢ bien Mary Santpere, en la medida que es la ¨²nica que sigue siendo ella misma.
Lo malo es que con la f¨®rmula del Fondo Eurimage, cuyos resultados no son muy buenos a ning¨²n nivel, el Consejo de Europa intenta sacar al cine espa?ol, franc¨¦s, italiano, etc¨¦tera, de la profunda depresi¨®n que sufre frente al coloso norteamericano. Y m¨¢s bien lo que resulta es que cada vez se va hundiendo m¨¢s en su propia sima, dada la pobreza, tanto a niveles art¨ªsticos como t¨¦cnicos, de esas producciones tripartitas con argumentos europeos que propugna.
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