Dona vida
Es incomprensible c¨®mo ante los avances de la ciencia y la tecnolog¨ªa y sus aplicaciones permanezcamos indiferentes y rechacemos donar nuestros ¨®rganos para cuando no los necesitemos. Tal vez se deba a que nuestras costumbres contin¨²an bas¨¢ndose en la cultura ancestral de unos antepasados para los que nuestra forma de vida era inimaginable. "Eres polvo y al polvo tornar¨¢s", nuestros ritos y conductas -inclu¨ªdas las de los no practicantes- tienen como referencia la Biblia.Dejando a personas m¨¢s cualificadas la interpretaci¨®n de las ense?anzas de Jes¨²s, perm¨ªtame ver en ellas una clara invitaci¨®n a las donaciones: cura a enfermos. Libera de la muerte a L¨¢zaro o a la hija de Jairo. En la ¨²ltima cena comparte su cuerpo y su sangre con los disc¨ªpulos: "Tomad, comed, ¨¦ste es mi cuerpo", "bebed de ella todos, porque ¨¦sta es mi sangre".
Sus actos nos han legado una cultura de ayuda a los dem¨¢s. Sangre, cuerpo, vida. ?Por qu¨¦ no, entre tanto mensaje, uno dirigido expresamente a toda la sociedad del siglo XX?: "Eres vida y vida debes dar".
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