El Gobierno anuncia el env¨ªo de tropas espa?olas a Bosnia en misi¨®n exclusivamente humanitaria

El ministro de Exteriores, Javier Solana, y el de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, anunciaron ayer en el Congreso que Espa?a contribuir¨¢ con tropas a la protecci¨®n de convoyes humanitarios en la ex rep¨²blica yugoslava de Bosnia-Herzegovina, en coordinaci¨®n con sus aliados y en cumplimiento de la resoluci¨®n 770 del Consejo de Seguridad de la ONU, que autoriza al empleo de la fuerza para garantizar el suministro de ayuda a las poblaciones afectadas.

Ambos ministros, que comparecieron ante la Comisi¨®n de Exteriores del Congreso, reunida en sesi¨®n extraordinaria, eludieron cifrar la cuant¨ªa de la fuerza que aportar¨¢ Espa?a, argumentando que esta informaci¨®n se facilitar¨¢ la pr¨®xima semana, cuando ultime los planes de contingencia la Uni¨®n Europea Occidental (UEO).Fuentes del Ministerio de Defensa indicaron el jueves que la contribuci¨®n espa?ola estar¨¢ en torno a los 300 militares, profesionales o voluntarios (ver EL PA?S de ayer). La unidad m¨¢s adecuada para esta misi¨®n, seg¨²n los expertos, es la Bandera de Operaciones Especiales de la Legi¨®n (BOEL), con base en Ronda (M¨¢laga).

Tanto Solana como Garc¨ªa Vargas rechazaron un intervenci¨®n militar, a gran escala para separar a los Contendientes, argumentando que Ias fuerzas enviadas en misi¨®n de paz pudieran convertirse en parte del conflicto", en palabras del ministro de Defensa. Sin embargo, agreg¨®, "el Gobierno estudiar¨¢ favorablemente el env¨ªo de efectivos [militares] para la misi¨®n concreta de protecci¨®n de la ayuda humanitaria".

Esta protecci¨®n podr¨ªa realizarse mediante la apertura de corredores humanitarios con vigilancia estable, que por ahora se ha excluido, ya que requerir¨ªa m¨¢s de 100.000 soldados; o mediante la escolta m¨®vil a los convoyes de ayuda, con una fuerza armada m¨¢s ligera.

El ministro de Defensa admiti¨® la peligrosidad de esta misi¨®n, "por el coste en bajas de soldados", e indic¨® que antes de que se ponga en marcha deben cumplirse tres condiciones: el acuerdo entre las partes, la consolidaci¨®n del alto el fuego y garant¨ªas de seguridad para los que intervengan.

Apoyo de la oposici¨®n

Id¨¦nticas condiciones puso para la otra tarea en la que Espa?a ha comprometido su participaci¨®n: el control del armamento pesado, incluidos los aviones de combate, en Bosnia; adonde se desplazar¨¢n 20 oficiales, procedentes fundamentalmente de la Unidad de Verificaci¨®n Espa?ola (UVE).

Los dos ministros adelanta. ron tambi¨¦n el prop¨®sito de contribuir al reforzamiento del embargo a Serbia, que podr¨ªa incluir el uso de la fuerza tras una nueva resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU y ampliarse, desde su actual ¨¢mbito naval, a las fronteras terrestres y fluviales. Finalmente, en el campo de la ayuda humanitaria, se colaborar¨¢ en la protecci¨®n de los refugiados, "mediante la creaci¨®n de zonas seguras o de otros mecanismos".

Todos los grupos parlamentarios dependieron la necesidad de intervenir, incluso militarmente, en la crisis yugoslava, aunque con la m¨¢xima cautela. Las ¨²nicas diferencias estuvieron el tono, m¨¢s favorable a no excluir el uso masivo de la fuerza, en el caso del Partido. Popular, que en otros grupos, como Izquierda Unida, celosos de que la ONU mantenga su protagonismo en la crisis.

Al inicio de la sesi¨®n, los diputados guardaron en pie un minuto de silencio, en recuerdo del fallecido ex ministro Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.