Los dromedarios tambi¨¦n son artistas
Pol¨¦mica por la presencia de animales en las representaciones de ¨®pera de las termas de Caracalla
Los dromedarios podr¨¢n seguir actuando en la ¨®pera Aida, de Verdi, que se representa en las termas romanas de Caracalla. Gian Paolo Cresci, director del Teatro de la ¨®pera de Roma, ha ganado el pulso al Departamento de Bienes Culturales de la ciudad, cuyas normas proh¨ªben que circulen animales dentro de los conjuntos arqueol¨®gicos. La representaci¨®n podr¨¢ seguir contando con caballos, palomas y estos simp¨¢ticos seres jorobados, imprescindibles en todo desierto egipcio que se precie. Envalentonado por su victoria, Cresci ha anunciado que el pr¨®ximo verano a?adir¨¢ al reparto un elefante.Los espectadores siempre han acogido con entusiasmo la presencia de los animales en escena. Tanto que ya se ha consagrado al inicio del tercer acto la tradici¨®n de lo que se llama el aplauso del camello. El Departamento de Bienes Culturales se muestra menos entusiasta al sefialar que no es f¨¢cil convencer a los artistas de cuatro patas para que no den rienda suelta a sus necesidades fisiol¨®gicas en pleno templo de J¨²piter y pongan perdidos los preciados bienes arqueol¨®gicos.
Este a?o, el Teatro de la ¨®pera ha presentado una parejita de dromedarios, madre e hijo, aficionad¨ªsimos a Verdi y con el libreto ya casi aprendido. Pero en el aire flotaba el recuerdo de una antecesora suya, la dromedaria Pasquina, que actu¨® desde los tiempos del fascismo hasta la mitad de los a?os setenta. "Pasquina era muy simp¨¢tica", dice Gian Paolo Cresci "Ten¨ªa un o¨ªdo buen¨ªsimo; en cuanto pisaba el escenario cog¨ªa el ritmo y se apasionaba. Pero cuando sonaba la trompa se pon¨ªa nerviosa y se hac¨ªa grandes cacas en escena, suscitando la hilaridad de los espectadores".
Pero el Departamento de Bienes Culturales fue comprensivo Se habilit¨® en las propias termas un recinto para la estancia de temporada de los dromedarios, y Aida volvi¨® a ser lo que era "Son bestias extraordinarias, y todas las noches, cuando se dan cuenta de que ha llegado el momento, se excitan; est¨¢n muy excitadas cuando les toca salir a escena", explica Cresci.
Pero las ideas del director general no acaban ah¨ª Llevando su intenci¨®n program¨¢tica de "transformar la l¨ªrica de teatro de corte, de pocos, en teatro de todos, de muchos, de masas", ha decidido que los miembros del reino animal tambi¨¦n tienen derecho a contemplar las evoluciones en escena de sus cong¨¦neres, y ha decidido admitir en el recinto a los animales dom¨¦sticos. "El pasado martes, en Zorba el griego, tuvimos cinco perros", comenta satisfecho. "Los perros no interrumpen las ¨®peras l¨ªricas, sino que las aprecian y est¨¢n callados durante la m¨²sica. Ladran s¨®lo en el momento de los aplausos".
Esta amable acogida a los animales dom¨¦-sticos es s¨®lo para la temporada l¨ªrica al aire libre. "Por supuesto", dice el director general, "no puedo sentar a los perros en los palcos del teatro. Entonces ya s¨ª que me detendr¨ªa la polic¨ªa".
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