"Lo que quieren es echar al director", dice la adjunta del Espa?ol

Mar¨ªa Teresa Recatero, directora adjunta del Teatro Espa?ol y esposa de su director, Gustavo P¨¦rez Puig, afirma que lo que pretende el concejal de Cultura, Pedro Ortiz, al pedir su cese, es que P¨¦rez Puig deje el Espa?ol. De esta forma entiende la pol¨¦mica suscitada por la renovaci¨®n de su contrato, en un puesto por el que recibe una elevada retribuci¨®n econ¨®mica dentro de los baremos municipales, seg¨²n han denunciado los sindicatos UGT y CC OO.

Luis Mar¨ªa Huete, primer teniente de alcalde y alcalde en funciones, juzg¨® ayer que la petici¨®n de Ortiz de que se rescinda el contrato de Recatero es una "sugerencia interna", y resalta que el edil de Cultura se tom¨® la molestia de hacerla cuando estaba de vacaciones, informa Efe.Recatero afirma que sus anteriores contratos firmados por Ortiz eran de car¨¢cter laboral, pero el concejal de Personal, Antonio Moreno afirma que s¨®lo ¨¦l tiene la facultad de realizar ese tipo de contratos. Ortiz pidi¨® el pasado lunes en una carta dirigida al concejal de Personal que rescindiera el contrato de Recatero firmado por este ¨²ltimo el pasado 1 de agosto por el que la directora adjunta permanecer¨¢ otros tres meses en su puesto. El edil de Cultura hab¨ªa solicitado a Recatero documentaci¨®n en junio para renovar el anterior contrato, que expiraba el d¨ªa 30 de ese mismo mes. Mara Recatero supone que lo, que pretend¨ªa el edil era hacer un contrato no laboral, dadas las caracter¨ªsticas de los documentos solicitados, pero despu¨¦s Ort¨ªz cambi¨® de idea y convinieron un contrato id¨¦ntico a los anteriores.

Despu¨¦s quiso que se firmara otro donde s¨®lo se cambiaba una palabra: donde antes se dec¨ªa que era necesario el conocimiento previo del concejal para prorrogar la relaci¨®n de la directora adjunta en el Espa?ol, se requer¨ªa ahora su "consentimiento". Recatero se neg¨® a firmar el segundo documento con esta modificaci¨®n, motivo por el que Ortiz le comunic¨® el cese el 21 de julio y la dio de baja en la Seguridad Social.

Cuando Ortiz se encontraba ya de vacaciones, el concejal de Personal le hizo un contrato por tres meses. Moreno asegura que ¨¦ste no se renovara. "Eso est¨¢ todav¨ªa por ver", replica la interesada. El actual director del Espa?ol fue nombrado en diciembre de 1989 y tiene contrato hasta finales de 1993.

El secretario general de UGT en el Ayuntamiento de Madrid, Manuel S¨¢nchez, destaca que Mara Recatero cobra lo mismo que un director de servicios, 529.000 pesetas brutas al mes, con 14 pagas. S¨¢nchez afirma que el contrato firmado en agosto es el primero de la adjunta que ellos han visto, aunque en los anteriores figuran las r¨²bricas de dos representantes de los trabajadores. El actual no se acoge al convenio, seg¨²n el representante sindical, y adem¨¢s la plaza de director adjunto del Teatro Espa?ol nunca ha existido.

Pero, seg¨²n Recatero, el anterior responsable del Espa?ol, Miguel Narros, tuvo cinco adjuntos, y ella tom¨® el puesto con la misma remuneraci¨®n que su antecesora en el cargo.

S¨¢nchez considera incomprensible que se mantenga "una situaci¨®n en la que el concejal de Cultura est¨¦ enemistado con el director del teatro Espa?ol, nada menos" que depende directamente del primero. "Es l¨®gico", opina S¨¢nchez, "que el director del teatro quiera tener un adjunto de su entera confianza, pero no con un contrato laboral sino de asistencia t¨¦cnica".

"La gente del teatro no suele hablar con los sindicatos ni con el resto de personal, as¨ª que no es de extra?ar que ella no se diese cuenta de que su contrato no era el adecuado", concluye.

El concejal de Personal, Antonio Moreno, confirma que este puesto de director adjunto no existe y que lo normal ser¨ªa que se hubiese contratado a Mara Recatero como asistente t¨¦cnica del director.

La adjunta del Espa?ol pidi¨® la excedencia en Televisi¨®n Espa?ola, donde trabaj¨® m¨¢s de 20 a?os, para incorporarse a su puesto actual en enero de 1990, y asegura que en los casi dos a?os que lleva en dicho cargo no ha realizado ning¨²n otro trabajo p¨²blico ni privado.