Clemente cambia la cara de la selecci¨®n

Por la ma?ana, el Diario Monta?¨¦s de Santander public¨® una carta firmada por 275 personas indignadas por la falta de control sobre el nudismo "total o parcial" en las playas c¨¢ntabras. Por la noche, la selecci¨®n espa?ola tambi¨¦n quiso recuperar los valores de anta?o frente a una selecci¨®n inglesa que, salvo unos recientes coqueteos con el modernismo, jam¨¢s los hab¨ªa abandonado.El resultado fue un partido que no habr¨ªa desentonado en la Liga inglesa. Se disput¨® a un ritmo trepidante, siempre con la porter¨ªa rival en el punto de mira. Es decir, para el beneficio de la Asociaci¨®n de Futbolistas, los hombres de Clemente volvieron al f¨²tbol asociaci¨®n. Pusieron en pr¨¢ctica un 4-4-2 ajeno a la mayor¨ªa de sus componentes y durante muchas fases del partido lo hicieron mejor que los propios ingleses. Javier Clemente abri¨® de esta forma la nueva ¨¦poca de la selecci¨®n espa?ola, con una victoria que anima a so?ar y ofreciendo, adem¨¢s, un estilo agresivo y ambicioso que no necesitar¨¢ acudir siempre a Sevilla para calentar a su p¨²blico.

La selecci¨®n necesit¨®, eso s¨ª, un gol de churro para asentar su juego y cobrar suficiente confianza para el tuteo. En los compases iniciales sufri¨® a una defensa que entre sus cuatro miembros sumaba siete partidos internacionales. Dej¨® lunares posicionales y utiliz¨® como recurso de emergencia el brazo levantado para reclamar unos fuera de juego rifados. A los dos minutos White, solo delante de Zubizarreta, remat¨® con la inocencia propia de un debutante. Todo cambi¨® con el remate de Mart¨ªn V¨¢zquez que dio en Fonseca, quien marc¨®.

Fue el revulsivo para que Espa?a empezase a jugar bien. Soloz¨¢bal y L¨®pez (que tuvo un deb¨² muy prometedor) solucionaron con diversos grados de contundencia los problemas ocasionados por el acoso f¨ªsico de Shearer. Amor y Vizca¨ªno, a trav¨¦s de una labor oscura, aseguraron la salida desde atr¨¢s con un juego sencillo. Bakero trabaj¨® con astucia la zona entre las dos l¨ªneas de cuatro puestas en escena por Inglaterra, abriendo espacios para que Michel y Mart¨ªn V¨¢zquez evocasen memorias de tiempos felices en el estadio Bernab¨¦u a base de entrar tocando por, y desde, las dos bandas.

Clemente opt¨® en el segundo tiempo por el conservadurismo y alg¨²n toque ex¨®tico, como la incorporaci¨®n de Crist¨®bal como lateral izquierdo. Cost¨® encontrar coherencia en ese periodo troceado por nueve sustituciones y en el que el brazalete de capit¨¢n, inicialmente entregado a Bakero, pas¨® con rapidez por varios brazos.

La marcha de Fonseca a la ducha dej¨® a Bakero como delantero ¨²nico, con Fernando negando salida a los ingleses en el centro del campo y Mart¨ªn V¨¢zquez en un papel m¨¢s ofensivo. El madridista Alfonso acab¨® debutando rodeado de ingleses y condenado a actuar a distancia de sus compa?eros.

Todos, sin embargo, merecieron el aprobado en el primer examen de Clemente. El nuevo seleccionador predice que tres o cuatro de esta plantilla no estar¨¢n disponibles para el desplazamiento a Letonia, pero conf¨ªa en este bloque para formar el n¨²cleo del futuro espa?ol. Hay motivos para pensar que su selecci¨®n emprende su nuevo camino con buen pie.

Inglaterra, necesitada de una victoria para paliar las feroces cr¨ªticas provocadas por la Eurocopa 92, presion¨® sin piedad a Espa?a, pero sus instrumentos contundentes se convirtieron con poca frecuencia en armas punzantes. Durante el segundo tiempo su ¨²nica ocasi¨®n clara cay¨® otra vez a los pies del debutante White, y Zubizarreta consigui¨® anular un tiro lanzado sin convicci¨®n.