Sospechas de manipulaci¨®n en los chiqueros

Hablo de borricos y se me plantea un problema de nomenclatura que me inquieta. De momento, el presidente convoc¨® rueda de prensa al acabar la corrida y manifest¨® que ten¨ªa sospechas de que se hab¨ªan manipulado toros en los chiqueros. Vimos una corrida en la cual los toros, que sal¨ªan con muchos pies y, diciendo "?A m¨ª la Legi¨®n!", parec¨ªan toros ciertamente. S¨®lo que, llegando al peto, e incluso sin llegar, empezaban con jadeos musculares, perd¨ªan patas, manos e incluso la respiraci¨®n si se terciaba y aquello empezaba a dejar de parecer toro, tal que a chorros.

Insist¨ªan en el asunto y por encima de sus mermas atl¨¦ticas aportaban soser¨ªa o m¨¢s bien, hablando en plata, descaste de aburrir. Yo pens¨¦ en burras, casi instintivamente, pero al ora pienso que quiz¨¢ les corresponda esa desafortunada expresi¨®n de toros artistas que ridiculiza de entrada aquello a lo que pretende referirse. Hubo uno, el sexto, que logr¨® con la mism¨ªsima gorra una matr¨ªcula de honor de las de poner en un marco, raj¨¢ndose ante Aparicio, volvi¨¦ndole grupas no s¨¦ cuantas veces en huida vergonzosa que no hac¨ªa sino coronar una tarde asnal.

Manzanares, con el primer sobrero, estuvo despegado y el toro para no desentonar con el sustituido, tambi¨¦n acus¨® blandura. El torero le anduvo por la cara sin ¨¢nimo para tratar de enderezar aquello. En el cuarto, que se relaj¨® clamorosamente tambi¨¦n, no se herni¨® el torero y, como de pasada, dej¨® alguna pincelada, leve, de su estilo.

Espartaco, sin ninguna apretura ante su primero, que se cay¨® de culo un par de veces y se quedaba echado. En el quinto, bronco, que tiraba a navajero, estuvo breve porque el toro no admit¨ªa conversaci¨®n sobre ning¨²n tema.

Aparicio, anduvo por la cara a su primero, que se le cay¨® en cuanto le dio un derechazo y en el sexto, con aquello en ruina, no aprovech¨® las primeras nobles embestidas del toro que luego engarz¨® rajadura tras rajadura hasta conseguir la m¨¢s alta nota de la tarde.

Como ven, todo emocionant¨ªsmio. Pues a esto se le sigue llamando la fiesta brava.

Presionaron los apoderados

El presidente de la corrida, Alberto Gallego, manifest¨® al t¨¦rmino de la misma, en rueda de prensa: "Los apoderados de Espartaco y Aparicio presionaron para que dos de los toros que saltaron al ruedo no fueran enchiquerados y, finalmente, hubo que devolverlos al corral por sus extra?as caidas". Y a?adi¨®: "Sospecho que estos toros -primero y quinto- pudieron ser manipulados en el ruedo antes de salir".

Seg¨²n Gallego -Informa Efe- alguno de los apoderados dijo en la ma?ana del festejo frases como estas: "Si entra el toro n¨²mero 17, nos vamos"; "Si ayer hubi¨¦ramos visto este toro nos habr¨ªamos ido"; "Si el toro 17 sale, lo tiraremos en la plaza". El presidente comunic¨® que se iban a recoger muestras de las v¨ªsceras de los toros, para an¨¢lisis, y se encargar¨ªa el estudio biom¨¦trico de las astas.