La soledad de Violeta Chamorro
La presidenta de Nicaragua intenta arrancar al sandinismo las propiedades confiscadas
Violeta Chamorro condecoraba la pasada semana en el aeropuerto de Managua al comisario espa?ol Abel Matutes como reconocimiento al apoyo que la Comunidad Europea est¨¢ prestando a su pa¨ªs. Luego, sin su habitual bast¨®n y con el cuerpo erguido, caminaba a toda prisa hacia el avi¨®n que le trasladar¨ªa a EE UU para una visita aparentemente privada. Atr¨¢s quedaban d¨ªas agitados. Un maremoto con 300 muertos, la primera censura abierta y p¨²blica de Nicaragua a Washington por congelarle la ayuda econ¨®mica, un comprometido relevo en la c¨²pula de la polic¨ªa y la decisi¨®n m¨¢s importante de estos tres ¨²ltimos a?os: devolver a sus due?os las propiedades confiscadas por los sandinistas.
Chamorro, en dos semanas, mostr¨® m¨¢s fuerza que en tres a?os. Incluso mand¨® callar p¨²blicamente al ex presidente sandinista Daniel Ortega -"que se ponga una cremallera en la boca"-, encendido por la ira de lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, toda esa energ¨ªa desprendida, como ya viene siendo habitual, no le fue correspondida con el agradecimiento ni de unos ni de otros. Y si sola estaba ya, sola se volvi¨® a quedar.Washington no se inmut¨® y mantuvo congelados los 10.000 millones de pesetas de ayuda como castigo por el cogobierno de Chamorro con los sandinistas. A ¨¦stos no les gust¨® nada el anuncio del inventarlo de las propiedades -la ya c¨¦lebre y triste pi?ata- que, durante la transici¨®n de un Gobierno a otro, muchos de sus dirigentes se enajenaron. Alfredo C¨¦sar, compa?ero de filas en las elecciones de 1990 y hoy el principal enemigo de la presidenta en el interior, no s¨®lo le sigue manteniendo el pulso sino que le desestabiliza el Parlamento, del que es presidente, al promover sin el qu¨®rum necesario unos nombramientos que, de momento, han provocado que los sandinistas se retiren de la C¨¢mara.
Desde Miami lleg¨® otro golpe no menos doloroso. El exilio nicarag¨¹ense, reunido para celebrar la fiesta de la Independencia, eleg¨ªa en medio de insultos -"mu?eca de trapo"- hacia Do?a Violeta, a Deborah de Moss, la asistentente del senador ultraconservador Jesse Helms, como "mujer del a?o" de esa comunidad. Helms es quien ha conseguido frenar la ayuda norteamericana a Nicaragua, y De Moss la art¨ªfice del informe en el que, aparte de exigir a Chamorro la expulsi¨®n de los sandinistas del Ej¨¦rcito y de la Polic¨ªa, acusa a su yerno, el ministro de la Presidencia, Antonio Lacayo, de malversaci¨®n de fondos.
El Ejecutivo, que controla Lacayo, est¨¢ tranquilo. As¨ª lo revelaba a este peri¨®dico el canciller, Ernesto Leal: "Aqu¨ª vamos paso a paso; 1990 fue el a?o de la paz y de la reducci¨®n del Ej¨¦rcito; en el siguiente nos esforzamos por ordenar nuestra econom¨ªa, que heredamos con una inflaci¨®n del 55.000% y con una deuda de 11.000 millones de d¨®lares (3.500 d¨®lares por cada nicarag¨¹ense), de los cuales 3.000 estaban contra¨ªdos con la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica; este a?o es el del Estado de derecho y aqu¨ª entra ya la cuesti¨®n de la propiedad privada".
Los cambios
Lo cierto es que Chamorro y Lacayo est¨¢n cambiando el pa¨ªs, pero no al ritmo que otros quieren. La moneda est¨¢ estabilizada. El Ej¨¦rcito ha quedado reducido en m¨¢s de un 50% y el servicio militar ya no es obligatorio. S¨®lo un tercio de la actual polic¨ªa de a pie es a¨²n sandinista. Se ha preferido a Espa?a antes que a EE UU en el asesoramiento en materia de seguridad p¨²blica. Se han recogido 34.000 armas de guerra que estaban en poder de la poblaci¨®n. Y de las 340 empresas estatales heredadas del sandinismo -desde una peluquer¨ªa a una f¨¢brica de cemento- 170 han sido ya vendidas, est¨¢n siendo negociadas o van a ser traspasadas a propietarios privados.
Queda por cambiar el mando del Ej¨¦rcito, ya que ahora ha llegado el turno de la devoluci¨®n de las propiedades confiscadas, lo que m¨¢s irrita a los sandinistas. Chamorro asegura que esta decisi¨®n, adoptada el 9 de septiembre, no es fruto de la presi¨®n norteamericana, ni del agobio que le ha entrado al Gobierno, que necesita antes de que termine este mes 50 millones de los 100 millones de d¨®lares para que no se desequilibre la econom¨ªa.
La mayor¨ªa de los sectores pol¨ªticos sospechan, sin embargo, que es el primer s¨ªntoma de sometimiento al ultraconservador Helms, cuyo verdadero inter¨¦s en Nicaragua es aplastar al sandinismo, incluso como oposici¨®n. Sea o no una respuesta a Washington, lo que no cabe duda es que Violeta Chamorro ha cogido el toro por los cuernos. Ante lo que se le pueda venir encima por parte de los sandinistas, Leal asegura: "Nicaragua por primera vez disfruta de una democracia. ?Que nos amenazan con un golpe de Estado? No va a pasar de una amenaza. La autoridad moral que tiene este Gobierno no la van a tener quienes intenten reemplazarlo por la fuerza. Estamos ya en un mundo distinto y, si el Frente Sandinista quiere poder, lo tendr¨¢ que conseguir, si puede, en las elecciones de l996".
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