Horas bajas en Bruselas

El aire se puede cortar en la Comisi¨®n Europea. Los altos funcionarios europeos y los 17 miembros de la Comisi¨®n esperaban recibir en pleno rostro las esquirlas de la crisis desatada por la ratificaci¨®n del Tratado de Maastricht. Pero no pod¨ªan prever que los ataques m¨¢s serios vinieran de sus m¨¢s estrechos aliados, concretamente de Alemania y de Francia, que quieren hacer digerible el plato amargo de la Uni¨®n Europea a costa de la Comisi¨®n Europea y de su presidente Jacques Delors.

Los ataques del canciller Helmut Kohl a la "furia reglamentista" de Bruselas y los planes franceses de reforzar la cooperaci¨®n intergubernamental en detrimento de la Comisi¨®n Europea han ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa entre los colaboradores de Jacques Delors. Kohl y Mitterrand han sido estrechos aliados del presidente de la Comisi¨®n en los ¨²ltimos siete a?os, y sin su colaboraci¨®n a tres no hubiera sido posible ni el salto hacia adelante que fue el Acta ?nica, ni la incorporaci¨®n de Espa?a y Portugal ni ahora el Tratado de Maastricht.Ahora, alemanes y franceses dejan caer a su aliado para intentar salvar los restos del naufragio, tras la crisis del sistema monetario y las dificultades que en cuentra la Uni¨®n Europea para su ratificaci¨®n. Entre los planes de Kohl y Mitterrand se cuenta dar m¨¢s poder al Consejo de Ministros y al Consejo Europeo (reuni¨®n de los jefes de Estado y de Gobierno), que son los ¨®rganos intergubernamentales, y sustrer poder en cambio a la Comisi¨®n y al Parlamento.

Curiosamente, tanto este objetivo como el principio de subsidiariedad, que se utilizar¨¢ para alcanzarlos, se hallan recogidos en el Tratado de Maastricht. De ah¨ª que se est¨¦ abriendo paso la idea de realizar una declaraci¨®n en la pr¨®xima cumbre de Londres, el 16 de octubre, en la que se pondr¨¢ los puntos sobre las ¨ªes, al tratado de marras.

M¨¢s burocracia

"El principio de subsidiariedad significa intervenir en el mejor nivel para tomar la decisi¨®n", asegur¨® ayer el comisario para el Mercado Interior, Martin Bangemann. El problema de este principio es que su aplicaci¨®n puede producir resultados perversos, por cuanto cada ¨®rgano que interviene en una decisi¨®n deber¨¢ demostrar antes de tomarla que es el m¨¢s adecuado para hacerlo. Proponer una medida, estudiarla, decidirla y aplicarla requerir¨¢ en cada caso justificar que se hace desde el ¨®rgano m¨¢s adecuado.

Significar¨¢ m¨¢s tiempo y m¨¢s trabajo, es decir, que las decisiones se tomar¨¢n m¨¢s lentamente y se necesitar¨¢ m¨¢s gente para tomarlas. El principio de subsidiariedad puede ser como una comisi¨®n para desburocratizar, que acarrea, naturalmente, m¨¢s bu rocracia. Hay otra posibilidad, seg¨²n Bangemann, y es que se es tablezca previamente a quien corresponde cada competencia y se asigne a un ¨®rgano la competen cia de decidir en las zonas con competencias no limitadas, como hace el Bundestag o la c¨¢mara baja en la Rep¨²blica Federal de Alemania o el Tribunal Constitucional en Espa?a. Bangemann, en su compare cencia ante la prensa, hizo p¨²blica demostraci¨®n del malestar existente en la Comisi¨®n Europea por las declaraciones de Kohl. "En las palabras del canciller Kohl no veo una cr¨ªtica con tra la Comisi¨®n. ?l ha hablado de Bruselas, y esto incluye a toda la gente que trabaja en Bruselas", dijo. Los que critican los excesos de la reglamentaci¨®n europea deben preguntarse qui¨¦n ha pedido estas acciones. En uno de cada dos casos son los pa¨ªses miembros o el Parlamento".