Giscard y Delors toman ventaja en la guerra por la sucesi¨®n de Mitterrand
La guerra por la sucesi¨®n de Fran?ois Mitterrand en la presidencia de la Rep¨²blica Francesa comenz¨® el pasado domingo. Nadie sabe cu¨¢nto durar¨¢. Quiza sea cuesti¨®n de meses, quiz¨¢ se prolongue hasta 1995. El refer¨¦ndum sobre Maastricht, seg¨²n revelan las encuestas, ha dado una ligera ventaja a Val¨¦ry Giscard d'Estaing en el campo de la derecha y a Jacques Delors en el de la izquierda. Pero Jacques Chirac y Michel Rocard, respectivamente, les pisan los talones. Y otros candidatos afilan sus cuchillos en la sombra.
Desde el muy serio Le Monde hasta el algo escandaloso L'?v¨¦nement du Jeudi, todos los medios de comunicaci¨®n franceses hacen c¨¢balas sobre la posibilidad de que Mitterrand acorte su segundo mandato presidencial, que oficialmente culmina en 1995. A¨²n m¨¢s, le piden que lo haga.El presidente Fran?ois Mitterrand gan¨® por los pelos el refer¨¦ndum, lo que le impide considerarlo como una fuente de nueva legitimidad. Por el contrario, su impopularidad tuvo mucho que ver con la fuerza demostrada por el campo del no. Y el c¨¢ncer de pr¨®stata que le ha sido detectado y la ratificaci¨®n francesa del Tratado de Maastricht le permiten organizar una salida honorable del palacio del El¨ªseo.
Es una idea que tiene dificultades para abrirse camino en el esp¨ªritu de Fran?ois Mitterrand. Este desear¨ªa terminar su mandato, y, sobre todo, ni se le pasa por la cabeza abandonarlo ahora, cuando la ni?a de sus ojos, la construcci¨®n europea, atraviesa una etapa de desbarajuste.
Proceso abierto
Pero qui¨¦n sabe lo que decidir¨¢ dentro de unos meses, si ¨¦l y el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, logran encarrilar el proceso abierto por el Tratado de Maastricht. El presidente Mitterrand, dicen sus colaboradores, no se aferrar¨¢ al poder si se encuentra f¨ªsica e intelectualmente debilitado.Todos los aspirantes a la sucesi¨®n est¨¢n ya en sus l¨ªneas de salida. En la izquierda, Rocard piafa, como siempre, de impaciencia. El pasado julio, consigui¨® su investidura como candidato del Partido Socialista (PS). Rocard da por perdidas las elecciones legislativas del pr¨®ximo marzo. Todos los sondeos afirman que s¨®lo un 20% de los franceses se declaran dipuestos a votar socialista. El PS, cree Rocard, s¨®lo podr¨¢ renacer en la elecci¨®n presidencial.
Pero, para Rocard, es ahora o en 1995. Ahora, porque tiene fresco el capital de la investidura socialista y porque la derecha est¨¢ sumergida en la confusi¨®n provocada en sus filas por el ref¨¦rendum sobre el Tratado de Maastricht. O en 1995, por que las posibilidades del candi dato presidencial socialista aumentar¨¢n si la derecha se desgasta gobernando un par de a?os desde el hotel Matignon, la residencia del primer ministro, y la izquierda puede hacer una cura de oposici¨®n.
Rocard tiene otro problema. Las encuestas realizadas el pasado domingo entre los electores revelan que su correligionario Jacques Delors sigue siendo el m¨¢s popular de los candidatos de la izquierda. Pero Delors no cuenta con el apoyo del PS. "Delors sigue dando vueltas por la autopista de circunvalaci¨®n, sin encontrar la entrada de Par¨ªs", dice un dirigente socialista. Y su imagen puede deteriorarse por las un¨¢nimes cr¨ªticas contra los tecn¨®cratas de la Comisi¨®n Europea, que ¨¦l preside.
Alain Jupp¨¦, secretario general del partido gaullista Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) y brazo derecho de Jacques Chir¨¢c, pidi¨® ayer que la oposici¨®n acelere las primarias que deben designar su candidato ¨²nico a la presidencia. Jupp¨¦ teme que la elecci¨®n presidencial. se produzca antes de que el RPR y la centrista Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF) hayan escogido entre Chirac y Giscard d'Estaing.
Fortalecido
Val¨¦ry Giscard d'Estaing ha salido fortalecido del refer¨¦ndum sobre Maastricht. Su defensa del s¨ª ha merecido muchos aplausos por su rigor y didactismo, y el l¨ªder de la UDF ha conseguido que la mayor¨ªa de sus electores voten a favor de Maastricht. Una encuesta BVA-Paris Match difundida ayer le sit¨²a como el pol¨ªtico que ha causado mejor impresi¨®n en la campa?a.Pero Jacques Chirac, si supera la crisis interna del RPR, tambi¨¦n puede sacar partido del refer¨¦ndum. Al defender el s¨ª contra la opini¨®n de la mayor¨ªa de sus seguidores, Chirac ha conseguido recentrar su imagen, ha dado la talla de un hombre de Estado capaz de defender sus ideas frente a sus propios camaradas.
En la sombra se agitan otros candidatos. El refer¨¦ndum ha convertido al senador gaullista Charles Pasqua, palad¨ªn del no, en el l¨ªder de la derecha popular. Y Pasqua tambi¨¦n se ve a s¨ª mismo en el El¨ªseo.
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