Vance y Owen expresan en Bosnia su preocupaci¨®n por la 'limpieza ¨¦tnica'

JUAN CARLOS GUMUCIO, ENVIADO ESPECIAL, Los mediadores internacionales Cyrus Vance y lord Owen viajaron ayer a la ciudad bosnia, de Banja Luka, controlada por las fuerzas serbias, para investigar las denuncias de matanza de musulmanes y de un aumento de la tensi¨®n ¨¦tnica en la zona. Simult¨¢neamente, en Nueva York, el secretario de Estado de Estados Unidos, Lawrence Eagleburger, aseguraba disponer de "nuevas informaciones alarmantes" sobre las atrocidades cometidas en Bosnia-Herzegovina.

Mientras Vance aseguraba estar "realmente preocupado por lo que puede estar ocurriendo aqu¨ª despu¨¦s de lo que hemos escuchado los dos ¨²ltimos d¨ªas", Estados Unidos anunciaba su intenci¨®n de obtener del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo antes posible, una resoluci¨®n que permita la creaci¨®n de una comisi¨®n que investigue los cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en la antigua Yugoslavia.La eventual creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n y la nueva misi¨®n de paz no tuvieron la m¨¢s m¨ªnima repercusi¨®n en los frentes de batalla de la antigua Yugoslavia. Como tampoco tuvo eco la advertencia brit¨¢nica de que la guerra puede extenderse r¨¢pidamente a Kosovo. En Bosnia-Herzegovina se combat¨ªa ayer con ferocidad y las esperanzas de una tregua preinvernal son remotas.

Lejos de Banja Luka, los m¨¦dicos y enterradores de la asediada Sarajevo trabajaban ayer al ritmo impuesto por cinco meses de carnicer¨ªa. Muchos de los camilleros ojerosos y fatigados que transportaban heridos al hospital Kosevo ni siquiera sab¨ªan que la ONU y la Comunidad Europea hab¨ªan emprendido una nueva gesti¨®n mediadora. En Sarajevo, poca gente tiene tiempo de escuchar las noticias.

M¨¢s urgentes son las carreras a las panader¨ªas y a los pocos mercados donde todav¨ªa es posible encontrar velas a precios exorbitantes. Los ciclistas son cada d¨ªa m¨¢s numerosos, y los funerales de combatientes y civiles en el cementerio del Le¨®n son m¨¢s apresurados por el creciente riesgo que corren los dolientes. La gasolina es el bien m¨¢s preciado. Los contrabandistas y francotiradores han convertido la b¨²squeda de un bid¨®n en una aventura mortal.

Los esfuerzos de Vance y Owen para persuadir al l¨ªder serbio, Radovan Karadzic, para que ponga fin a su campa?a racista contra los musulmanes y obligarlo a que d¨¦ al menos un respiro a los 350.000 habitantes de la capital bosnia, asediada desde hace cinco meses, parecen condenados al fracaso.

Nuevas denuncias

Mientras Karadzic trataba de zafarse de la presi¨®n internacional alegando en vano que no existen las matanzas de musulmanes en Bosnia, sus fuerzas eran acusadas de una nueva matanza en la localidad de Travnik. Seg¨²n informaciones recibidas en Sarajevo pero imposibles de verificar, milicianos serbios mataron el 21 de agosto a unos 200 musulmanes que se negaron a abandonar sus casas y cederlas a las nuevas autoridades serbias.

La situaci¨®n ten¨ªa un particular timbre en Sarajevo, donde la prioridad de los hospitales era conseguir combustible para sus generadores el¨¦ctricos, el ¨²ltimo recurso que queda para operar con luz.