Cabezas y calabazas

He sido, y sigo siendo, amigo de hablar con las personas mayores por lo mucho que se puede aprender de ellas, como expresa el dicho popular: "Del viejo, el consejo". Al mismo tiempo, tambi¨¦n me gusta tratar a los ni?os.Los ni?os son muy aficionados a los cuentos, de manera que yo les narraba, y les narro, historias ajustadas a realidades vividas, entre otras cosas porque siempre me ha costado trabajo inventarme cosas fantasiosas.

Intentaba explicarles la diferencia entre un cuento y una historia y el fin que me propon¨ªa al relat¨¢rselas.

Para hacerme entender les dec¨ªa: la cabeza es como si fuera una calabaza que est¨¢ llena de pulpa y pipas que hay que ir sacando para ir metiendo ideas buenas y nobles, llen¨¢ndola de contenido, y as¨ª convertirse en una persona de criterio y no vac¨ªo de ideas y f¨¢cil de manipular.

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Una vez, el mayor de mis nietos -se llama Marcelo y por aquel entonces ten¨ªa 11 a?os- me dijo: "Abuelo, t¨² tambi¨¦n tienes virutas en la cabeza". Le se?al¨¦ que ten¨ªa raz¨®n, pero que yo no hab¨ªa tenido la suerte de tener un padre ni un abuelo que se preocupara de m¨ª sacando esas virutas y llenando mi cabeza de contenido.

Quiero resaltar con todo esto que es necesario que todos, tanto ni?os como viejos, procuren tener ideas nobles y criterios, rectos, procurando ser coherentes, puesto que un hombre, un hijo de Dios as¨ª formado es el mejor de los ciudadanos.- Marcelo Rosado Rojas.