Cesar
Una de las agresiones a la lengua espa?ola m¨¢s extendida en la radio, la televisi¨®n y los peri¨®dicos es el incorrecto empleo del verbo cesar. Los medios de comunicaci¨®n, a los que con raz¨®n se les exige el correcto uso de la lengua, no se sabe si por contagio del habla de muchos pol¨ªticos o por ignorancia, est¨¢n contribuyendo a conceder carta de naturaleza a una aberraci¨®n gramatical. Tambi¨¦n EL PA?S, en cuyo Libro de estilo se dice expresamente: "Cesar. Este verbo es intransitivo y, por tanto, no se puede usar con complemento directo. Caer o entrar son tambi¨¦n verbos intransitivos, y uno cae, pero no es ca¨ªdo; uno entra en un sitio, pero no es entrado en ¨¦l. Por lo mismo, no se puede escribir que Fulano 'ha sido cesado', ni que Mengano 'ces¨® a Zutano'; se cesa, pero no se es cesado. Fulano cesa, a Mengano se le destituye, a Zutano se le pide el cese o se le obliga a cesar, y Perengano ces¨®". As¨ª de claro. Aunque todos los textos pasan por el filtro de la edici¨®n, la falta, como un Guadiana, reaparece en las p¨¢ginas del diario para esc¨¢ndalo de muchos lectores, justamente enfadados por el reiterado atentado.El pasado viernes 25, en una cr¨®nica transmitida desde La Habana por Mauricio Vicent,se dec¨ªa por dos veces que Carlos Aldana -ide¨®logo del Partido Comunista de Cuba- "hab¨ªa sido cesado". El mismo d¨ªa se recibi¨® la primera queja: "?Cu¨¢ndo dejar¨¢n de escribir ese dislate? Es inadmisible en un peri¨®dico importante".
El subjefe de la secci¨®n de Intemacional, Ricardo Mart¨ªnez de Rituerto, l¨®gicamente, reconoce que al lector le asiste toda la raz¨®n para protestar: "Lo lamentamos", dice. "La cr¨®nica lleg¨® tarde, se edit¨® muy deprisa y no hubo ocasi¨®n de revisarla lo suficiente". De la explicaci¨®n de Mart¨ªnez de Rituerto se deduce que el fallo puede volver a producirse: "Quisi¨¦ramos poder garantizar al lector que no volveremos a caer en esa trampa, pero, honrada y desgraciadamente, no podemos hacerlo". S¨ª garantiza que har¨¢n todo lo posible por no cometer de nuevo el error. (Evitarlo no resulta tan dificil.)
Los yerros gramaticales son siempre objeto de reprobaci¨®n por parte de alg¨²n lector. Ninguno pasa inadvertido. Hay lectores que remiten regularmente al Ombudsman recortes del peri¨®dico con faltas de todo tipo. El m¨¢s reciente env¨ªo proviene de Barcelona: Antonio Mu?oz Garc¨ªa manda un abultado sobre con abundantes infracciones ortogr¨¢ficas, pros¨®dicas, sint¨¢cticas... De todas ellas, la que m¨¢s se repite en el diario es la referida a la moneda griega: la dracma. Con regularidad aparece como si fuera una palabra del g¨¦nero masculino -"el dracma griego", se ha escrito recientemente- cuando de todos debe ser conocido que es tan femenina como la peseta, la lira, la libra y la rupia.
Ment¨ªs
En un reportaje sobre las ref¨®rmas del Rastro madrile?o (23 de agosto, edici¨®n de Madrid), Nuria Barrios atribuye a la vendedora Encarnaci¨®n Mar¨ª Cuerva unas palabras que ¨¦sta asegura no haber pronunciado. Seg¨²n lo publicado, Mar¨ª dijo: "Te cobran las tasas -18.060 pesetas anuales por los puestos de un metro y 72.400 por los de tres metros-, pero luego no controlan a los vendedores ilegales o a los trileros y su ej¨¦rcito de ladrones, que aparecen sin falta cada domingo". La interesada afirma, primero, que no facilit¨® el dato de las tasas, ni, "como se trasluce de la intencionalidad del art¨ªculo", su opini¨®n resulta negativa acerca de las mismas ("el Rastro tiene problemas mucho m¨¢s importantes que el pagar dichas tasas, que objetivamente no resultan demasiado onerosas"); segundo, que no dijo nada referente a " puestos ilegales" (no se considera qui¨¦n para juzgar una actividad que a falta de Iegitimidad legal" puede ser tan honesta como la suya), y tercero, que, "l¨®gicamente", desea un Rastro "m¨¢s limpio", pero eso no es ¨®bice para que se le imputen expresiones como "ej¨¦rcito de ladrones que aparecen sin falta cada domingo".
Nuria Barrios reconoce que la informaci¨®n sobre las tasas se la atribuy¨® indebidamente a Encarnaci¨®n Mar¨ª. Fue un fallo en la puntuaci¨®n de la frase. Pero asegura que lo dem¨¢s se lo escuch¨® a la vendedora. Seg¨²n Barrios, Mar¨ª expres¨® su descontento sobre los puestos ilegales y la aparici¨®n de trileros, y a?adi¨® que ¨¦stos siempre llevaban en torno suyo ladrones que, aprovechando un descuido, le hab¨ªan robado una caja de anillos.
Las declaraciones de Mar¨ª no fueron grabadas en cinta magnetof¨®nica; Barrios las apunt¨® en un cuaderno, que ha destruido: "Al haber cometido la torpeza de tirar las notas ¨²n que aparec¨ªan sus afirmaciones, no poseo prueba alguna que demuestre lo que digo".
No es la primera vez que en esta secci¨®n se recuerda lo que dice el Libro de estilo de EL PA?S en casos como ¨¦ste: cualquier conflicto sobre la correcta transcripci¨®n de un di¨¢logo se resolver¨¢ con la grabaci¨®n; de no existir ¨¦sta, se conceder¨¢ el beneficio de la duda a la persona entrevistada.
El tel¨¦fono directo del Ombudsman es 3042848.
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