Ley de contratos
LA NUEVA Ley de Contratos de las Administraciones P¨²blicas, cuyo proyecto aprob¨® el viernes el Consejo de Ministros, sustituir¨¢ a la de Contratos del Estado, en vigor desde 1965 y cuya escasa adaptaci¨®n a las condiciones creadas por el creciente intervencionismo econ¨®mico de la Administraci¨®n hab¨ªa sido reiteradamente se?alada. La nueva ley aspira a servir de marco para la contrataci¨®n por parte de todas las administraciones, y no s¨®lo la central. Aspira tambi¨¦n a agrupar de manera coherente normas dispersas por la legislaci¨®n y a adaptar ¨¦sta a la normativa comunitaria. En el aspecto pol¨ªtico constituye una respuesta, parcial pero necesaria, a la demanda de la sociedad espa?ola de una mayor transparencia -en la contrataci¨®n de obras y servicios por parte de los poderes p¨²blicos, marco privilegiado de la corrupci¨®n en los ¨²ltimos, a?os. La relaci¨®n existente, seg¨²n todos los indicios, entre esas pr¨¢cticas corruptas y la financiaci¨®n paralela de los partidos subraya la dimensi¨®n pol¨ªtica de la cuesti¨®n.La modificaci¨®n de la vieja ley de contratos en el sentido de establecer "criterios objetivos y controlables" en la selecci¨®n de los contratistas fue una de las medidas planteadas por el Partido Popular, el pasado mes de enero, en el marco de una propuesta tendente a combatir la corrupci¨®n.. En el debate sobre el estado de la naci¨®n, en marzo, el presidente del Gobierno se comprometi¨® a impulsar acuerdos pol¨ªticos y reformas legales destinados al mismo fin. En particular, habl¨® de la posibilidad de prohibir contratar con lasadministraciones a las empresas que resulten condenadas por pr¨¢cticas de soborno y similares. Esa prohibici¨®n figuraba ya en la vieja ley de 1965, si bien en el proyecto aprobado el viernes se a?ade entre los motivos la condena por delito fiscal. Seg¨²n el subsecretario del Ministerio de Econom¨ªa, el proyecto cuenta con un amplio consenso pol¨ªtico y social, Se sabe que en los ¨²ltimos meses ha sido, junto con el intento de pacto por abaratar las campa?as electorales, uno de los principales asuntos de negociaci¨®n entre el partido del Gobierno y sus aliados centristas y nacionalistas. Tambi¨¦n ha sido objeto de consultas entre los empresarios de la construcci¨®n.
La reforma legal pone el acento en la transparencia y en la libre competencia: el procedimiento normal de adjudicaci¨®n ser¨¢ el de concurso p¨²blico, fij¨¢ndose de manera estricta las excepciones en que podr¨¢ contratarse directamente, as¨ª como las garant¨ªas de publicidad que en tal caso ser¨¢n obligatorias. La obligaci¨®n de comunicar motivadamente los resultados del concurso a los aspirantes no elegidos va en el mismo sentido. La adaptaci¨®n de la ley a las nuevas conductas imaginadas por los corruptos es condici¨®n necesaria para combatir las, y en ese sentido se trata de una iniciativa estable, como lo es la de introducir en el nuevo C¨®digo Penal la ligura del tr¨¢fico de influencias.
Sin embargo, el car¨¢cter difuso de tales pr¨¢cticas y la amplia posibilidad de esquivar la acci¨®n de la justicia mediante conductas m¨ªnimamente precavidas marcan la insuficiencia de la medida. La ley pone el acento en las actuaciones de empresas o particulares que intentan sobornar al poder pol¨ªtico mediante donaciones (en malet¨ªn, cheque, servicios gratuitos: la gama es variada), pero no en los funcionarios o gestores p¨²blicos sobornables. Esa asimetr¨ªa prolonga la ya existente entre los medios destinados por cada administraci¨®n a producir actos econ¨®micos y los dedicados por esa misma administraci¨®n a controlar tales actos. De ah¨ª que junto a las medidas legislativas sean imprescindibles otras: en primer lugar, la agilizaci¨®n de los procesos abiertos; nada resulta tan desmoralizador como la eternizaci¨®n de ciertos y muy famosos sumarios. Pero tambi¨¦n, y sobre todo, el compromiso p¨²blico por parte de los partidos de expulsi¨®n imnediata de los miembros de los mismos que propongan o acepten sobornos. Mientras iniciativas de ese tipo no demuestren la voluntad de acabar con esa v¨ªa suplementaria de financiaci¨®n, las otras medidas ser¨¢n tan eficaces para acabar con la corrupci¨®n como disparar contra el. gallo lo es para retrasar el amanecer.
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