La television 'vota' en la elecci¨®n presidencial de EE UU
El entrevistador estrella de la CNN deja de lado su agresividad ante Bush
Si alguien tiene dudas de que ¨¦sta sea la era de la televisi¨®n, las elecciones presidenciales de Estados Unidos las despejan. La aparici¨®n del presidente George Bush la noche del pasado domingo en la CNN, en el programa de entrevistas de Larry King -la gran estrella period¨ªstica de esta cadena-, convoc¨® la atenci¨®n de todo el pa¨ªs. Bush, con los sondeos de opini¨®n en contra, intent¨® minar la credibilidad de su rival dem¨®crata, Bill Clinton, y transmitir confianza sobre su reelecci¨®n. "Tengo un buen historial", afirm¨®. Larry King, que se ha hecho famoso por sus preguntas punzantes, se mostr¨® en esta ocasi¨®n m¨¢s complaciente, tal vez seducido por el ambiente de la Casa Blanca, donde se grab¨® la entrevista.
Bush intent¨® contraatacar a Bill Clinton en uno de los terrenos m¨¢s peligrosos para ¨¦l en este final de campa?a. Las confusas y ambiguas relaciones de Estados Unidos tanto con Ir¨¢n como con Irak a finales de los a?os ochenta. El esc¨¢ndalo Irangate -la venta secreta de armas a Ir¨¢n para conseguir fondos para financiar a la contra nicaraguense violando las normas del Congreso norteamericano- persigue a Bush, que era vicepresidente de Ronald Reagan cuando se gest¨® el esc¨¢ndalo. Pero a ese fantasma, se a?ade ahora otro. El llamado Irakgate: la concesi¨®n de cuantiosos cr¨¦ditos al r¨¦gimen de Sadam Husein en v¨ªsperas de la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait.Un gigantesco fraude en una sucursal de Atlanta del banco oficial italiano Banca Nazionale del Lavoro, que prest¨® miles de millones a Irak, ha llegado a los tribunales. Y para esc¨¢ndalo de la opini¨®n p¨²blica, empiezan a aparecer documentos que implican a la Administraci¨®n de George Bush y a las autoridades italianas en el bombeo de millones a Irak que, bajo forma de cr¨¦ditos para la compra de productos agr¨ªcolas, sirvieron piara que el r¨¦gimen de Sadam Husein preparase la invasi¨®n de Kuwait.
Bush, que se encuentra a m¨¢s de diez puntos de diferencia. de Clinton seg¨²n los ¨²ltimos sondeos -49% para el dem¨®crata, 36% para el presidente y 8% para el millonario Ross Perot- intent¨® transmitir, en su entrevista con Larry King, que Clinton, gobernador del Estado de Arkansas, tambi¨¦n apoyaba los cr¨¦ditos agrarios a Irak y que lleg¨® a recibir al embajador de Sadam. Pero el hecho de que Bush se encuentre a la defensiva en el terreno en el que mas ¨¦xitos ha conseguido, la pol¨ªtica exterior, indica que se encuentra electoralmente en apuros.
La crisis econ¨®mica
La situaci¨®n econ¨®mica -elemento decisivo en estas elecciones- no es, seg¨²n Bush, tan mala. La inflaci¨®n ha descendido hasta el 3,5%, el precio de los cr¨¦ditos ha bajado y todo est¨¢ dispuesto para una reactivaci¨®n de la econom¨ªa. Sin embargo, ¨¦sta no llega y se sigue perdiendo empleo.
La tasa de paro, un 7,5% el pasado mes de septiembre, la mitad que en Espa?a, preocupa m¨¢s al electorado que tiende a ignorar el resto de los indicadores econ¨®micos. El presidente norteamericano, que ha sufrido una de las ca¨ªdas de popularidad m¨¢s espectaculares de la historia -pas¨® de un 91% de aceptaci¨®n popular en la primavera de 1991 tras la victoria militar sobre Sadam Husein a un 31% doce meses despu¨¦s-, culp¨® a la prensa escrita de gran parte de su mala imagen pol¨ªtica.
Los consejeros de Bush esperaban que la entrevista con Larry King ayudase a impulsar la imagen del presidente. Pero el resultado puede ser el contrario. La entrevista fue blanda, y la propia condescendencia del periodista, habitualmente m¨¢s agresivo, perjudic¨® el inter¨¦s.
Larry King, en mangas de camisa y tirantes, al igual que cuando realiza las entrevistas en el estudio de televisi¨®n, acept¨® las condiciones impuestas por la Casa Blanca, y el espect¨¢culo perdi¨® garra.
La entrevista fue grabada y no en directo, por lo que no hubo llamadas de los telespectadores como es la norma en el programa. En un momento de la entrevista, King, quien tiene la costumbre de sentarse con el cuerpo echado ligeramente hacia adelante, como invadiendo el territorio del entrevistado, palme¨® amigablemente la pierna del presidente. Fue un gesto tanto de simpat¨ªa como de piedad. La pelota est¨¢ ahora en el campo de Clinton, quien iba a acudir la pasada madrugada al programa de Larry King, acompa?ado de su candidato a la vicepresidencia, el senador Al Gore, y ¨¦sta vez si est¨¢n previstas llamadas de los espectadores.
El programa de Larry King, periodista de 58 a?os, que se emite de lunes a viernes por la noche en la cadena CNN, es el mejor ejemplo de c¨®mo una campa?a electoral en Estados Unidos es, en gran medida, una batalla electr¨®nica. Los debates entre los candidatos -todav¨ªa no se sabe si Ross Perot tomar¨¢ parte en ellos, aunque ha sido invitado- comienzan el pr¨®ximo domingo en San Luis (Misuri). Ser¨¢ el primero de los tres debates que los candidatos mantendr¨¢n en un plazo de nueve d¨ªas.
De su capacidad para transmitir confianza a trav¨¦s de la televisi¨®n depender¨¢, en gran medida, el juicio de los ciudadanos sobre el resultado de esos debates. Porque los especialistas en opini¨®n p¨²blica aseguran que los ciudadanos no deciden su voto s¨®lo en funci¨®n de la campa?a electoral, que afecta principalmente a los sectores de opini¨®n m¨¢s indecisos.
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