Bob Dylan no sonri¨® ante 19.000 admiradores

El p¨²blico que asisti¨® el viernes en Nueva York al homenaje a Bob Dylan abuche¨® durante cinco minutos consecutivos a la cantante irlandesa Sinead O'Connor, que, tras intentar sobreponerse con su voz al rechazo, se vio obligada a abandonar el escenario entre l¨¢grimas. "No hagas caso a esos bastardos", le dijo Kris Kristofferson cogi¨¦ndola por los hombros entre los alaridos de los asistentes. La reacci¨®n de la audiencia contra la artista calva, que hace tres semanas rompi¨® una foto del Papa en un programa de televisi¨®n, rompi¨® la magia de una noche en la que los ideales pacifistas y po¨¦ticos de los sesenta parec¨ªan m¨¢s cerca que nunca."Bruce Springsteen dijo una vez: 'Elvis nos ense?¨® a liberar nuestros cuerpos y Dylan nos ense?¨® liberar nuestras mentes", con esta frase se abri¨® el recital, en el que la versi¨®n de Like a Rolling Stone de John Mellencamp hizo las veces de aperitivo de lo que luego vendr¨ªa. A continuaci¨®n, Stevie Wonder, que no estaba anunciado, apareci¨® por sorpresa para cantar un Blowing in the wind que calent¨® el auditorio con nuevos aplausos.

Lou Reed Neil Young, Eric Clapton, George Harrison y Ron Wood fueron algunos de los artistas de la vieja guardia que ofrecieron su particular visi¨®n de sus canciones preferidas del homenajeado. Algunos de ellos necesitaron la ayuda del lector de textos para recitar las letras del artista que han inspirado tantos ideales, no as¨ª la joven Tracy Chapman, que cant¨® con emoci¨®n y de memoria la canci¨®n de defensa de los derechos civiles: The times are a-changing.

De raso negro

A Clapton (Dont't think twice y Love minus zero) y Neil Young (Just like Tom Thumbs blues, Forever young y All along the watchtower) se les dio el privilegio de cantar varias canciones, y no una como el resto de los m¨²sicos. El ritmo de las cuerdas de las guitarras de los m¨²sicos hizo levantarse de sus asientos al p¨²blico, que parec¨ªa no caber en s¨ª de la emoci¨®n. Tambi¨¦n hubo hueco para las canciones folk de Dylan, que fueron interpretadas por Kris Kristofferson, Willie Nelson y Johnny Cash.En la reuni¨®n de repaso de la vida de Dylan, tambi¨¦n comparecieron los m¨²sicos que iniciaron su carrera junto con el cantante de la voz arrastrada y nasal: The Band toc¨® When I paint my masterpiece; Robert McGuinn y Tom Petty cantaron a d¨²o Mister tambourine man, y The Clancy Brothers, con su versi¨®n de When the ship comes in.

La traca final corri¨® a cargo del mism¨ªsimo Dylan, nacido Robert Allan Zimmerman en Minnesota hace 51 a?os. El m¨²sico, vestido de raso negro y con algunos kilos de m¨¢s, se coloc¨® la arm¨®nica y se ajust¨® la guitarra para interpretar Song for Woody y la canci¨®n antib¨¦lica It's all right ma, Im only bleeding. La voz de Dylan sigue pareciendo una sucesi¨®n de balidos llenos de poes¨ªa, y su aspecto sigue siendo tan grave como la portada de sus discos. A pesar de la emoci¨®n del encuentro, Dylan se resisti¨® a sonre¨ªr. El p¨²blico parec¨ªa encantado con su ¨ªdolo, aunque, a pesar de todos los megavatios puestos al servicio de su voz, no consegu¨ªan que Se entendieran bien las letras de sus canciones.

Al final de las casi cuatro horas de concierto, todos los artistas participantes, incluida la llorosa O'Connor, subieron al escenario para cantar Knocking on heaven's door con el hombre que la revista Time incluy¨® hace a?os entre la lista de los hombres m¨¢s influyentes del siglo XX.

A pesar de que algunos de los m¨²sicos que actuaron son tan hist¨®ricos como para haber participado en 1969 en el concierto de Woodstock (que tom¨® el nombre del lugar donde Dylan viv¨ªa y no del de la localidad del Estado de Nueva York donde se celebr¨®), el despliegue de medios demuestra que la m¨²sica de Dylan puede ser un gran negocio. El concierto, que se transmitir¨¢ en una cadena de pago por 20 d¨®lares en Estados Unidos, se ha vendido en 68 pa¨ªses (entre ellos, la cadena Tele 5, de Espa?a, y el Canal Plus Francia).

La espectacular campana publicitaria desplegada por la casa de discos para lanzar su nuevo ¨¢lbum, Good as I been to you, sorprende a un Dylan que todav¨ªa sigue siendo un m¨²sico de carretera. Desde 1988, el cantante ha celebrado 600 conciertos recorriendo en autob¨²s Estados Unidos y ha publicado un disco al a?o, sin que hasta ahora recibiera una excesiva atenci¨®n.